Jerónimo de Aliaga comparte la receta para el éxito de «Pan Sal Aire» en la competitiva escena gastronómica de Lima. En el corazón de Barranco, este restaurante ofrece panadería artesanal con platos italianos orgánicos y una carta estacional.
Por Nahir Cárdenas
En el corazón de Barranco, un proyecto gastronómico está redefiniendo la experiencia culinaria limeña. «Pan Sal Aire«, la creación del chef Jerónimo de Aliaga, se ha convertido en un oasis culinario gracias a un arduo trabajo en equipo. Actualmente, fusiona lo mejor de la panadería artesanal con un concepto innovador de restaurante.
Jerónimo de Aliaga, socio fundador de «Pan Sal Aire».
Del sueño a la realidad
«La idea de ‘Pan Sal Aire’ la tenía desde hace tiempo», comparte Jerónimo, fundador del proyecto. Con más de 15 años de experiencia en países como España y Brasil, logró combinar influencias internacionales con el sabor local para crear algo único. Hace siete años, en el espacio que antes ocupaba un bar en Barranco, nació este oasis culinario. «Queríamos lograr un local que fuera cálido para tomar desayuno, pero que también funcionara en la noche», explica. «Un concepto de día y de noche con personalidades distintas. Y lo logramos».
El logo y el nombre de «Pan Sal Aire» son obra de Koenny Johnson, a quien Jerónimo describe como un artista. El Estudio Roman Bauer, por su parte, fue el encargado de la arquitectura del local. «Queríamos mantener la estética, las plantas», explica Jerónimo. «Es un reto conservar la esencia».
Desayuno, almuerzo, cena: «Pan Sal Aire» todo el día.
La esencia de «Pan Sal Aire»
La filosofía de «Pan Sal Aire» se refleja en cada detalle. «Nuestro concepto es orgánico», afirma Jerónimo. «Los jamones son hechos en casa, todo lo que ofrecemos es desde cero. No decimos que somos orgánicos, pero nuestro lema es ‘come, disfruta y saca la panza'».
La carta estacional de «Pan Sal Aire» ofrece una experiencia culinaria única que evoluciona con las estaciones.
El menú es un testimonio de esta filosofía. Desde panes artesanales y bollería hasta pastas frescas, cada producto es elaborado in situ. «Usamos productos orgánicos, chocolate a base de cacao, quesos artesanales», enumera Jerónimo. Una de las estrellas del menú es la kombucha, Jerónimo la describe como «un hongo fermentado, similar a una gaseosa natural».
Cada plato en «Pan Sal Aire» refleja el compromiso con lo orgánico, ofreciendo una experiencia culinaria auténtica y saludable.
Equipo detrás del éxito
Si bien «Pan Sal Aire» comenzó como un proyecto familiar con el hermano y la madre de Jerónimo, con el tiempo ha evolucionado en un esfuerzo de equipo. Hoy, Jerónimo lidera un grupo diverso de profesionales que comparten su visión y compromiso por hacer crecer el negocio. «Trabajamos en equipo para llevar ‘Pan Sal Aire’ al siguiente nivel», explica Jerónimo. «Nuestro objetivo es conservar la esencia del negocio mientras lo expandimos».
Jerónimo de Aliaga, María José Benavente, Aránzazu Vega y Renzo Duarte.
Innovación constante
La innovación es clave en «Pan Sal Aire». «Cada cuatro meses renovamos la carta», explica Jerónimo. «Nos enfocamos en ofrecer sabores que vayan acorde a la estación».En esta ocasión, Jerónimo nos comparte la nueva carta de «Pan Sal Aire», la cual incluye una variedad de platos innovadores y tentadores. Entre las novedades, destaca una pasta de «bigoli con botarga», una creación única que combina los sabores intensos de la botarga con una pasta artesanal.
Además, se ha incorporado un «Pici cacio e pepe», una pasta diferente que seguramente cautivará los paladares más exigentes. Estos y otros platos reflejan el compromiso constante de «Pan Sal Aire» por ofrecer experiencias culinarias únicas y renovadas, manteniendo su sello distintivo de calidad e innovación. La nueva carta promete sorprender y deleitar a todos.
Cada estación trae una nueva experiencia gastronómica en «Pan Sal Aire», donde el arte culinario se renueva constantemente.
Planes de expansión y futuro
«Estamos por abrir en la nueva terminal del aeropuerto, a finales de año», revela Jerónimo. «Queremos que tenga un enfoque que recuerde a una casona de Barranco». Mirando al futuro, Jerónimo comparte: «El siguiente paso es Miraflores o San Isidro. En cinco años esperamos estar consolidados, con suerte tener un par de sedes más. ‘Pan Sal Aire’ está proyectándose a internacionalizarse, pero vamos paso a paso».
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