El Rastrillo es mucho más que un evento profondos entre los muchos que se realizan en Lima; se ha convertido en una tradición que, hace más de dos décadas, llegó al Perú para quedarse y formar parte de nuestras vidas. Así, año tras año, esta emblemática iniciativa lleva ayuda a cientos de niños y jóvenes peruanos en estado de abandono, y les brinda la atención y el ambiente que no han podido recibir en sus familias.

El evento, que siempre convoca a mucha gente con ganas de colaborar, es organizado por Nuevo Futuro y Fundades, con la finalidad de financiar los cinco centros de atención residencial que administran; los fondos reunidos, además, se destinan a la implementación del Programa de Prevención del Abandono Infantil, que trabaja los temas de autoestima y liderazgo de los jóvenes en colegios de Lima Sur.

Este año, El Rastrillo volverá a abrirnos sus puertas desde el jueves 18 hasta el domingo 21 de agosto en el Pabellón Echenique del Puericultorio Pérez Araníbar, el cual viene siendo restaurado especialmente para albergar los más de 200 stands, shows folclóricos, y el esperado desfile de moda inaugural que organiza Mariana Correa de Hochschild, donde mostrará lo último de Ani Álvarez Calderón, Karen Mitre, Isidra, Imagen 100 y AguaclaraPor otro lado, no podía faltar la presencia de nuestra gastronomía, que estará representada por restaurantes como Amoramar, La Huaka, La Gloria, La Bonbonniere, entre otros. La famosa tómbola, el cuarto de las ofertas y la zona de niños tampoco se harán extrañar.

Mariana Correa de Hochschild es quien organiza el desfile de moda inaugural de  El Rastrillo.

Mariana Correa de Hochschild es quien organiza el desfile de moda inaugural de El Rastrillo.

Estamos con una ilusión enorme”, señala Cristina Matossian, presidenta fundadora de Nuevo Futuro en el Perú (la organización nació en España a fines de los años sesenta) e integrante de la junta directiva de Fundades, quien trajo inicialmente El Rastrillo desde su España natal, y hoy se encuentra realizando todos los preparativos del evento junto a su equipo de voluntarias (entre ellas se encuentra Marita Custer, vicepresidenta de Nuevo Futuro y una de las principales colaboradoras de El Rastrillo).

“Vine a vivir al Perú cuando me casé, y desde pequeña había apoyado a El Rastrillo de España, porque la fundadora de Nuevo Futuro, Carmen Herrero, era muy amiga de mi madre. Es así que cuando vine al Perú, me pidió representar a Nuevo Futuro aquí”, señala Cristina, quien luego nos cuenta que en sus hogares reciben a niños de hasta 6 años, declarados judicialmente en abandono, hasta que se resuelva su situación legal, ya sea volviendo con sus familias o siendo adoptados.

Marita Custer y Cristina Matossian, vicepresidenta y presidenta, respectivamente, de Nuevo Futuro.

Marita Custer y Cristina Matossian, vicepresidenta y presidenta, respectivamente, de Nuevo Futuro.

FORMACIÓN Y PREVENCIÓN

¿Con El Rastrillo logran financiar al 100% los hogares que administran?
Cubrimos el 50% de nuestros costos. Después de ocho años trabajando en los centros de atención, hemos empezado a enfocarnos en la prevención y en procurar formar adecuadamente a los chicos para que el día de mañana, cuando sean adultos, tomen buenas decisiones y no abandonen a sus hijos.

¿Y en qué consiste ese programa de prevención?
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Empezamos trabajando en colegios de las zonas marginales de Lima Sur, entrando en sus currículos. Dictamos una serie de talleres durante todo el año para inculcar responsabilidad y autoestima, resolver conflictos familiares… todo lo que implica dar seguridad a los chicos. Primero comenzamos trabajando con adolescentes, pero la experiencia nos dijo que las malas conductas se adquieren desde más pequeños, entonces fuimos pasando a primaria y, desde el año pasado, estamos llevando a cabo un plan piloto desde inicial. También trabajamos con los padres, pues lo ideal es que los niños tengan una formación adecuada a todo nivel.
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El problema es que los padres muchas veces replican en sus hijos lo que ellos han vivido al provenir de familias desestructuradas.

Es muy difícil cortar el círculo…
Es lo más difícil; es por eso que tratamos de hacerlo trabajando desde un inicio con los padres, para que puedan dar a sus hijos una educación diferente a la que ellos recibieron.

¿Cuáles han sido los resultados hasta ahora?
La verdad es que ha sido supergratificante. Hace cuatro años empezamos el programa Acercándonos. Formando Formadores, que tiene el objetivo de forjar líderes para el futuro. Comenzamos trabajando con los chicos que más resaltaban de cada aula y, a partir del segundo año, metimos en este grupo a chicos que también son líderes, pero de una manera diferente, quizá no tan positiva, pero líderes al fin y al cabo. A ellos había que encausarlos por el camino correcto y hemos tenido un resultado fantástico, pues en el fondo lo que buscan es que alguien les dé la atención que se merecen. La idea a futuro es seguir trabajando con los padres y con sus hijos desde que son pequeños.
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Detrás: Patricia Uzategui, Arantxa Pérez Madrid, Teresa Echecopar, Luz María Adrianzén, Milagros Álvarez Calderón y Sandra Galdós. Delante: Claudia Ganoza, Sandra Jiménez, Adriana de la Riva, Cristina Matossian, Zoila Eschenone, Marita Custer y Erika de la Jara.

Detrás: Patricia Uzategui, Arantxa Pérez Madrid, Teresa Echecopar, Luz María Adrianzén, Milagros Álvarez Calderón y Sandra Galdós. Delante: Claudia Ganoza, Sandra Jiménez, Adriana de la Riva, Cristina Matossian, Zoila Eschenone, Marita Custer y Erika de la Jara.

El Rastrillo se lleva a cabo desde hace veintidós años. ¿Te acuerdas de la primera edición que organizaste?
¡Cómo no me voy acordar! (ríe), Tere de la Piedra fue la voluntaria que me ayudó a hacerlo los dos primeros años; gracias a ella existe El Rastrillo, porque yo no conocía a tanta gente, acababa de llegar al Perú. Compartí con ella la idea de plasmar esta iniciativa, la asumió totalmente y luego me fue pasando la posta. Hay muchas voluntarias que están conmigo desde los primeros años, y también hay mucha fidelidad por parte de empresas que están con nosotros desde el principio, año tras año, apoyándonos. Lo agradecemos muchísimo.

¿Qué expectativas tienen para este año?
Creemos que va a aumentar muchísimo el público; el acceso va a ser muy cómodo, vamos a tener parqueo… Creo que la afluencia va a aumentar muchísimo. Además, me hace mucha ilusión remodelar el Pabellón Echenique, le he cogido mucho cariño, va a quedar tan bonito… Todo está saliendo muy bien, veo a la gente con muchas ganas, hay una vibra positiva fantástica y eso es lo más importante.

Por Adriana Tudela