En el Día de la Visibilidad Lésbica, recordamos a las royals que mantuvieron en secreto su amor por temor a ser juzgadas. ¿Las conocías?
Por Daniella Bejarano
Incluso en la realeza, han existido todo tipo de relaciones y amoríos. Sin embargo, la cuestión sexual se ha utilizado como acusación cuando ha sido necesario. Te presentamos algunas royals que, por temor al que dirán, dejaron ir o mantuvieron una relación en secreto y aquellas otras que fueron acusadas sin pruebas.
La reina Caroline de Brunswick
Tildada de lesbiana por su esposo, George IV, Caroline de Brunswick fue quizás la reina más desdichada de la corte británica. Desde el día de su boda, era evidente que ella y su pareja se repugnaban.
La acusación, fue nada más que una venganza de su esposo, quien estaba obsesionado por divorciarse de ella y ser libre para conquistar a cualquier otra mujer.
Reina Anne de Inglaterra, Escocia e Irlanda
Pero como todo relación pasional, la relación terminó con la llegada de la nueva favorita, Abigail Masham, prima de Sarah, causando celos entre ambas, motivo por el cual la también duquesa de Marlborough circuló el rumor sobre la relación lésbica de la reina y la amenazó con publicar todas sus cartas de amor.
Su relación con George de Dinamarca
Pese a sus amoríos, la reina Anne era muy querida por su esposo, George de Dinamarca, con quien pasó duros momentos al atravesar por 17 abortos naturales. Solo uno de sus embarazos tuvo éxito, pero su pequeño falleció con tan solo 11 años.
Una mujer muy inteligente, lectora, amante de los deportes y las artes que ocupó el trono por 22 años. La gran amiga de Descartes jamás se casó y unas notas encontradas entre las páginas de sus libros hicieron deducir que la reina era lesbiana.
La realidad fue que Cristina mantuvo una relación secreta con su prima Ebba Sparre, conocida como «la bella condesa», con quien compartía la mayor parte de su tiempo libre. Incluso llegó a presentarla ante el embajador inglés como su compañera de cama.
Cuando la reina tuvo que abandonar Suecia, continuó escribiéndole apasionadas cartas de amor y además, se encargó personalmente de conseguirle un buen esposo, Jakob Kasimir De la Gardie.
Nadejda Mountbatten, marquesa de Milford Haven
No fue hasta su pelea por la custodia de su hija que la verdad salió a la luz. Una criada salió a relucir que la esposa del príncipe George Mountbatten, mantuvo una relación lésbica con Gloria Morgan Vanderbilt.
Antes de partir a Estados Unidos, Lady Milford Haven denunció públicamente el testimonio de la criada como un conjuntos de mentiras terribles.
Sin embargo, Gloria no fue la única mujer que se relacionó con Nadejda, pues al parecer también mantuvo un amorío con su cuñada, Edwina Mountbatten, con quien siempre viajaba en busca de aventuras nuevas y peligrosas.
Hija de la amante del rey Charles II, Anne Lennard se casó a los 13 años con Thomas Lennard, primer conde de Sussex. Sin embargo, años más tarde, mantuvo una relación con una de las amantes de su padre, Hortense Mancini.
Al darse a conocer la noticia entre la sociedad, su marido la envió a un convento en París.
Isabel de Borbón-Parma
Con tan solo 17 años, se casó con el heredero de Austria, el futuro emperador José II. Pese a la adoración y amor de su esposo, Isabel no tenía ojos más que para su cuñada, María Cristina, de quien se enamoró perdidamente.
Existen al menos 200 epístolas entre ambas, en las cuales revelaban sus sentimientos más profundos. Tan fuerte fue su amor, que Isabel puso de nombre María Cristina a una de sus hijas, quien falleció horas después de nacer. Los restos de la pequeña descansan junto a su madre, quien falleció a los 22 años, en la cripta Imperial de Viena.
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