En un fragmento de Los vientos, Mario Vargas Llosa habría dado luces de sus sentimientos respecto a su relación con Isabel Preysler.
Por Redacción COSAS
En el 2021, Mario Vargas Llosa publicó Los vientos, un cuento que había escrito algunos años atrás y que ahora ha cobrado más relevancia que nunca en el marco del final de su relación con Isabel Preysler.
El relato “dibuja un Madrid distópico y a la vez fácilmente imaginable”. Sin embargo, es el personaje principal, un hombre arrepentido de haber abandonado a la mujer de su vida por una ilusión pasajera el que llama fácilmente la atención, pues no basta demasiado análisis para asociarlo con la figura de Vargas Llosa.
“Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la locura de abandonar a mi mujer, pienso en ella y me asaltan los remordimientos. Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita por una mujer que no valía la pena (…). Todas las noches pienso en ella y le pido perdón”, se lee en un fragmento del cuento.
Vargas Llosa continúa narrando los arrepentimientos de su protagonista y describe su enamoramiento fugaz como “violento y pasajero”.
“Ya me olvidé del nombre de aquella mujer por la que abandoné a Carmencita. Nunca la quise. (…) Por hacer lo que hice, mi vida se reventó y ya nunca más fui feliz (…). Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí”, acota en el relato.
Vargas Llosa y la “fatiga” por su relación
En un análisis de la pieza literaria realizado por el diario El País, se deja entrever que esta habría sido, para el círculo cercano del escritor, una señal de que las cosas con Isabel Preysler no iban tan bien como se dejaban ver ante cámaras y que Vargas Llosa sentía una evidente “fatiga” tras varios años de relación, donde había tenido que adentrarse en el mundo de la socialité, lleno de fiestas, eventos y espectáculos.
Además, se desliza la posibilidad de que el protagonista de la historia sea el mismo Mario, pidiéndole disculpas a su ex esposa y madre de sus tres hijos, Patricia Llosa, cuyo primer nombre es Carmen, como el del relato.
A lo largo de Los vientos, Vargas Llosa hace una fuerte crítica a una sociedad frívola, que no le permite disfrutar al protagonista de lo que más ama: la cultura.
“Es imposible gozar de un concierto, o de una ópera y hasta de una comedia ligera, rodeado de gente que no hace más que teclear o acariciar las tabletas que tienen bajo los ojos”, narra incómodo.
Su cuento, tiene final feliz, el protagonista logra huir de esa sociedad a la que tanto critica y se refugia en una casa en la calle de la Flora de Madrid, donde se encuentra la residencia que el escritor compartía con su ex esposa.
Según comparte el diario El País, el círculo cercano de Vargas Llosa está convencido que tal y como retrata en Los Vientos, el escritor venía experimentando una “crisis” en su relación con Preysler desde hace años.
“Este cuento lo terminó de escribir en diciembre de 2020, hace dos años. De modo que la crisis con Isabel viene de lejos. No ha sido algo repentino o inesperado, como se ha dicho. El deterioro de la relación, las dudas, el arrepentimiento, la insatisfacción… todo eso llevaba gestándose desde hace tiempo. La prensa rosa los ha presentado siempre como una pareja idílica, pero hace tiempo que pasaron de algo idílico a algo menos feliz y más complicado”, le dijo una fuente al diario español.
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