La reina Camilla organizó una fiesta de té en Buckingham para Tony Hudgell y Lyla O’Donovan, dos niños activistas. En este evento, Tony se volvió la persona más joven en recibir la Medalla del Imperio Británico.
Por Redacción COSAS
En una tarde soleada en los jardines de Buckingham, la reina Camilla organizó una fiesta de té para Tony Hudgell y Lyla O´Donovan. La finalidad del evento era homenajear a Tony, de nueve años, por su trabajo de activismo contra el abuso infantil.
La reina Camilla organizó la ceremonia y fue quien tuvo la idea de homenajear a ambos niños.
La historia de Tony Hudgell
El protagonista principal fue Tony Hudgell, un niño de nueve años. Tony, quien sufrió terribles abusos de sus padres biológicos y enfrentó la amputación de ambas piernas, no solo sobrevivió, sino que también encontró una nueva familia amorosa que lo apoyó en su recuperación. Junto a su familia adoptiva, fundó una organización benéfica para combatir el abuso infantil, causa que ahora lo lleva a recibir uno de los honores más importantes del Reino Unido: la Medalla del Imperio Británico.
La reina Camilla entregándole la Medalla del Imperio Británico a Tony.
En un video publicado en redes sociales, se ve a la reina Camilla diciéndole a Tony: “Es un auténtico placer tenerte hoy aquí. Hemos pensado en darte una fiesta especial en el jardín». Es importante mencionar que Tony es la persona más joven de la historia de Inglaterra en recibir esta medalla.
La ceremonia también honró a Lyla O’Donovan, una niña de 12 años que, mientras luchaba contra un tumor cerebral, dedicó su tiempo a recaudar fondos para organizaciones benéficas que apoyan a niños necesitados.
Una Celebración de Amor y Compasión
Camilla, conocida por su compromiso con las causas sociales, no solo presidió el evento, sino que también se aseguró de que cada detalle fuera perfecto. Desde las elegantes mesas adornadas con deliciosos pasteles y sándwiches hasta la música que resonaba en el aire, cada elemento fue seleccionado para crear un ambiente acogedor y festivo.
Lyla O’Donovan trabaja con organizaciones que avocan por la lucha contra el cáncer.
En un emotivo momento capturado en las redes sociales, Lyla compartió sus impresiones de la tarde especial: «Nos sentamos alrededor de la mesa, charlamos y compartimos risas. Hubo galletas, sándwiches y, por supuesto, té». Esta es la segunda vez que se lleva a cabo esta premiación, ya que en la primera fecha ambos niños no pudieron asistir
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