Este fin de semana, la realeza británica se mezcló con las celebridades de Hollywood para presenciar la entrega de los BAFTA, en Londres. El duque y la duquesa de Cambridge asistieron por tercera vez a la ceremonia; sin embargo, la historia de los miembros de la familia real que apoyan al equivalente británico de los Oscar se remonta a 1959.
La reina Isabel II
A principios de la década de 1970, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo donaron los derechos de autor del documental Royal Family de Richard Cawston a la Society of Film and Television Arts – SFTA (precursor de BAFTA), lo que permitió a la organización mudarse de su suite de oficinas en Great Portland Street (Londres) a 195 Piccadilly, el hogar de BAFTA desde entonces. Este lugar fue condicionado para albergar dos teatros y un espacio de reunión para miembros.
El edificio catalogado de Grado II y que fue anteriormente las galerías de la Royal Watercolour Society fue inaugurado por primera vez por el príncipe de Gales en 1882. En 1976, a la inauguración de estas nuevas oficinas centrales asistieron la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, la princesa Anne y el conde Mountbatten de Birmania.
La Society of Film and Television Arts (SFTA) pasó a llamarse British Academy of Film and Television Arts (BAFTA). Posteriormente, el 4 de abril de 2013, la reina Isabel II recibió un premio honorífico en reconocimiento a su destacado patrocinio de las industrias del cine y la televisión.
Los presidentes reales de BAFTA
El nombramiento del duque de Cambridge a la presidencia de BAFTA en febrero de 2010, sigue una larga tradición de patrocinio real. En la historia de los BAFTA todos los presidentes, a excepción del fallecido actor, director y productor de cine británico Richard Attenborough (2001-2010), han sido miembros de la Familia Real.
El duque de Edimburgo fue el primer presidente de la organización en 1959, un año después de que la British Film Academy (fundada en 1947) y el Gremio de Productores y Directores de Televisión se fusionaran para crear la Society of Film and Television Arts (SFTA).
El conde Mountbatten de Birmania, el tío del duque de Edimburgo, asumió la presidencia de la organización de 1966 a 1972. Louis Mountbatten, un hombre de cine por derecho propio y de importante estatus en su momento, fue acreditado con llevar las películas a los barcos del rey George a principios de los años 20 y diseñar el sistema para incorporar en los proyectores de todos los barcos el sonido, después de la era del cine mudo.
La princesa Anne
En 1971, el premio de la beca fue presentado para «reconocer los más altos estándares de trabajo en cine y/o televisión», y en ese año fue entregado por la princesa Anne a Alfred Hitchcock. Al año siguiente, la princesa se convirtió en el tercer presidente de la organización en su historia, reemplazando a Louis Mountbatten de Birmania.
En 1976, el año en que la SFTA pasó a llamarse BAFTA, la princesa Anne presentó a Sir Charles Chaplin en honor a su beca, el primer premio BAFTA, la máscara de bronce basada en el diseño original de la escultora estadounidense Mitzi Cunliffe.
En el transcurso de sus 30 años de participación en la Academia, la princesa Anne ayudó a aumentar la estatura de la organización en el Reino Unido e internacionalmente en un momento en que el cine y la televisión no se consideraban en el mismo espectro que la danza, el teatro y la ópera. El teatro principal de cine en la sede de BAFTA, 195 Piccadilly, fue rebautizado como el Princess Anne Theatre en su honor.
El príncipe William
Desde su nombramiento como presidente en febrero de 2010, el duque de Cambridge ha apoyado a BAFTA asistiendo a las galas y participando en sus actividades. El príncipe William sucedió a Richard Attenborough para convertirse en el quinto de su historia. A lo largo de su presidencia, el duque ha ofrecido generosamente su tiempo para ayudar a BAFTA a crear conciencia sobre su actividad caritativa.