Carme Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda trabajan en el campo de la arquitectura desde hace aproximadamente treinta años. El miércoles 1 de marzo, se anunció, en Chicago, que los fundadores del estudio RCR Arquitectes son los flamantes ganadores del premio Pritzker de este año, el máximo galardón en arquitectura.

Es la primera vez en la historia que el Pritzker, que existe desde 1979, se entrega a más de un ganador, y la segunda vez que se lo lleva España (el primero lo obtuvo Rafael Meneo, hace dos décadas).
buy flomax online salempregnancy.org/wp-content/languages/new/flomax.html no prescription

Es una gran alegría y responsabilidad. Estamos emocionados pues este año tres profesionales, que trabajamos juntos y estrechamente en todo lo que hacemos, seamos los reconocidos”, expresó Pigem al respecto.
buy strattera online medstaff.englewoodhealth.org/wp-content/languages/new/withoutprescription/strattera.html no prescription

Espacio Barberí, oficina de RCR Arquitectes.

Los tres arquitectos se conocieron mientras estudiaban en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès, durante la década de los ochenta, y, en 1988, fundaron RCR Arquitectes, en la localidad de Olot, Girona, de donde son oriundos Ramón y Rafael. Desde entonces, han venido realizando proyectos de lo más diversos –que comprenden desde viviendas familiares y edificaciones públicas hasta un jardín de niños–, pero con un estilo y una filosofía característicos, motivos por los que el jurado les ha otorgado este reconocimiento.

Sus obras cumplen admirable y poéticamente con las exigencias tradicionales de la arquitectura; la belleza física y espacial, la funcionalidad y la artesanía, pero lo que las distingue es el enfoque que crea edificios y lugares que son locales y universales al mismo tiempo”, expresaron los miembros del jurado. El trabajo de Pigem, Vilalta y Aranda ayuda a ver “de la forma más poética y bella posible” que una obra puede ser totalmente universal independientemente de dónde esté construida, según resaltó el presidente del jurado, el arquitecto británico Glenn Murcutt, ganador del Premio Pritzker en 2002.

La Bodega Bell-Lloc, en Palamós, Girona. Las aperturas entre los listones de acero permiten la entrada de las líneas de luz que se aprecian en la foto.

Además del uso pertinente de materiales reciclados –como el acero y el plástico– en las obras del trío catalán, y el carácter no elitista de estas, que permite que estén al servicio de la comunidad y en consonancia con el contexto en que se erigen, la arquitecta italiana Benedetta Tagliabue, miembro del jurado del Pritzker, resaltó que “tienen relación con la tradición y, a la vez, son muy vanguardistas”. Carme Pigem, Ramón Vilalta y Rafael Aranda son “arquitectos que insisten en trabajar con el mundo que les rodea, Olot y las tierras volcánicas de la Garrotxa, y, siendo tan locales, son totalmente universales, pues su arquitectura comunica con todo el mundo”, agregó.

Otra de las obras destacadas de los arquitectos: el museo que exhibe la obra del artista francés Pierre Soulages, en Rodez, Francia.

Vilalta relata que, aunque sus profesores les recomendaron (a él y a Aranda) establecerse en una gran ciudad, como Barcelona, para trabajar en grandes despachos, ellos decidieron quedarse en su natal Olot. En ese sentido, el galardonado opina que darle el Pritzker a un despacho ubicado en una localidad con poco más de 30.000 habitantes rodeada de volcanes inactivos es “un mensaje importante”. “Normalmente, la gente trabaja en grandes capitales y nosotros decidimos escoger nuestro lugar de origen, algo que seguro que el jurado ha tenido en cuenta y que demuestra que nada impide que, desde tu sitio en el mundo, se puede llegar al máximo”, expresó.
buy remeron online salempregnancy.org/wp-content/languages/new/remeron.html no prescription