Tras una larga temporada en Perú, Madrid y las islas griegas, se convertirán en los lugares de descanso y tranquilidad para Mario Vargas Llosa. El escritor aprovechará la oportunidad para realizar varias escapadas familiares.
Por Redacción COSAS
A sus 88 años, el premio Nobel de Literatura se trasladó de Perú a Europa para pasar unas semanas con sus seres queridos, con Madrid como su centro de operaciones. Sin duda, este verano es muy diferente al del año pasado, cuando tuvo que ser ingresado en la capital por COVID-19. Tras recuperarse, el escritor contó con la compañía de sus hijos, nietos y su esposa, Patricia Llosa. Precisamente, junto a ellos viajó el año pasado a Sicilia. También este año, los Vargas Llosa repitieron sus planes mediterráneos con una ruta secreta por las islas griegas. Además de estas semanas de ocio, el escritor tuvo diversos compromisos profesionales, como la presentación del nuevo libro de la periodista peruana Verónica Ramírez, ‘Casi todo desaparece’.
En su reciente itinerario entre Lima, Madrid, Grecia y nuevamente Madrid, hay una cita que Mario Vargas Llosa no quiso perderse. Gran amante de la gastronomía, sus visitas a diferentes restaurantes y bares son imprescindibles en sus estancias en Madrid. «¡Un verdadero honor recibir a un ilustre de la literatura!», publicaron emocionados desde las redes sociales del restaurante El Landó de Madrid. Este espacio mítico, situado en los jardines de Las Vistillas, es famoso por su gastronomía tradicional castellana, con el cocido como plato estrella. Por ello, no es de extrañar que Mario Vargas Llosa sea uno de los famosos que frecuentan el lugar, aunque no el único. Desde Harrison Ford a Juanes, pasando por Clara Lago, Jon Favreau o Elsa Pataky y Chris Hemsworth, todos han disfrutado de sus vistas hacia el Palacio Real y la Catedral de La Almudena.
No sabemos con certeza con quién disfrutó Vargas Llosa de este plan, pero todo apunta a que fue, una vez más, junto a Patricia Llosa, sus hijos y nietos, inseparables del autor de La fiesta del chivo. Su entorno ya ha asegurado que su familia «está preocupada» por la evolución médica de Vargas Llosa. El autor de Conversación en La Catedral anunció su retiro como escritor tras publicar Le dedico mi silencio. Sin embargo, lleva una vida normal, se vale por sí mismo, camina con autonomía y lee los periódicos. Se espera que su estancia en Madrid dure hasta comienzos de agosto, cuando, si todo va según lo planeado, regresará a Perú.
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