La nuevas política de «Trabajo duro» de Elon Musk han provocado un éxodo masivo de empleados de Twitter. El magnate anunció vía correo electrónico que las oficinas de la compañía cerrarán temporalmente.
Por Iris Torrejón
El remanente de empleados en Twitter tenían hasta las 5 pm de este jueves para decidir si serían parte de la nueva cultura que Elon Musk planea implementar en la compañía de redes sociales. «Trabajen extremadamente duro o renuncien» se leía en el correo, donde el nuevo dueño de Twitter especificaba que, de no atenerse a los nuevos lineamientos, los empleados tendrían que presentar su denuncia efectiva. Sin embargo, lo que no se esperaba es que se produjera un «Éxodo masivo» de empleados que priorizaron su salud y tiempo.
Musk comunicó a los empleados que, según su objetivo de construir «Twitter 2.0», tendrían que comprometerse a rebajar «largas horas a alta intensidad». Además, deberían pasar por el proceso de adaptación y volver a las oficinas presencialmente olvidándose en gran parte, del trabajo remoto.
A medida que se acercaba la fecha límite para que los empleados de Twitter respondieran a dicho ultimátum, algunos empleados parecían indicar públicamente que optaron por no aceptar la nueva política de Musk y renunciar a la multimillonaria compañía. Fue a través de un emoji de saludo, que los trabajadores han comunicado su pronto retiro. Sus cuentas Twitter y canales internos de la compañía se llenaron de mensajes portadores de estos emojis, los cuales ahora se han convertido en una señal de que alguien se va de la empresa.
Luego de las renuncias, el último jueves por la noche los trabajadores, que aún eran parte de Twitter, recibieron un mail donde se leía que las oficinas de la empresa estarían próximas a cerrarse momentáneamente. Por el lado de la accesibilidad de las credenciales, estas se restringirían hasta el próximo lunes 21. Esto, de acuerdo a un correo electrónico al que tuvo acceso la cadena televisiva CNN a través de un colaborador actual de Twitter.
Laborar en un ambiente tóxico, impuesto por Elon Musk, habría sido la gota que rebalsó el vaso y que desencadenó el escenario actual de Twitter. Asimismo, otro colaborador de esta red social conversó con CNN y declaró que estas radicales medidas se sintieron como «un puñetazo en el estómago porque no importaba cómo te sintieras sobre querer quedarte o irte, te veías obligado a tomar una decisión y sentirte como si estuvieras a contrarreloj para tomar la mejor decisión para ti y tu familia”.
Por su parte, otros trabajadores declararon que no querían quedarse para «construir un producto que está siendo envenenado por dentro y por fuera”. Mientras que otros aseguraron que «todo el mundo tiene un precio pero hasta cierto punto» y señalaron que consideraban este despido como un «consuelo para buscar un mejor ambiente a pesar de la economía».
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