Bernardo Bertolucci tiene dos premios Oscar. A mejor director y por mejor guión adaptado. Bertolucci es también quien orquestó que Maria Schneider fuera violada durante la grabación de El último tango en Paris. En el 2013 el director admitió haber planeado la violación de la actriz de 19 años junto a Marlon Brando, en ese momento un hombre de 48, porque quería “capturar su reacción no como actriz, sino como mujer humillada”.

Schneider y Brando en “El último tango en París”.

Roman Polanski no puede pisar Estados Unidos porque fue encontrado culpable de violar a una niña de 13 años, que se encontraba intoxicada. Ha sido nominado por la Academia por El Cuchillo en el Agua, y se llevó la estatuilla a mejor director por El Pianista. Woody Allen tiene cuatro premios Oscar, pero la Academia jamás se ha pronunciado sobre las acusaciones de abuso cometidas contra su hija adoptiva, que tenía 7 años en el momento del presunto crimen. Antes de que las acusaciones llegaran a la corte, Allen había estado yendo al psicólogo para corregir la actitud inapropiada que asumía con la niña. 

Roman Polanski saliendo de su proceso por violación.

Este año, Mel Gibson Casey Affleck se sumaron a la lista de abusadores honrados por la Academia. Gibson, nominado por dirigir Hacksaw Ridge, confesó haber golpeado a su ex novia Oksana Grigorieva luego de que grabaciones donde la amenazaba salieran a a luz. Además, Gibson es conocido por comentarios altamente racistas contra los judíos y por defender causas nazis. El menor de los Affleck, ganador del Oscar a mejor actor por Manchester by the sea,  fue acusado de acoso sexual violento por la productora Amanda White y por la cinematógrafa Magdalena Gorka, dos mujeres con las que trabajó en I’m Still Here. La demanda se resolvió fuera de la corte, y como en el caso de la ex novia de Gibson, ambas mujeres quedaron prohibidas de dar declaraciones sobre el tema, sin que esto signifique que los acusados hayan sido declarados inocentes. Gibson tuvo que indeminizar a Grigorieva, y se rumorea que una reparación fue también parte del acuerdo de Affleck.

El curioso caso de Nate Parker

Nate Parker recientemente se alzó con la crítica positiva en el Festival de Sundance por la cinta The Birth of a Nation, que protagoniza y dirige. Narración de la Guerra de Secesión, se enfoca en el papel que cumplieron los esclavos en su propia liberación y en la reconstrucción de Estados Unidos. Tras el éxito de su trabajo, salió a la luz que tanto él como un compañero suyo de la universidad habían violado a una chica, pero se habían librado de la cárcel por un tecnicismo. 

Nate Parker y Armie Hammer en “The Birth of a Nation”.

El escándalo fue inmediato y saltó a los medios de prensa de una forma que casos similares no lo habían hecho. La película, a pesar de ser una súper producción que había tenido el favor de la crítica y logrado un rÉcord de ventas en Sundance, no tuvo la distribución que se esperaba ni fue considerada entre las nominadas a los grandes premios de la industria. Cabe resaltar, que Nate Parker un abusador igual al resto de los hombres mencionados, es un hombre negro. 

Girls not allowed

Moonlight se convirtió en la décimo segunda cinta en ganar el Oscar a mejor película, sin que sus actrices se lleven una estatuilla por su trabajo. El Oscar a mejor película no está yendo a dramas protagonizados ni dirigidos por mujeres. En un mundo habitado por Ava DuVernay, Amma Asante, Sofia Coppola, Jane Campion, Mira Nair, Claire Dennis, Angelina Jolie, Marielle Heller, Sarah Polley, Agnès Varda y muchas más, solo una mujer se ha llevado la estatuilla a mejor dirección: Kathryn Bigelow. 

Nadie está pidiendo un trato especial, pero sí considerar abrir el terreno. En los últimos 10 años, las mujeres solo han acaparado el 19% de todas las nominaciones no relacionadas a la actuación. En la historia de los Oscar, solo 4 mujeres han sido nominadas como directoras. Por otro lado, la lista de abusadores nominados aumenta. 

Kathryn Bigelow fue la primera mujer en ganar el Oscar a mejor director. Fue premiada por “The Hurt Locker”.

Consecuencias

La principal consecuencia es clara: reforzar el discurso de que abusar de una mujer no le arruina la carrera a nadie, ni al hombre postulando a la presidencia.

Continuar premiando a abusadores valida su comportamiento, minimiza la violencia y le quita el espacio de producción a artistas de igual o mayor talento. Ni siquiera estamos hablando de blockbusters porque a este tipo de cintas no se les exige que revienten en taquilla. Si se trata de calidad, ¿por qué alguien como Mel Gibson consigue una inversión de 40 millones para una cinta a la que no solo le fue mal en la taquilla, sino que no se llevó ningún premio, mientras directores como Barry Jenkins o Ava DuVernay se vieron obligados a trabajar con un mínimo de presupuesto en sus filmes más aclamados?

Dorothy Arzner, trabajó como directora durante los años veinte y treinta en Hollywood. Fue una de primeras mujeres dirigiendo y una de las más prolíficas.

Seguir premiando a abusadores, que coincidentemente son hombres blancos, reduce el rol que mujeres y minorías pueden tener no solo en los premios, sino en la misma industria. Solo 7% de los filmes con más ganancias en el 2016 fueron dirigidos por mujeres. Y de los filmes más premiados, solo el 28% lo fue. 

No se trata de debatir con quienes afirman que la obra debe ser juzgada aparte del artista, aunque valdría la pena preguntar a quienes defienden esta tesis si en serio consideran que el trabajo debe aceptarse sin importar los delitos y sin tomar en cuenta a quienes hayan salido lastimados en el camino. ¿Dejó de ser el arte humano? 

Por Alejandra Nieto