Pide al presidente que renuncie, advierte lo que podría pasar con Dina Boluarte, analiza las próximas elecciones y pide que la derecha haga una autocrítica. Alejandro Cavero, el parlamentario de Avanza País, propone varias reformas políticas importantes para salir de la crisis y retomar la agenda liberal.
Por Carlos Cabanillas
¿Qué iniciativas legales están tomando para subsanar las malas decisiones del Gobierno?
De un tiempo a esta parte, vengo sosteniendo que la única forma de salir de esta crisis política pasa por la renuncia del presidente Castillo o por su vacancia. Pero eso trae una serie de consecuencias, como la posibilidad de que el parlamento deba analizar recortar su mandato o la posibilidad de que asuma la vicepresidenta. Sin embargo, soy un fiel defensor de que no podemos ir a elecciones sin haber cambiado las reglas de juego. Es muy peligroso volver a tener el mismo resultado. Debemos tener un sistema electoral y político distinto o que por lo menos nos garantice una mayor estabilidad en el futuro. Por eso, en este momento, la reforma política es esencial.
La reforma política es clave, pero es un problema que tiene décadas. ¿No se está cayendo en la trampa de diluir la responsabilidad y compartir la culpa de esta crisis? El problema puntual ahora es el Gobierno.
El problema es el presidente de la República. Eso a mí me queda claro. Pero nada nos garantiza que si él sale no va a venir algo igual o peor. Por eso es fundamental cambiar las reglas y las instituciones políticas para salir de esta crisis perpetua. Eso es mirando a largo plazo. En el plazo inmediato, el problema es Pedro Castillo. Y tiene que renunciar.
No parece dispuesto a renunciar. Y el Congreso no tiene los votos para vacarlo. ¿Qué hacer?
El desgobierno es insostenible por cinco años. Su popularidad está en picada. El país se le escapa de las manos. Si no es el Congreso el que lo vaque, será la ciudadanía y la opinión pública. Eso será clave. Cuando tenga 5% de aprobación no podrá salir a la calle sin que lo insulten. Su gobierno será inviable. Este gobierno no tiene ningún logro. Ni siquiera continuar la vacunación, porque el ministro Condori nos hizo retroceder.
Ahora, no es solo un tema de popularidad, ¿no? Porque Toledo tenía menos popularidad, pero sí un gabinete infinitamente superior. Y el fujimorismo pidió que dé un paso al costado. Acá hablamos de incapacidad.
Además, hubo un acuerdo político para que el Congreso sostuviera un poco, con un gabinete con distintas tendencias políticas.
¿Qué pasa si da puestos meramente simbólicos a la oposición?
Yo soy muy escéptico de que eso vaya a ocurrir, porque el Congreso le ha dado cuatro oportunidades y no ha podido enmendar. Al contrario: hemos ido de mal en peor.
¿Cómo defender la tecnocracia y la carrera pública desde el Congreso?
El Congreso jugó un estupendo papel en el nombramiento de los directores del Banco Central de Reserva. Ahora estamos en una tarea más difícil, que es elegir a un nuevo Defensor del Pueblo y renovar el Tribunal Constitucional.
Volvamos a la reforma política. ¿Qué propuestas concretas tienen para solucionar la crisis a largo plazo?
No podemos volver a caer en esta crisis, necesitamos salir de este pantano. Por eso mi bancada ha presentado varias propuestas: la bicameralidad, que propuse yo, para poder tener un senado que garantice mejor legislación y representación; el voto voluntario, para cambiar los incentivos dentro del partido; distritos uninominales, para fortalecer la representación; renovación por mitades del parlamento; y tener elecciones parlamentarias en un momento distinto de las elecciones presidenciales, para ver si uno le da mayoría o no a un partido.
El riesgo del voto voluntario es que nos lleve a un escenario clientelista, como en Colombia.
Se ha criticado mucho que, como menos gente votaría, el sistema sería menos legítimo. Eso es falso. La mayoría de países tiene voto voluntario y nadie se pregunta si ese 60% de electores constituye una democracia legítima. Más bien, me pregunto si en el Perú, con voto obligatorio, tenemos una democracia legítima. La legitimidad no nos la da la cantidad, sino la convicción y las razones para acudir a las urnas.
Las clases medias y altas, que podían pagar la multa, no fueron a votar en la última segunda vuelta.
Creo que en general la gente estaba poco motivada y muy decepcionada de las alternativas. Un voto voluntario obligaría a los políticos a darnos mejores propuestas. Estar obligados a elegir entre dos malas opciones dañó mucho la legitimidad del sistema.
¿Qué tanto de esta crisis es generado para forzar el “momento constituyente”?
Solamente es una prioridad para el 9% de los peruanos. El problema del Perú no es la Constitución, sino la gestión. Y eso es justamente lo que el presidente está dañando de manera irreversible. Creo que él quiere generar esta crisis para justificar su Asamblea Constituyente. Pero no creo que el pueblo quiera una Asamblea Constituyente que se la pase filosofando por dos años mientras no resolvemos los problemas inmediatos de agua, salud, educación y carreteras.
¿Ver lo que pasa en Chile es ver el futuro posible?
Un futuro desastroso. Es una vergüenza esa Asamblea Constituyente. Aparentemente, los chilenos no van a ratificarla por referéndum. Es tiempo perdido. No creo que los peruanos quieran perder más el tiempo. Ya hemos perdido suficiente.
Apelo al Cavero que fue periodista en “El Comercio”: la derecha ganó la guerra, pero la izquierda contó la historia. Impusieron su discurso.
