Ubicada en el corazón del distrito literario y bohemio del Perú, acaba de abrir sus puertas Babel, la primera librería de Lima que nace también como editorial. El proyecto es una iniciativa de tres amigos. “¿Qué te parece si hacemos una librería juntos?”, fue la pregunta que le hizo hace un año Jacqueline Becker a Javier Masías. “Compartimos muchos intereses y amamos las revistas. Y conozco pocas personas que comparten esa pasión con tanta intensidad”, explica. “Me propuso que seleccionara los libros que quisiera, así que lo que van a encontrar en Babel es lo que he leído o me interesa leer. Para mí fue como si alguien me dijera: ‘Te regalo un parque de diversiones, una Disneylandia personal’”, añade Javier.

Los socios de Babel: Francisco Carrión, Javier Masías y Jacqueline Becker.

Los socios de Babel: Francisco Carrión, Javier Masías y Jacqueline Becker.

Luego se sumó Francisco Carrión, un ingeniero de trenes que en sus caminatas por los rieles de altura devora libros de historia y biografías. “De alguna manera, Babel es un reflejo de lo que hacemos, pero también de lo que queremos ofrecer al vecindario”, refiere. “Hay libros de todos los precios, pensando tanto en el estudiante que junta sus propinas como en quienes quieren tener un objeto hermoso en el centro de su sala. Cubrimos un amplio espectro de temas, pero todos escogidos con mucho cuidado”.

Algo que distingue a esta librería es la cuidadosa selección de revistas que están importando de todo el mundo. “Nos están llegando dieciocho diferentes para empezar. Son de temas muy variados –gatos, lifestyle, arte, café, vino, cocina, excursiones, moda, etc.–, pero comparten un alto estándar de calidad. Todas han ganado premios de diseño, foto, edición y escritura. La idea es llegar a duplicar el número para fin de año, para dar más variedad a Lima”, añade Carrión.

Si todavía está buscando razones para visitarlos, tenga presente que Babel está ubicada en la misma casa en que funciona el restaurante Molle (Prolongación San Martín 131, Barranco, al lado de Isolina) y comparte espacio con la tienda de diseño de Mirella Martire y la heladería Bosco Mágico.

Por Jorge Martínez    
Foto de Josip Curich