David Villanueva llegó a nuestro país con la maleta cargada de sueños y con el objetivo de desarrollar su carrera actoral. Tuvo un paso por realities que le hicieron ganar popularidad, y poco después protagonizó novelas peruanas. Tras ello, participó en España, su país de origen, en una película titulada “Minotauro, Picasso y las mujeres del guernica”. Hoy se alista para estrenar “Septiembre”, otra producción española. En este cuestionario, David detalla pasos importantes en su carrera y nos devela su lado más íntimo.
Por Diego Ochoa Acosta
¿Qué crees que es lo más complicado de dedicarte a la actuación?
Mantener una estabilidad laboral.
¿Cómo recuerdas tu paso por realities en la televisión peruana?
Como algo anecdótico, estratégico y desencadenante en mi posterior crecimiento actoral.
¿Qué cosas has tenido que sacrificar por tu carrera?
Familia y parejas.
¿Alguna vez has recibido una propuesta indecente en el mundo del entretenimiento?
No. La energía que emano no atrae ese tipo de propuestas. Sin embargo, soy consciente de que están a la orden del día.
¿Fue complicado comenzar a actuar en el Perú?
Ser emigrante ya es bastante duro. Querer desarrollar tu pasión en otro país, con otra idiosincrasia, visión, costumbres, no es fácil para nadie, sin embargo, parte de mi evolución profesional en el Perú se debió a varios factores: socializar desde el primer momento, mi formación y experiencia adquirida en los años anteriores entre Sevilla y Madrid, y el factor “suerte”: estar a la hora y lugar exacto. Agradezco, de todo corazón, a cada productora/ empresa/persona que confió en mí y que me dio la oportunidad de manifestar mis entrañas
a través de mi oficio.
¿Dónde te gustaría seguir desarrollando tu carrera?
Entre España, Perú y el resto del mundo.
¿Qué te gustaría inculcar a las futuras generaciones de actores?
Que no se comparen. Que abracen esa semilla interior que los hace únicos. Recuerden, compañeros, el que se compara, pierde; el que se inspira, gana.
¿Estarías dispuesto a tener una relación abierta?
En estos momentos no lo veo como posibilidad.
¿Perdonarías una infidelidad?
Aunque se repare la copa rota, siempre será una copa restaurada.
«¿Perdonarías una infidelidad? Aunque se repare la copa rota, siempre será una copa restaurada».
¿Tienes algún mal recuerdo de tu estancia en el Perú?
Sí, hubo una vez que por descuido propio no renové mi carnet de extranjería, y el mismo 23 de diciembre llegué al aeropuerto para pasar las Navidades con mi familia después de estar un año separado, y no me dejaron volar. Tuve que gestionar en los días posteriores numerosos y estresantes trámites.
¿Consideras que hay un límite de edad para lograr ciertas metas en la vida?
Está claro que ser futbolista profesional a los 40 es complicado o imposible. Pero para ciertos oficios o pasiones, la edad, más que un impedimento, es un aliado.
¿Qué consejo darías a tu “yo” de hace diez años?
No pienses en el dinero. Solo juega y diviértete con lo que te hace feliz.
¿Cuándo fue la última vez que mentiste?
Yo nunca miento. Hace un segundo [risas].
¿De qué cosas te sientes orgulloso hoy en día?
De haber escuchado mi intuición en todo momento.
¿Hay algo que te genere inseguridad?
El no saber si conseguiré ciertas metas como actor.
Un sueño que no hayas podido cumplir…
Jugar en el Sevilla FC.
¿Qué diferencias encuentras entre la actuación en el Perú y en España?
En España hay un régimen de artista que controla que el actor cobre un mínimo por sus participaciones. En el Perú aún falta mejorar esos aspectos, aunque tengo que destacar la excelente labor que viene realizando el equipo de Inter Artis Perú, velando por los derechos de sus socios.
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