Ni los truenos, ni los relámpagos, ni siquiera un virus estomacal, iba a estropear la gran boda de JLo y Ben Affleck.
Por Walter Chunga
Luego de pasar una segunda boda de ensueño, la Diva del Bronx se refirió en su último boletín de noticias a los contratiempos inesperados que amenazaron con arruinar uno de los momentos más felices de su vida.
«Había llovido al atardecer todos los días de esa semana. Todo el mundo estaba preocupado por el calor, las ‘moscas del amor’, los detalles, si los invitados llegarían todos a tiempo, etc., por no hablar de los truenos y relámpagos que llegaron casi a la hora exacta en la que se suponía que iba a empezar la ceremonia este sábado», señaló JLo.
Fotografías de la celebración de la segunda boda de la feliz pareja.
«Ah, y todos nos contagiamos de un virus estomacal y estuvimos recuperándonos hasta el final de la semana, eso, y junto con algunos otros contratiempos inesperados, tenía todos los ingredientes para un fin de semana de boda algo especial».
Sin embargo, como si fuese una comedia romántica, todo salió de maravilla.
Así lució la celebración del día después de la boda, donde los invitados disfrutaron de un brunch con vistas al lago.
«A las seis y cuarenta y cinco, el sábado 20 de agosto, el sol salió y proyectó sus rayos como pequeños diamantes bailando sobre el río detrás del altar improvisado en nuestro patio trasero», contó. «El cielo era azul claro, y las nubes lejanas de un blanco puro se mantenían firmes en el cielo. Mientras el sol se ponía detrás de los robles vivos cubiertos de heno, una cálida brisa recorrió el césped donde se sentaban nuestros familiares y amigos más cercanos y, por fin, comencé a bajar las escaleras que se convertirían en el pasillo que me llevaría hacia el resto de mi vida».
Jennifer Lopez y Ben Affleck luego de darse el sí.
Este capítulo de la vida de JLo, aparentemente dirigida por el propio Dios, culminó con el esperado «sí, quiero” y, según la cantante, un día que fue «divinamente un círculo completo».
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Jennifer y Ben se conocieron en diciembre de 2001 cuando grababan la película «Gigli», y luego de días de grabaciones, la pareja entabló una amistad en la vida real. En noviembre de 2002, se comprometieron, sin embargo, pospusieron su boda en septiembre de 2003 argumentando que se debía a «la excesiva atención mediática» que rodeaba a su boda.
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