Una fotografía los sacó de la férrea discreción que han puesto como escudo entre el mundo y su relación. Hablamos de Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo y su esposo, el arquitecto Gauthier Destenay

La imagen en cuestión fue tomada en la última cumbre de la OTAN en Bruselas. Se trata de la fotografía oficial que, hasta ahora, se tomaban las primeras damas. En ella, Destenay, a la izquierda superior, opaca la presencia de las más mediáticas Melania Trump y Brigitte Trogneaux.  

Gauthier Destenay

Relación

“Me preguntó si quería casarme. Yo dije que sí”, contó Bettel en una entrevista a Los Angeles Times sobre el momento en el que Destenay le propuso matrimonio. La boda se produjo el 15 de mayo 2015, aunque el inicio de la relación data de cinco años atrás. A la ceremonia, oficiada por la alcaldesa de Luxemburgo, asistieron unas 500 personas y la prensa no tuvo acceso. A pesar de las millonarias ofertas de revistas de toda Europa, la pareja prefirió mantener aquel día (y casi toda su relación) en reserva.

Xavier Bettel

Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo, rodeado de su equipo.

Bettel es primer ministro de Luxemburgo desde el 2013. Sin embargo, su homosexualidad es pública desde que fue alcalde de la capital de este país de Europa Central (2011-2013). “Nunca fui el ‘candidato gay’. La gente no votó por mí porque soy homosexual o heterosexual”, declaró en la misma entrevista, tratando de resaltar sus cualidades por encima de su vida privada. De esa manera, la relación se ha convertido en la primera boda gay de un primer ministro europeo. La unión se dio meses después de que en Luxemburgo se aprobaran los matrimonios homosexuales.

Destenay, por su parte, es un arquitecto belga graduado de la Universidad de Liege. Luego de que apareciera en el grupo de los cónyuges de los líderes, la anécdota cobró más notoriedad porque la cuenta oficial de la Casa Blanca omitió su nombre al subir la foto al Facebook. Diez horas después, tras las críticas, enmendaron el error, pero sin dar explicaciones.

Vidas sociales

Bettel evita referirse a su relación. Las pocas veces que lo hace ha sido por los aniversarios de boda. Lo hace, sin embargo, recordando los innumerables vejámenes que aún tienen que vivir las minorías sexuales. El último 15 de mayo, tuiteó: “Segundo aniversario de bodas hoy. Pero una vergüenza que en más de 70 países leyes anti-homosexuales aún existan”.

Asimismo, cuando cumplió los primeros 365 días de relación, el gobernante se limitó a poner:  “Un año de felicidad, pero no olvidar que enamorarse todavía es un crimen en algunos países”.

La pareja, que ha decidido aparecer pocas veces en público, sorprendió en la última cumbre de la OTAN. Antes, ambos asistieron en marzo pasado al Vaticano a un evento por los 60 años del Tratado de Roma. Ambos fueron recibidos de forma amable por las autoridades religiosas.

De esta manera, Bettel se ha convertido en el tercer líder de Europa que declara abiertamente su homosexualidad (antes lo hicieron la primera ministra islandesa, Jóhanna Sigurðardóttir, y su homólogo belga, Elio Di Rupo) y su pareja, en el esposo y primer caballero de risa afable que no le incomoda el papel que tiene en la actualidad. Un ejemplo de tolerancia para otros países cegados por la homofobia.