En la presentación de su película BlacKkKlansman en el Festival de Cannes, el realizador estadounidense contó que tuvo que modificar la cinta tras los sucesos de Charlottesville, en los que un hombre blanco atropelló a un grupo de ciudadanos que marchaban en contra de una manifestación racista.
Spike Lee aprovechó la atención generada por su película BlackKkKlansman en Cannes para decir todo lo que pensaba sobre Donald Trump. El realizador, de 61 años, interrumpió en un par de ocasiones a la prensa que asistió a la presentación de la cinta -y que se dirigía básicamente sólo a él- para conminarlos a preguntar también a los actores. Pero su genio -o espíritu combativo, como se le quiera llamar- se lo impedía constantemente: sus ideas se habían estado macerando demasiado tiempo y era hora de dejar claro lo que pensaba.
La película, que trata sobre un policía afroamericano de Colorado que logra infiltrarse en el grupo ultra racista Ku Kux Klan a través de un amigo blanco (y judío) durante el gobierno de Richard Nixon, es tristemente actual dado el permanente estado de conflicto entre unos y otros que se legitima gracias al gobierno de Donald Trump. Spike Lee se rehusó, durante gran parte de la conferencia, a pronunciar el nombre de Trump, llamándolo «ese hijo de puta cuyo nombre ni siquiera quiero mencionar».
La importancia de Charlottesville
BlackKkKlansman tenía otro final hasta que, en agosto de 2017, un blanco supremacista arrolló a un grupo de personas que marchaban pacíficamente contra el racismo en Charlottesville, Virginia. Heather Hayer, una de las personas atropelladas, murió. «La película tenía otro final, pero puse la tele, y vi en la CNN el atropello en Charlottesville. Supe que había que contarlo. Hablé con la madre de la asesinada, Heather Heyer, y me dio su bendición para que apareciera en la película. Después de Charlottesville, ese hijo de puta [refiriéndose a Trump], que define el momento no solo para Estados Unidos, sino para todo el mundo, tuvo la ocasión de decir que apoyamos el amor y no el odio. Y el hijo de puta no denunció ni a los cabrones del Ku Kux Klan, ni a la derecha radical ni a los malditos nazis«, afirmó acalorado Spike Lee.
A partir de esta reflexión, el director neoyorquino no se cansó de atacar a Donald Trump y a otros líderes internacionales, siempre aterrizando en la difícil realidad de los Estados Unidos. “Pedimos a nuestros líderes que nos dirijan y que tomen decisiones morales. Por desgracia, no solo ocurre en Estados Unidos, sino que esa mierda pasa en todo el mundo. No es un problema de negros o blancos, sino mundial. Todos vivimos en el mismo planeta. Y ese tipo, el de la Casa Blanca, tiene el código nuclear. Y además están el de Corea del Norte y el de Rusia. ¿Qué diablos está pasando?”, se preguntó.
Por último, Lee se refirió a BlackKklansman como algo más que una película. “Para mí es una llamada para que nos despertemos, en estos momentos en que la mentira se anuncia como verdad. Me da igual lo que digan los críticos. Sé que estamos en el lado correcto de la historia con esta película. Y perdónenme mi lenguaje, pero la mierda que estamos sufriendo me empuja a maldecir”, finalizó.