La nueva campaña de Disney, #DreamBigPrincess, busca que las niñas puedan romper moldes y salir de los estereotipos de género: convertirse en princesas, sí, pero de las que sueñan en grande. 

Las princesas Disney han estado encasilladas durante mucho tiempo en roles de mujeres que necesitan ser salvadas por alguien, en la mayoría de casos, un príncipe. Sin embargo, en los últimos años, la compañía ha buscado desarrollar personajes femeninos más fuertes e independientes, dejando atrás los discursos negativos que rodean a las princesas. 

Como parte de esta estrategia, Disney ha lanzado la campaña #DreamBigPrincess, que busca revelar historias de niñas y jóvenes de la vida real que sueñan en grande. Si bien la compañía no ha emitido un comunicado señalando que el propósito real de la campaña es desvincularse de los roles de género, sí lo ha dado a entender a través del mensaje de esta nueva propuesta: por cada imagen que se comparta con el hashtag #DreamBigPrincess, Disney donará 1 dólar a la fundación Girl Up de las Naciones Unidas. Esta fundación busca promover el liderazgo y empoderamiento de las mujeres alrededor del mundo, especialmente en los países donde es más difícil ser mujer. La meta es recaudar 1 millón de dólares en total. 

Mujeres para mujeres

Para alcanzar la recaudación proyectada y darle mayor visibilidad a la campaña, Disney ha contactado a 19 fotógrafas de 15 países diferentes, entre las que destacan Kate T. Parker -autora del libro Strong is the New Pretty (2017)- y Annie Griffiths -una de las primeras mujeres en trabajar para National Geographic-. 

Las fotógrafas contactadas por Disney han podido retratar historias conmovedoras de niñas y jóvenes que aspiran a cumplir sus metas. Se han alejado de la estética de los retratos cliché, para revelar facetas inspiradoras de sus personajes. Por ejemplo, T.Parker fotografió a Grace, una adolescente de 14 años que sobrevivió un cáncer -actualmente tiene una prótesis en una de sus piernas- y sueña con ser una atleta parolímpica. Esta fotografía se realizó en blanco y negro, y en un íntimo retrato en primer plano. 

Fotografía: Kate T. Parker

“Las princesas pueden lucir perfectas, ser perfectas y tener su cabello en orden; pero al siguiente momento pueden estar luchando en el barro”, explicó Parker en la revista Glamour. “Y eso está perfectamente bien. Tenemos esas contradicciones en nosotras y no es negativo: puedes ser un tomboy y también preocuparte por tu apariencia”. Por otro lado, en el vídeo, Griffiths explica: “Si sigues diciéndole a tus hijas que sueñen a lo grande, que lo intenten a lo grande, que piensen a lo grande, eso despertará su preciosa curiosidad”.