Tratemos por un momento de retroceder imaginariamente en el tiempo y pensar en las parejas que, a fines del año pasado, se perfilaban como las más asediadas por la prensa internacional durante el 2015.
Entonces, nadie que no calificara como loco (o vidente), hubiera estado en condiciones de vislumbrar que un escritor peruano sería el protagonista excluyente del romance más inesperado y novelesco del año que se termina. Pero fue así, y la prensa ibérica se ha encargado en las últimas semanas de reiterar su absoluta devoción por el culebrón iniciado por Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa desde que fueran “pillados” por los paparazzi españoles mientras compartían un almuerzo en Madrid, en junio de este año.
Y el 2016 se presenta todavía más turbulento para ambos. La semana pasada, por ejemplo, la prensa ibérica trató ampliamente el asunto del homenaje por los 80 años del escritor, o mejor, la cancelación del mismo.
Según “Vanitatis”, se había previsto festejar en Arequipa el cumpleaños del novelista, que se celebra el 28 de marzo, con una serie de actividades para las que incluso se había confirmado la llegada al país de distintos intelectuales y escritores amigos de Vargas Llosa, provenientes de España y otras partes del mundo (el portal menciona los nombre de J.J. Armas Marcelo y Juan Cruz, entre otros).
De acuerdo con ese mismo medio, “la organización corría a cargo de Patricia Llosa, que ya tenía apalabrados hoteles con precios especiales y horarios de aviones, enlaces y traslado a Arequipa, lugar del encuentro. A ese cumpleaños se unirían también los tres hijos –Álvaro, Gonzalo y Morgana– con sus respectivos cónyuges e hijos”. Naturalmente, la separación del escritor y su nueva relación con Isabel Preysler terminaron por forzar la cancelación de todos los actos en honor a Vargas Llosa, aunque se especula que será la nueva pareja del Nobel quien se encargará ahora de preparar los festejos en su casa madrileña de Puerta de Hierro.
Las hijas y los libros
Otro de los temas que ha marcado la pauta de los programas dedicados al mundo del espectáculo y la chismografía (todavía cuesta un poco creer que nuestro escritor más universal se haya convertido en inveterado protagonista de esos espacios en tan solo unos cuantos meses) es la relación que han establecido los hijos de Preysler con la nueva pareja de su madre (en el caso opuesto, se sabe que el vínculo entre la filipina y los tres hijos del escritor es prácticamente nulo, aunque Álvaro ha sido el único que se ha referido a ella con mucha cordialidad).
Ana Boyer, por ejemplo, parece estar encantada con Vargas Llosa (“Es una persona encantadora, inteligente y llena de vida. Para la edad que tiene está muy bien”, declaró), mientras que Chábeli Iglesias fue responsable de uno de los deslices más deliciosos del fin del año en España al ser consultada sobre su conocimiento de la obra del peruano. “La verdad es que no he leído ningún libro de Mario, soy honesta. Hace treinta años que no vivo en España y leo en inglés. Me voy a dedicar a leer un poquito sus libros y a conocer un poquito más su persona”. Esperemos que le hayan pasado ya el link en Amazon que conduce a las incontables versiones disponibles de los libros de MVLL que han sido traducidos al inglés.
De libros, justamente, es de lo que menos se habla en tiempos recientes cuando se menciona a Vargas Llosa. Y eso es lamentable. Porque, además de los 80 años (y el divorcio o su eventual boda), el 2016 también será importante para el escritor peruano porque aparecerá en el mercado “Cinco esquinas”, su esperadísima nueva novela, que la editorial Alfaguara publicará en toda Iberoamérica a inicios de marzo.
Patricia en Arequipa
Mientras esto ocurría en España, Patricia Llosa mantenía una intensa agenda social en nuestro país. Primero, con la celebración de sus 70 años en un almuerzo campestre en Lunahuaná, al que asistieron sus tres hijos y una gran cantidad de amigos. Y luego, Patricia visitó la tierra natal del escritor, Arequipa, para participar junto a su hija Morgana en la primera edición del Festival Hay en esa ciudad.
Hay es un festival literario que nació en Gales, y que, debido a su éxito, rápidamente se replicó en otras partes del mundo. Se dice que, en su momento, cuando a Mario Vargas Llosa le consultaron qué ciudad del Perú sería perfecta para acoger al Hay Festival, no tuvo ninguna duda: Arequipa. La siguiente pregunta fue quién podría organizarlo con éxito, y el escritor señaló a la gestora cultural más talentosa que conocía: Patricia Llosa. Cabe precisar que, aunque nació en Cochabamba (Bolivia), Patricia pertenece a una de las familias más tradicionales de la Ciudad Blanca.
En Lima, Arequipa y Madrid, la vida no se detiene. Y la literatura tampoco.
Publicado originalmente en Cosas 583