Ani Álvarez Calderón y su hija Arianne Carrillo lideran este proyecto que une la preservación cultural y la moda. Junto a una comunidad de artistas shipibo-conibo, han llevado el arte Kene a pasarelas internacionales. En entrevista exclusiva con COSAS, el dúo nos presenta su nueva colección “ANI”, una celebración a la artesanía ancestral peruana

Por Ariana Cortez

En 2021, Ani Álvarez Calderón y Arianne Carrillo juntaron fuerzas para iniciar Beneai, un proyecto artístico que une la tradición textil shipibo-conibo y la moda de alta costura. “Beneai significa cantar en el diccionario shipibo-conibo. La palabra define nuestra colaboración con un colectivo de Artistas, con quienes creamos textiles Kene para promover su conocimiento y preservación a través de la moda”, nos cuenta Arianne.

La idea surgió hace ocho años, cuando Ani desarrolló una colección basada en las tres macrorregiones del Perú: costa, sierra y selva. Para su inspiración de la selva, trabajó con artistas shipibo-conibo alojados en Canta Gallo, con quienes creó aplicaciones para vestidos que emularon la geometría del arte Kene.

Un posterior viaje a la selva, en 2021, reavivó su curiosidad por este arte textil. Y de regreso a Lima, decidió iniciar un proyecto de investigación con su hija, Arianne, que eventualmente se convertiría en Beneai. La marca ha crecido con mucho éxito, incluso, el año pasado fueron invitadas por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para hablar sobre moda y cultura. 

Beneai

En Beneai las prendas son el resultado de un trabajo en conjunto entre Ani, Arianne y las artistas kene.

La conexión con el arte Kene trasciende lo estético, ya que su trabajo también implica la preservación cultural y la identidad. Durante su última visita, descubrieron un nuevo vínculo con esta cultura a través del lenguaje. “Ani”, nombre de la más reciente colección de Beneai, significa “grande” en shipibo-conibo. “La palabra ‘grande’ engloba la idea de hacer el bien, generar un impacto positivo y aspirar siempre a lo máximo”, explica Álvarez.

¿Piensan organizar un desfile para la nueva colección? ¿Qué detalles nos podrían dar de este nuevo lanzamiento? 

Presentaremos una colección bajo la linea Ani Alvarez Calderón x Beneai en el desfile del Rastrillo este 23 de Octubre. Es una propuesta de moda para un armario atemporal. Nos encanta la moda divertida, piezas únicas y moda que lleva una historia y un propósito. 

Ambas han estudiado en las universidades de moda más prestigiosas de Estados Unidos, pero aún así han vuelto a Perú a crear marcas que destacan nuestra cultura. ¿Por qué regresar y revisar nuestra tradición? 

El lema de Ani siempre ha sido: “La unión hace la fuerza”. Con esta visión, juntas creemos en crear moda que comparte la cultura del Perú con el mundo. En Beneai creemos en compartir el conocimiento del arte Kene a través de la moda, y por ello hemos decidido fundar la marca con el objetivo de promover una moda enfocada en la preservación de las técnicas ancestrales. Como diseñadoras tenemos la responsabilidad y la posibilidad de definir cómo vamos a crear un producto. En este caso, escogimos explorar cómo crear un textil con tintes naturales y prácticas sostenibles. Queremos ofrecer prendas de vestir que llevan una historia y prendas nos inspiran.

Beneai

Además de un proyecto de moda, Beneai trabaja en aras de la preservación de las técnicas textiles shipibo-conibo.

La familia está en el núcleo de la creación Kene. El conocimiento sobre su creación se pasa de generación en generación. En la relación de Ani y Arianne, la vocación por el arte textil también nació en el núcleo de su relación como madre e hija. Ambas manifestaron desde pequeñas el gusto por las artes y decidieron prepararse en las mejores universidades del mundo. Ani estudió en Rhode Island, y Arianne se graduó de Parsons. “Me encanta trabajar junto a mi mamá. Aprendo de ella y con ella. Me siento afortunada de ser parte de su equipo y tenerla a ella en el mío. Pienso que hemos encontrado mucho en el vínculo con las artistas Shipibo-Conibo quienes también trabajan en familia. Pareciera que hablamos el mismo idioma en cuanto a las dinámicas que se establecen entre madre e hija y lo maravilloso que es crear en equipo”, nos cuenta Arianne. 

El arte textil Kené se transmite de madre a hija ¿Su conexión con esta técnica textil va más allá de la visualidad?

El conocimiento sobre la creación de un textil Kene se pasa de generación a generación, de abuelos a madre a hija. Es una preocupación para las artistas que las nuevas generaciones no continúen con este conocimiento. Nosotros, valoramos el textil Kene como arte y queremos apoyar a las madres a que este conocimiento no se pierda.

Se cumplen 4 años desde la fundación de la marca ¿Qué han aprendido en el camino?

Hemos aprendido mucho acerca del arte Kene, de la cultura Shipibo Conibo y de cómo contar su historia. Ha sido muy enriquecedor y por ello seguimos con muchas ganas de seguir creando y sacando a Beneai adelante.

Beneai

Cada textil se puede tardar entre 2 a 4 semanas si es pintado a mano, y de 6 a 14 si es bordado.

El trabajo con las artistas kene es horizontal y se apoya en el respeto mutuo y el amor por el proceso creativo. Arianne nos dio algunos detalles sobre el proceso: “Trabajamos junto a cada artista para definir la geometría, símbolos y cuento que va a llevar el textil Kene. También varía si el textil va a ser pintado o bordado a mano”. El respeto por esta comunidad implica también no interferir las prácticas tradicionales y cómo estas se relacionan con la naturaleza. No hay intervención alguna para agilizar los procesos, hay valor en apreciar su originalidad y tiempo de elaboración.

“El proceso de un textil pintado a mano puede tardar 2 a 4 semanas dependiendo de la complejidad del diseño, al igual que del clima. En este proceso, las artistas desarrollan tintes naturales con las plantas o cortezas del árbol. Para fijar el tinte al textil, se usa un barro especial como fijador. El clima tiene un efecto en este proceso porque en época de lluvias, las artistas deben esperar para pintar cuando no esta lloviendo. Asimismo, cuando se crea un textil bordado, dependiendo del textil que elegimos como base, el tiempo del desarrollo varia entre 6 a 14 semanas.”, cuenta Arianne. 

BENEAI

A raíz del incendio en la Amazonía, ha aumentado el contacto con el equipo que trabaja allá.

También nos habló sobre el vínculo familiar que ambas tienen con las artistas: “Estamos en constante contacto con las artistas, debido a que ellas trabajan desde sus casas en la Amazonía. Por ello, es muy enriquecedor cuando una de ellas nos presenta a otra que quiere ser parte del equipo”. Este cariño por el equipo ha hecho que las recientes noticias sobre los incendios forestales les generen mucha preocupación.

La comunicación con las artistas ha sido clave para comprender mejor su situación. “Hablando con una de ellas, conversamos acerca de la importancia de la conciencia por la naturaleza, y cómo tenemos que forjar hábitos a diario que sean respetuosos con esta. Ellas en sus comunidades, cuidan dónde descartan la basura, cómo usan en agua, y se aseguran de estar en armonía con su entorno”, concluyó Ani. 

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