La versión de “La Bella y la Bestia” protagonizada por Emma Watson y Dan Stevens —cuyo original animado ganó un Oscar en 1991— ha recaudado nada menos que 170 millones de dólares en los Estados Unidos y 350 millones de dólares en todo el mundo. Con un presupuesto de 160 millones para la realización, el remake ha superado las expectativas y supone ser el mejor estreno en lo que va del año.
El film ha generado controversia al mostrar una princesa feminista que sobrevive a una sociedad notoriamente machista e introducir al primer personaje abiertamente homosexual en la historia de Disney, por lo que fue censurado en un cine del estado de Alabama y calificado como ‘no apto para niños’ en Rusia.
La actriz, autoproclamada embajadora del feminismo, protagoniza a una joven juzgada por una sociedad estereotipada. Sin duda, Emma y su personaje comparten ese deseo por superarse y descubrir el mundo, sin importar los prejuicios sociales. “He amado esta producción desde que tenía unos cuatro años. La película salió el año en que nací (1990), y me enamoré del personaje, pues era decidida, increíblemente independiente, quería conocer todo el mundo, leer y lograr a su vez una relación tan dinámica con la bestia en un esquema que no había visto en otro cuento de hadas”, recuerda la protagonista.
La cinta, dirigida por Bill Condon, se une a la lista de adaptaciones a imagen real de los clásicos animados de Disney, tales como “El libro de la selva” (2016), “Cenicienta” (2015), “Maléfica” (2014) y “Alicia en el país de las maravillas” (2010) . Sin embargo, hasta el momento no ha logrado alcanzar la impresionante cifra obtenida por esta última, que logró 1.000 millones de dólares en todo el mundo.
En definitiva, “La Bella y la Bestia” ha destronado a las demás princesas y se impone como el séptimo mejor estreno de la historia en las salas norteamericanas.
