A pesar de la ausencia del Nobel en el evento «Encuentro de la Cultura en la Libertad», los asistentes disfrutaron de la capea, de la subasta del retrato del escritor y de la presencia del hijo mayor del literato, quien actuó como anfitrión.

Por Redacción COSAS

El viernes 18 de octubre, se celebró el evento en nombre de Mario Vargas Llosa, titulado «Encuentro de la Cultura en la Libertad». Álvaro Vargas Llosa, hijo mayor del escritor, recientemente anunció la noticia de que el literato peruano no asistiría al evento por recomendación médica.

El encuentro se dio en el palacio de El Escorial, a las afueras de Madrid, y fue liderado por el primogénito del Nobel. Los asistentes disfrutaron de una capea, de la presencia del torero español Cayetano Rivera, un aperitivo al aire libre y, finalmente, de la subasta del retrato de MVLL.

El evento fue organizado por la Cátedra Vargas Llosa, una institución académica encargada de difundir y promover la cultura y literatura.

La capea de Cayetano Rivera

Cayetano Rivera fue el encargado de explicar a los invitados extranjeros, que asistieron al homenaje a Vargas Llosa, en qué consistía una capea, en la que se torea a becerros y novillos sin causarles daño. Desde que la Cátedra Vargas Llosa organiza estos encuentros en la finca de los hermanos Sandoval, hace ya cuatro ediciones, el torero español realiza su faena con una vaquilla.

Vestido de corto, Rivera bajó al ruedo tras prepararse en una de las estancias de la plaza, donde también saludó a Álvaro Vargas Llosa y su pareja, Nada Chedid, además de a la esposa e hija de Carlos Alberto Montaner, fallecido el año pasado en Madrid. Alberto Montaner,  escritor, periodista y político, era uno de los grandes amigos del Nobel peruano, lo que explicaba su asistencia anual a este evento.

Ya en el ruedo, Rivera comenzó la capea sin problemas hasta que la vaquilla lo embistió, dándole un pequeño revolcón. El incidente no pasó a mayores y el torero continuó como con la faena como estaba planeado. La próxima semana tenía prevista una rueda de prensa para hablar de su futuro, que ahora se ha cancelado. Fue consultado sobre su estado y si anunciaría su retiro, pero no quiso adelantar nada, en caso de ya haber tomado una decisión.

Cayetano Rivera durante la capea en el evento «Encuentro de la Cultura en la Libertad».

El anfitrión da unas palabras

Álvaro Vargas, quien actuó como anfitrión ante la ausencia de su padre, agradeció a Cayetano Rivera por su participación asidua en el homenaje. El politólogo anunció: “Cayetano, mi padre me pidió que te transmitiera que lamenta no estar aquí este año. Te da las gracias y dice que ya te verá en los videos que le vamos a enviar”.

También, aprovechó para aclarar a quienes preguntaban por la salud del Nobel: “Está muy bien, pero hay que tener en cuenta que va a cumplir 90 años. Antes no le afectaba viajar tanto, pero ahora debe tomárselo con más calma”.

Álvaro Vargas Llosa atiende a la prensa durante el encuentro.

Un almuerzo fusión inspirado en las cuatro estaciones

El día siguió con la misma agenda de las ediciones anteriores: una jornada campestre con capea y aperitivo al aire libre, que incluyó croquetas de cecina de vaca ahumada, steak tartar con mostaza, ensaladilla templada de gambas, buñuelos cremosos de bacalao, tartar de salmón y boquerones marinados. El concepto del menú estaba inspirado en las cuatro estaciones, por lo que también hubo una mesa de quesos, jamón ibérico, zamburiñas, arroz a banda (una especialidad valenciana), pulpo a la brasa y pinchos morunos.

El almuerzo fue elaborado por Mario Sandoval, chef con dos estrellas Michelin, y consistió en una fusión de sabores peruanos y españoles. El menú incluyó también ensalada San Isidro con escarola y perdiz escabechada, ceviche de corvina con leche de tigre y maíz liofilizado, y cochinillo asado como plato principal. De postre, sirvieron una tarta árabe, acompañada por vinos de Marqués de Riscal y champán Laurent-Perrier.

Así se decoraron las mesas del almuerzo.

La subasta del cuadro y asistentes del evento

Como es tradición, hubo una subasta al final del evento, donde destacó un retrato de Vargas Llosa firmado por el pintor Pedro Sandoval. El evento contó con la presencia de destacadas figuras de los ámbitos político, empresarial, intelectual y social.

Entre los más de cuatrocientos invitados estuvieron Edmundo González, exiliado en España tras ganar las elecciones presidenciales en Venezuela, los expresidentes Felipe Calderón de México y Eduardo Frei de Chile, varios embajadores de países latinoamericanos como Perú y Argentina, y escritores como Félix de Azúa, Santiago Muñoz Machado, Sergio del Molino y Ricardo Cayuela.

El precio inicial del retrato subastado fue de 15’000 euros.

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