Desde el piso 21 de la Torre Begonias, Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE) y alto ejecutivo de Buenaventura, apunta con el dedo las obras que en calles circundantes viene ejecutando el municipio. “Mira las calles cerradas, la avenida bloqueada. ¿Sabes cuántos negocios han quebrado por esto? ¿Acaso hicieron consulta previa?”, se pregunta.

La importancia del sector minero para la economía peruana, el contexto de bajos precios internacionales de los minerales y los resultados de las elecciones generales abren muchas preguntas en torno al futuro de dicha actividad económica en el Perú. Estas son las respuestas de uno de los ejecutivos más poderosos de la minería en el país.

Carlos Gálvez Pinillos fue elegido presidente de la Sociedad Nacional de Minería en enero del año pasado. Reemplazó en el cargo a Eva Arias.

Carlos Gálvez Pinillos fue elegido presidente de la Sociedad Nacional de Minería en enero del año pasado. Reemplazó en el cargo a Eva Arias.

Roque Benavides, presidente ejecutivo de Buenaventura, anunció que Conga no era viable ni económica ni socialmente.
En realidad, comentó algo que ya se había reportado. Un recurso mineral, para que sea considerado reserva, tiene que cumplir con cuatro condiciones: que sea técnicamente viable, económicamente factible, ambientalmente amigable y socialmente aceptable. El año pasado, después de tanto bregar, se llegó a la conclusión de que, oficialmente, había que reconocer que Conga no tenía la aceptación social a pesar de que se tenían las autorizaciones del Estudio de Impacto Ambiental. No es ningún cambio. Es un refrito.

Hay quienes dicen que Newmont y Buenaventura se han salvado, dado el contexto de precios bajos…
Lo peor que le puede ocurrir a una compañía es hacer un proyecto y comprometerse con un nivel de deuda en función a un retorno y que, al término de la construcción, se caigan los precios internacionales. Si uno lo ve dentro de ese contexto, efectivamente, nos hemos salvado de lo peor. Si uno se endeudaba, la compañía iba a tener dificultades. Pero esa es una mirada de corto plazo, y la industria minera tiene una mirada de largo plazo.

Entonces, ¿Conga no va?
Antamina se desarrolló cincuenta años después de ser descubierto. Cuando yo era niño, ya se hablaba de Toromocho. Y se hizo. Igual ocurrirá con Conga. Seguro en otras circunstancias. No solo se necesita que sea técnicamente factible por las condiciones del mercado. También tiene que haber, probablemente, la nueva cara de alguien que represente una nueva empresa y que tenga un acercamiento distinto a la población. Tiene que hacer “clic”.

En las elecciones generales, en Cajamarca, arrasó Gregorio Santos. Marco Arana es virtual congresista…
Hay una población que tiene un gran resentimiento por su postergación. Y acá se da una circunstancia muy particular: quien se encargó de hacer que la población quedara postergada resulta respaldado. Hoy Santos es el beneficiario del resentimiento de la población que no entendió que él mismo es el gran causante de que las inversiones no se realicen. Respecto a Marco Arana, la verdad es que yo, en lo personal, me sentiría muy feliz de que llegara al Congreso. Porque una cosa es ser un freelance despotricando contra todo lo que se encuentra en el camino y otra cosa es discutir dentro de los cauces democráticos y políticos; y que discuta los argumentos de sus proyectos.

Otra noticia relacionada con la minería es el Premio Goldman que ha recibido Máxima Acuña.
Yo me hago estas preguntas. La señora Acuña declara tener posesión desde el año 2011 sobre una propiedad. Pero, para tener posesión, uno tiene que estar instalado en el lugar permanentemente durante cinco años. Resulta que la señora tiene nueve posesiones en distintos lugares. Quiere decir que está instalada permanentemente en nueve lugares a la vez. ¿Se puede? Aún no tengo el don de la ubicuidad. Parece que ella sí lo tiene. Recuerdo un caso: ¿Orellana se llamaba el señor que se hizo de una serie de propiedades en el Perú? Algo de eso se me ocurre que puede haber sucedido, pero en el área rural.

Antes de las elecciones, una encuesta indicaba que solo el 3% quería que el modelo se mantuviera tal y como está. El resto hablaba de cambios en mayor o menor medida.
Hay que ver qué entienden por modelo.

Pero sigue siendo un porcentaje elevado el que quiere cambios.
Pero, claro, yo también los quiero. Yo también quiero que el seguro social atienda a la población, que los colegios eduquen, que la policía brinde seguridad, que haya más reducción de la pobreza, que se respeten las reglas y que se apliquen. ¿Eso significa cambiar el modelo económico? No. Eso es cambiar el modelo de relacionamiento entre los ciudadanos.

La producción minera creció el año pasado…
De manera muy importante. Acabo de llenarme la boca en Chile hablando de la forma como ha crecido la producción en el Perú y cómo nos estamos convirtiendo en el segundo productor de cobre del mundo.

Entonces, ¿cuál es el problema ahora?
Los permisos y estudios toman décadas. Los proyectos que se han ejecutado (Constancia, Toromocho, Las Bambas y la ampliación de Cerro Verde) son producto de inversiones de la década pasada. La “permisología” y la “tramitología” no solo están en el sector minero. Todo está trabado. Nosotros hemos repetido hasta el cansancio que no se trata de festinar procesos, sino de evitar loops innecesarios.

¿Qué se ha hecho desde el gremio para tratar de cambiar esto?
Propuestas hemos hecho, lo que pasa es que la burocracia es una entidad que tiene vida propia. Miro a los ministros sentados en su burbuja creyendo que están gobernando. Y abajo hay una dinámica distinta que se maneja con sus propios tiempos y que genera sus propias condiciones internas. La cosa no se mueve.

¿Qué autocríticas se puede hacer el sector minero?
Múltiples. El relacionamiento, por ejemplo. En el Perú tenemos el deporte de señalar con el dedo acusador. Hay que tener presente que, cuando uno señala al otro echándole la culpa, hay tres dedos que le están echando la culpa a uno. Reconozco que nosotros pudimos haber tenido una serie de carencias. Pero no estamos solos. Tenemos todos que hacer un esfuerzo.

¿Qué ocurrirá con Tía María?
Hay que esperar que se consiga un mejor relacionamiento. Necesitamos que haya viabilidad técnica, económica, ambiental y social. Las cuatro cosas son las que hacen posible un proyecto.

¿Van a promover que salga durante el próximo gobierno?
El de Tía María es un tema social, principalmente. Por ejemplo, yo, cuando opté por casarme con mi esposa, fue porque la enamoré, no porque le puse plata encima.

Por Moisés Navarro Palacios
Fotos de Sanyín Wu