Hay quienes la limitan para momentos y necesidades muy concretas, y aquellas que la veneran y la incluyen en la rutina diaria. Entonces, ¿exfoliar o no exfoliar? He ahí el dilema

Hay quienes consideran que la exfoliación es un paso debe incluirse en nuestra rutina de belleza solo en casos excepcionales, como también algunos que aconsejan practicarla a diario. Cuando hablamos de exfoliación, nos referimos al proceso para retirar las células muertas de la piel y que ha dividido a los expertos, algunos de los cuales rechazan su uso constante, mientras que otros promueven incluirla en la rutina diaria de cuidado facial.

Se deberá optar por una exfoliación mecánica o química, dependiendo de nuestro tipo de piel.

En contra

Desde su punto de vista de los críticos, la exfoliación es una «agresión innecesaria» que a la larga causa daño por la inflamación que produce. Pedro Catalá, uno de los farmacéuticos más reconocidos de España y fundador de la firma Twelve Beauty, explica que la exfoliación puede provocar pérdida de agua (necesaria para una piel sana) y de una proteína que libera péptidos y polisacáridos, que mantiene la hidratación natural de la piel.

Sin embargo, también reconoce que existen casos excepcionales: «Tras el verano, cuando la melanina deja de estar estimulada, se pierde color de forma no homogénea. Exfoliarse con arcilla dos veces por semana durante un mes ayuda a mantener el tono uniforme. En pieles muy grasas con tendencia a puntos negros la justificaría como rutina».

Exfoliación mecánica: se consigue frotando contra la piel productos que arrastren consigo las células muertas.

A favor

El dermatólogo angelino Harold Lancer —en quien confían Beyoncé o Victoria Beckham— es la otra cara de la moneda. El experto aconseja la exfoliación a diario, ya que asegura que es la única manera de eliminar el daño externo. ¿Cómo decidir, entonces, en quien confiar?

La verdad es que, incluso entre profesionales, existe un término medio. La Academia Americana de Dermatología (AAD) considera que la exfoliación si puede mejorar la apariencia de la piel. Claro, tomando en consideración que la frecuencia y forma de exfoliación deben adaptarse al tipo de piel.

La exfoliación química, o peeling químico, se utiliza para mejorar y suavizar la textura de la piel usando una solución química que desprende la piel muerta.

«Una piel grasa se debe exfoliar de una a dos veces por semana; una seca, cada 10 días; una sensible, cada dos semanas; y si se tiene una cicatrización reciente o se sometió a depilación, mejor posponerla», detallan. Entonces, ¿mecánica o química?  La primera debería reservarse para pieles rugosas, pero nunca en caso de acné. «Aumenta la actividad capilar y por tanto se produce más grasa». La química es apta para todo tipo de pieles, siempre y cuando no se tenga ninguna anomalía (como dermatitis atópica).

En conclusión, el truco está en escuchar a la piel. Y si existe alguna duda, antes de establecer una rutina y elegir un tipo u otro de exfoliación, la mejor recomendación es consultar con un dermatólogo.