La televisión y el teatro han sido su hábitat natural en los últimos años. En esos mundos, donde su nombre es sinónimo de experiencia y éxito, Ricardo Morán se mueve con una destreza natural. Ahora, sin embargo, se encuentra en medio de una nueva aventura y, a la vez, a punto de alcanzar un sueño de juventud. “Entré a la universidad para estudiar Comunicación y ser director de cine”, explica.

Recordar su etapa universitaria es verse como algo que siempre ha sido: un cinéfilo. “Mi cuarto estaba lleno de películas y revistas de cine”, revela. No obstante, una vez graduado, el teatro lo sedujo: empezó un taller de actuación, a dirigir sus primeras obras y así pasaron 20 años.

“Estaba en ese camino cuando comencé a dirigir televisión”, rememora. Todo fue pasando muy rápidamente, casi sin pensarlo. Luego vino la oportunidad de conducir  el reality “Yo soy”, en lo que está inmerso hasta ahora. Pero el cine siempre estuvo ahí, como una deuda pendiente.

Una Navidad en verano

Sentado en una pequeña silla de madera, Ricardo Morán está rodeado de tres o cuatro personas con quienes comenta detalles técnicos de la grabación. El set está decorado como una casa de familia, con paredes y accesorios de colores pastel que contrastan con el gris abandono en medio de la Quinta Heeren, en Barrios Altos. Morán da indicaciones y sugiere a los actores que cambien algo específico (el tono de voz, postura o dicción) antes de volver a repetir una toma. Lo hace cuatro, cinco o seis veces, las veces que sean necesarias hasta que salgan perfectas.

“En 30 años, si sigo vivo, voy a sentarme a ver esta película. Por eso, quiero hacerla de la mejor manera posible, lo más impecable que pueda”. Morán se refiere a Una Navidad en Verano, la cinta que marcará su debut como director el próximo 30 de noviembre en salas a nivel nacional. El elenco del filme está conformado por Maricarmen Marín, Marco Zunino, Armando Machuca, entre otros artistas.

Una Navidad en verano es una comedia familiar que trata sobre un suceso inesperado que les ocurre a Daniela (Maricarmen Marín) y los cuatro niños que cuida durante los días previos a Navidad. Tiene partes de musical y partes de drama, asegura Morán. “Mi objetivo es que el público se divierta, pero que también se conmueva”, indica.

Y es que esta primera película de Morán busca profundizar en el significado que le damos a la palabra “familia”. “A pesar de lo que nos quieran decir, en nuestro país muchas familias se han ‘construido’”. El director se refiere a los niños abandonados que son criados por madres solteras, tíos, abuelos o extraños. “Creo que mucha gente puede identificarse con estos personajes”, agrega.

Por André Agurto

Fotos: Cortesía de Rayo en la botella