Hace 25 años, el drama bélico de Steven Spielberg se alzó con 7 premios Oscar tras su estreno en cines. Para celebrar su aniversario, aquí recordamos las razones que convierten a La lista de Schindler (1993) en todo un clásico que se mantiene vigente.

Un sinfín de películas han intentado recrear las atrocidades a las que llegó el nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, muy pocas producciones han logrado conmover al público como El pianista (2002), La vida es es bella (1997)La lista de Schindler (1993).

Basada en el libro El arca de Schindler (1984) del escritor australiano Thomas Keneally, el film sigue la historia de Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán que salvó de morir en el Holocausto a más de mil judíos polacos empleándolos como trabajadores de sus fábricas.

El director Steven Spielberg visitó los restos del campo de concentración Auschwitz-Birkenau, en Polonia, para la producción de «La lista de Schindler», 1993. 

A pesar de que Spielberg no se sentía preparado para rodar una historia sobre el Holocausto (el director es judío), finalmente se animó a realizar el proyecto después de que Universal Pictures adquiriera los derechos del libro. 

¿El resultado? Tras filmar por dos meses y medio en Cracovia, Polonia, La lista de Schindler (1993) se estrenó ese mismo año y se convirtió en un rotundo éxito: recaudó 321,2 millones de dólares en todo el mundo y fue galardonada en los Oscar, BAFTA, y Globos de Oro.

Si aún no has visto la película o si quieres volver a verla, aquí recordamos 5 razones por las que debes regresar a este clásico. 

1. Está basada en una historia real 

El escritor Thomas Keneally se inspiró en la vida de Poldek Pfefferberg (Cracovia, 1913) para escribir la novela El arca de Schindler. Pfefferberg, sobreviviente del Hocolausto, trabajó en la fábrica de Oskar Schindler cerca al campo de concentración de Cracovia-Plaszow.

La novela del australiano Thomas Keneally fue adaptada para la película. El autor viajó a Cracovia el mismo año del rodaje. 

Tras sobrevivir a la guerra, Pfefferberg se trasladó a Estados Unidos e instaló un negocio de artículos de cuero. Interesado en dar a conocer la historia de Schindler, conoció a Thomas Keneally en su tienda y, cuando se enteró de que era un novelista, le propuso escribir una novela.  

2. La película tiene un claro estilo documental 

Inspirado en el documental francés Shoah (1985), que se centra en el exterminio de las comunidades judías durante la Segunda Guerra MundialSpielberg decidió filmar la película como un documental. 

Steven Spielberg en Polonia para la premiere de la película en 1994. 

Para darle un estilo atemporal y real, el director decidió filmarla en blanco y negro. Además, el cuarenta por ciento del metraje se rodó cámara en mano, lo que también fue vital para darle espontaneidad al proyecto. 

3. La actuación de Liam Neeson

Spielberg no quería un rostro famoso para su película y, tras ver a Liam Neeson en una obra de Broadway, decidió contratarlo para el personaje principal. 

Liam Neeson es el actor principal de «La lista de Schindler».

Si bien uno de los aspectos más celebrados de La lista de Schindler (1993) es la actuación del actor neerlandés, Neeson no disfrutó totalmente el proceso de rodaje y lo confesó en una entrevista.

4. La banda sonora es increíble 

Entre los premios Oscar que ganó la película en 1994 está el de «Mejor banda sonora». A cargo del compositor John Williams (que ha trabajado con Spielberg en casi todas sus películas y en Harry Potter), la música instrumental de la película es considerada como una de las mejores en la historia del cine. 

Junto al trabajo de Williams, el violín del israelí Itzhak Perlman es una pieza indispensable para situar al espectador en una atmósfera llena de dolor y a la vez esperanza. 

5. Epílogo 

La película cierra con una enorme lección de vida. A pesar de que Schindler se lamenta por no haber salvado más vidas, los judíos que ayudó le entregan un anillo con una inscripción del Tamud: “quien salva una vida, salva al mundo entero”.

La película se estrenó el 24 de febrero de 1994 en el Perú. 

En el prólogo, vuelve el color con una escena de los auténticos judíos de Schindler rindiendo tributo a su salvador en Jerusalén. Al final de la película, cada uno deja una piedra sobre la tumba del empresario y el actor Liam Neeson una rosa.