Absolutamente. La derecha tiene que hacer una autocrítica. Pensamos que el modelo económico iba a hacer el trabajo político y nos equivocamos terriblemente. La pandemia visibilizó las disfuncionalidades de los Estados en América Latina, donde hay mucha pobreza y desigualdad. Y quienes defendemos la libertad y la economía de mercado no supimos comunicar que la respuesta a eso era mayor libertad y mayor economía de mercado. Dejamos que la izquierda impusiera su discurso de que el problema había sido un modelo fracasado, cuando lo que yo creo es que tenemos un modelo incompleto. La frustración y la impotencia que produjeron la pandemia fueron totalmente capitalizadas por la izquierda. El modelo económico y la libertad siempre requieren de defensores.
¿Qué mensaje daría a los jóvenes de su generación que no han vivido esto?
Yo tengo 29 años. Nací el 7 de junio de 1992 y me bautizaron el 12 de setiembre del mismo año, el mismo día que capturaron a Abimael Guzmán. Eso quiere decir que crecí en un país muy distinto del que vivieron mis padres y abuelos. Ellos vivieron el terrorismo y la Reforma Agraria. No viví la hiperinflación, ni la dictadura de Velasco, ni las empresas públicas despilfarrando dinero. Mi generación dio por sentada la libertad y ha pensado que el Perú iba a ser cada vez más libre y más democrático. Y dejamos de dar la batalla. Ahí la izquierda tomó ventaja, porque sí ha hecho un trabajo político organizado durante los últimos años.
Mi generación ha empezado a valorar la libertad viendo al gobierno de Castillo, pero ha empezado un poco tarde. Obviamente, seguimos siendo un país con enormes necesidades y estamos lejísimos de ser un país del primer mundo. Había que ponerle cuarta y quinta, no freno de mano e irte de reversa. Les diría a los jóvenes que formen su propio pensamiento político y no se dejen arrastrar por el discurso de terceros. Hay que defender las ideas en política. Yo creo en el liberalismo y en la economía de mercado.
Hay un gran pendiente en la agenda liberal. Quizá no es el momento indicado, pero nunca es el momento indicado. Me refiero a la unión civil.
La libertad es una sola. Es igual de importante defender las libertades económicas tanto como las libertades individuales. Son las dos caras de una misma moneda. Voy a presentar el proyecto de la unión civil en las próximas semanas. El Estado no debe meterse en el derecho que una persona tiene de desarrollar su proyecto de vida como mejor le parezca.
Tienes una izquierda conservadora en el poder que seguramente se opondrá.
Obviamente esto debe generar un nivel de consenso. Tenemos que empezar por lo posible: todos los países que han tenido matrimonio igualitario han empezado por la unión civil. El liberalismo debe armar su consenso.
¿Y la propuesta de unión patrimonial del fujimorismo?
Creo que es importante reconocer un vínculo afectivo, no solo un vínculo patrimonial.
¿Qué piensa del escenario Dina Boluarte?
Si Dina (Boluarte) va a entrar a hacer lo mismo que Pedro Castillo, va a terminar igual que Pedro Castillo. Tendría que abrir la cancha, convocar a las fuerzas políticas, convocar gente competente y entender que el Congreso no es el enemigo, sino quien la podría sostener en un eventual gobierno. Si se va a atrincherar con tres caviares, no va a lograr ningún resultado.
El Congreso no es obstruccionista, ¿por qué? Tú eres el que está robando y nombrando gente incapaz, yo solo te pido que rindas cuentas por tus acciones. El Gobierno quiere hacer corresponsable al Congreso de los errores del Ejecutivo. No es culpa del Congreso que haya ministros desastrosos, obras paralizadas o US$20 mil en Palacio. No es culpa del Congreso: es culpa de Pedro Castillo.
¿Alejandro Cavero integraría o lideraría una mesa directiva de oposición?
Descarto absolutamente tener un interés para presidir el Congreso. Tampoco tengo la edad para ser presidente. Integrar una mesa es distinto y no he tomado esa decisión. Eso tendrá que conversarse con la bancada y las distintas fuerzas políticas, y se evaluará en su momento. Ojo que este es uno de los congresos más fragmentados, por eso alcanzar el consenso es difícil.
¿Cuánto de lo que ha hecho Castillo es reversible por un hipotético gobierno de transición?
Castillo ha hecho muchísimo daño en muy poco tiempo, pero el Congreso ha evitado un daño aún mayor. Perú es uno de los pocos países en donde ha ganado un gobierno chavista y no se ha impuesto una Asamblea Constituyente, a diferencia de Chile, Ecuador, Venezuela y Bolivia. El Congreso ha cumplido esa tarea, evitando que las cosas sean peores. Igual es un desastre, pero esa batalla no la hemos perdido.
Es el Bicentenario del Congreso. 1822 es una fecha tanto o más importante que el simbólico 1821, porque ahí se crea el Estado.
El Congreso legisla, representa y fiscaliza. La gente debe aprender a valorar el Congreso. Somos ciento treinta personas de todos los estratos socioeconómicos y todos los lugares del Perú. Debemos entendernos en nuestra diversidad.
Ya se definieron los candidatos a las elecciones municipales y regionales.
Hay gente valiosa en Avanza País. En Surco tenemos a Carlos Bruce. En San Isidro está Javier Cipriani. En Lince tenemos a Lucho Flores. Y creo que Lucho Molina puede jugar un papel importante representando a una derecha distinta a la que representa Rafael López Aliaga o a la derecha populista y demagoga de Daniel Urresti.
¿Cómo ve a la candidata a Miraflores por Avanza País, su prima Alessandra Krause?
No es mi prima cercana, es mi prima lejana. No la conocía desde mi infancia, sino recién desde nuestra vida política. Ella tuvo un estupendo papel como candidata al Congreso y ahora trabaja en la bancada. Es una persona joven que está renovando la política. Le deseo el mayor de los éxitos para que gane la alcaldía de Miraflores.
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