Los retratos de Doña Joaquina Nimpha y Don Fermín Francisco de Carvajal-Vargas se integraron a la colección del Museo Nacional del Prado en Madrid.
Por Alejandro Saldaña
Dos retratos del siglo XVIII, atribuidos al pintor limeño Pedro José Díaz, han sido incorporados a la colección del Museo del Prado en Madrid. Estas obras, que representan a la noble limeña, Doña Joaquina Nimpha de Carvajal y Vargas y su esposo, el I duque de San Carlos, Don Fermín Francisco de Carvajal-Vargas y Sotomayor y Alarcón, destacan por la minuciosidad de su ejecución y su valor como testimonios del arte virreinal peruano.
«Pedro José Diaz fue un pintor de transición —su producción artística nació en un proceso de cambios estilísticos de la época— que nació en la segunda mitad del siglo XVIII», explica el historiador Andrés De Leo, del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio (UTEC). «En aquellos tiempos el arte estaba cambiando del barroco al neoclásico, por lo que Pedro José Díaz tenía una cultura visual muy barroca relacionada con Cristóbal Lozano, un artista que por excelencia fue también un pintor de corte virreinal, pintor de obispos y de retratos civiles muy importantes a principio y mediados del mismo siglo», precisa.

En 1773, el virrey Manuel de Amat y Junyent encargó a Díaz una copia de su retrato para llevarla consigo a España, evidenciando la confianza en su talento artístico.
La importancia de su obra se vio en la influencia que tuvo Díaz en otros artistas. «Así como él recoge de este maestro (Lozano), Pedro Díaz, es básicamente quien les pasa la batuta a otros artistas como José Gil de Castro o Pablo Rojas, quienes son también reconocidos por sus pinturas de retrato», continúa explicando De Leo.
Don Fermín Francisco de Carvajal-Vargas y Sotomayor y Alarcón, retratado por Díaz, fue un destacado noble y militar del Imperio español. Nacido en el Reino de Chile en 1722, desempeñó diversos cargos a lo largo de su vida, incluyendo el de alcalde ordinario de Lima en 1750 y Correo Mayor de Indias hasta 1768. Un par de años más adelante, en 1780, el rey Carlos III le otorgó el título de I duque de San Carlos y la grandeza de España de primera clase.

Doña Joaquina destacó por su refinado gusto artístico y su afición al coleccionismo.
Por otro lado, nacida en Lima en 1727, Joaquina fue hija de Tomás de Brun Normante y de Catalina Isidora de Carvajal y Hurtado de Quesada. A través de su madre, heredó los títulos de V condesa de Castillejo y VII condesa del Puerto, ambos de origen español pero con fuerte arraigo en el virreinato peruano. Ella fue reconocida por su influencia en la sociedad virreinal del siglo XVIII, y su rol como coleccionista de arte.
Del Perú al Museo del Prado
La inclusión de estos retratos en el Museo del Prado destaca la relevancia del arte virreinal peruano en el panorama artístico internacional. El Prado, fundado en 1819, alberga una de las colecciones de arte europeo más ricas, con obras maestras de artistas como Velázquez, Goya y El Greco. La presencia de obras de Pedro José Díaz en esta institución reafirma el valor y la calidad del arte producido en el Virreinato del Perú.
«Desde los primeros artistas que viajan de Europa a América se genera un arte nuevo que tiene aires muy europeos», explica De Leo. «Pero los mismos artistas europeos se adaptan al territorio, se adaptan a nuevos pigmentos, a nuevos materiales y que más allá de que sean artistas de otro continente, al momento que están produciendo sus obras aquí en América, se están adaptando a nuevos retos y eso hace un arte que por más que sea de manos europeas, ya se vuelva un arte americano», también aclara.

Actualmente, el Prado alberga más de 7.600 pinturas, incluyendo las mayores colecciones del mundo de artistas como El Bosco, Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez y Goya.
De Leo relata que esa transición llevó después a la formación de nuevos artistas nacidos en América, como artistas indígenas y criollos. «Este cambio en América es muy diferente al que vamos a ver en Europa; y ese es el gran aporte que va a tener el arte de los virreinatos como el del Perú, no al arte europeo o al arte del de España, sino a nivel mundial».
Investigaciones sobre Pedro José Díaz
El reconocimiento internacional de Pedro José Díaz no solo se refleja en la reciente incorporación de sus obras al Museo del Prado, sino también en la creciente valoración de su legado artístico en el ámbito académico. Investigaciones como la de Anthony Holguín Valdez han sacado a la luz obras inéditas, como un retrato ovalado de Santa Rosa de Lima, firmado por Díaz en 1804 y conservado en el Museo y Convento San Francisco de Lima.

Díaz también pintó escenas religiosas como “El rey David” y “Santa Cecilia” en 1770 para la iglesia de La Merced en Lima.
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