Camila Visscher nació en Argentina, pero vive enamorada del Perú. Hace quince años, cuando sus padres se divorciaron y decidió venir a vivir a Lima junto a su papá, entró a estudiar al colegio Los Reyes Rojos, en el que sus intereses por el arte cobraron mayor relevancia. Sobre todo, cuando conoció a la ilustradora Andrea Lértora, que además fue su profesora y es uno de sus grandes referentes. “Ella siempre me inspiró y me dio ánimos para que yo continuara pintando y me dedicara al arte. Y, también, fue quien me dio mis primeros trabajos de ilustración”.

Poco después, Camila conocería el aspecto comercial del arte al entrar a trabajar en la galería de Fito Espinosa, en la que aprendió sobre la venta de cuadros y producción de grabados. Sus distintas exposiciones colectivas llegarían en 2015, cuando se encontraba trabajando en La Kasa Roja, la galería de Cherman Quino. Y, a fines de ese mismo año, llegó el reto de su primera exposición individual: Raíces, una serie de autorretratos. “Fue una exposición muy personal. Como soy autodidacta, para mí pintar es un descubrimiento constante”, dice Camila.

Camila nació en Buenos Aires. Cuando tenía ocho años, vino a vivir a Lima.

Descubrió en el colegio su motivación por la pintura, y allí mismo encontró su espacio en la música. “Comencé a cantar en las bandas escolares y, antes de entrar a Semillas, estuve en varios grupos donde, usualmente, hacíamos covers”, cuenta. Semillas es una banda peruana de reggae en la que comenzó como corista, allá por 2013. Desde entonces, ha ido ganando protagonismo. “Ahora, estamos trabajando en un nuevo disco en el que también participo como voz principal en algunas canciones”, comenta.

La persona más importante para Camila es su padre, quien siempre ha apoyado sus distintas facetas artísticas.

Antes de hacer reggae, escuchaba rock progresivo y bandas como Pink Floyd y The Beatles. “Pensaba que las canciones de reggae eran lo mismo. Luego, descubrí que hay diferentes ramas y que se puede ir aprendiendo y creando cosas distintas”, dice. Con Semillas, no solo ha perdido el miedo escénico: también busca su propia voz; una que, a futuro, planea moldear del todo para lanzarse como solista. 

Texto: Romina Badoino
Fotografía: Gonzalo Miñano
Estilismo: Sara Vílchez
Maquillaje y peinado: Olga Soncco
Producción: Aissa Chrem, Paola Gianino
Agradecimientos: Forever 21, H&M