Courtney Barnett habla exactamente como canta. Sutil emoción, pocas palabras y una forma de sacar magia de momentos inconsecuentes. Es de lo que tratan sus canciones. Régimenes alimenticios compuestos solo de ramen, búsquedas de casa, un poco de autocrítica, y alergías y jardinería. «Tomo pedazos de mi diario y luego intento calzarlos en música», me explica como quien no entiende del todo la fascinación del resto con su trabajo. Ha sido nominada a un Grammy, ha ganado un ARIA award y ha cerrado temporada para Saturday Night Life. Pronto estará en Lima gracias al auspicio de Evervess. Mientras, recorre el mundo en conciertos, festivales y presentaciones frente a un público que es fan y junto a músicos que admira. A pesar de todo, es el tipo de persona que agradece profusamente cuando le dices que te encanta su trabajo, y que declara no ser «tan buena» componiendo. Una exageración de «pies en la tierra».
Tienes una forma de cantar muy particular.
Creo que es por los diarios. Supongo que la manera de cantar vino de mi manera de hablar y escribir. Igual hay canciones que creo cantar distinto, he cantando en otras bandas, con otros ritmos.
¿Por qué solista? Has estado en bandas al comenzar, ¿qué cambió?
Desde que era una niña componía, escribía mis propias canciones, o me ponía a buscar música que me gustara. Luego quise armar una banda, pero no tenía a nadie. A los 18 empecé a presentarme sola alrededor de la ciudad. Pasó el tiempo, me uní a algunas bandas, pero casi siempre terminaba haciendo lo mío. Ambas cosas son buenas, pero las personas cambian, se mudan. Mi música y mis diarios son lo constante.
¿Nunca has compuesto en grupo?
Escribí una canción con Jen (su novia), pero fue solo una vez. Escribo sola, luego le llevo la canción a la banda y grabamos. Ahí recién que pasa de algo personal a algo compartido.
¿Cómo fue grabar tu primer EP? Una amiga que es música me dijo que siempre marca un antes y un después.
Totalmente. Es cuando te decides a hacerlo en serio. Recuerdo que estaba trabajando a tiempo completo, pedí un día libre. Lo hicimos en casa de un amigo, pusimos los equipos en su lavandería. Grabamos todo en un día, y en las semanas siguientes fui agregando vocales y arreglos. Fue divertido, y un poco estresante. Siempre estoy intentando terminar algún aspecto de las canciones mienstras las grabo.
*Portadas del EP How to carve a carrot into a rose, y del album Sometimes I sit and think and sometimes I just sit, ambas dibujadas por Courtney.
Cuéntame de tus dibujos. ¿Vienen del mismo lugar que las canciones?
Me han dicho que se sienten similar. Dibujo en mi diario pequeñas cosas que veo o cosas graciosas que pasan, así que sí, son de una vena similar a las canciones.
¿Eres de esas personas que pueden llevar un diario siempre?
Intento, ¿diría que soy cada vez mejor en mantenerlo? (risas) Tengo temporadas. A veces no los toco en meses, de repente entro en frenesí, escribo todos los días, me obsesiono. Luego lo vuelvo a dejar hasta volverlo a coger.
¿Desde qué edad escribes? ¿Tienes un montón de cuadernos?
Me compro los más baratos, los que venden en el supermercado para que los niños escriban. Tengo cajas, empecé cuando tenía 10 y los tengo todos. Antes tenía algunos en casa de mis padres, pero fui por ellos y ahora están todos conmigo.
¿Qué no dejas atrás al viajar? ¿Qué traerás contigo?
No llevo mucho. Un libro y los instrumentos. Extraño a mi gato y mi casa simplemente. Siempre me emociono al viajar. En teoría es trabajo, pero no se siente. No había salido de Australia antes de que me llamaran a tocar fuera. Estoy yendo a un montón de lugares, y nunca pensé que podría hacer eso. Así que estoy feliz y agradecida.
Has estado tocando en variedad de festivales, Sleater Kinney estuvo en el videoclip de Elevator Operator junto a todo una lista de músicos. ¿Cuándo fue la última vez que conociste a alguien de quien eras super fan?
Me pasa todo el tiempo. La última vez, aunque no sé si cuenta porque no me animé a saludarla, fue con Kim Gordon. La vi en el festival de Brisbane. Me dio nervios decir hola.
¿No eres de las que se acercan?
Creo que se trata de buscar un buen momento, pero lo que suele pasar es que estamos en el backstage y alguien nos presenta. En la mayoría de ocasiones no iría a saludar. Por otro lado, cuando alguien se me acerca me parece súper lindo.
¿Por qué tocas sin uña? ¿No duele mucho?
No lo sé, solo comencé a hacerlo así. Creo que es porque empecé tocando guitarra acústica y no me gustaba el sonido con la uña. La verdad es que se suelen perder y he visto a gente complicarse. Es más fácil no tener una. Duele un poco, supongo (risas).
Casi te vas al lado pro en tennis, ¿sigues jugando?
Sí, es divertido. Me gustaba desde niña, así que en realidad no sé por qué. Supongo que el lado social, la competencia, me animaba ganar trofeos.
Tuviste una infancia tranquila.
Mucho. Mi mamá era bailarina, pero ya se había retirado cuando nos tuvo a mi hermano y a mí. Vivíamos fuera de la ciudad, íbamos a nadar, a montar caballo. Nos la pasábamos jugando en el jardín.
¿Eso no es peligroso en Australia?
¡Ja! Peligrosísimo, arañas, serpientes, bichos venenosos. Lo tenemos todo. Sobreviví y empecé con la guitarra.
¿Es difícil entrar en la escena musical en Melbourne? Eres muy apegada a tu ciudad.
Cuando tenía 18 hacía open mics. Melbourne es un lugar interesado en artes y cultura. Te da la posibilidad de existir dentro de tu propia burbuja y de sentir que todos son geniales y que todos están peleando por lo mismo. Vas a rallies en la ciudad y ves caras conocidas, las mismas que ves en los conciertos. Melbourne se siente como un lugar donde la gente pelea por lo que cree, por cuidarse entre todos, por estar bien.
En esa nota, eres parte de la campaña #ItTakesOne, contra el abuso sexual que se da en el ambiente musical.
La organiza una amiga y no estoy tan involucrada porque tengo poco tiempo, pero sí quise participar porque es algo en lo que creo. Todos deberíamos sentirnos a salvo, especialmente en tu trabajo. Es una pena que tengamos que seguir hablando de eso. Se siente como si nunca fuera a cambiar, es poco a poco.
Acá andamos un poco en las mismas.
En todas partes. Creo que vamos a tener que seguir empujando por mucho tiempo. Lo que me emociona es que veo a más hombres hablar del tema. Normalmente lo hablamos las mujeres, pero creo que gran parte de la solución es que ellos se sumen.
¿Qué estás leyendo estos días y qué estás escuchando?
La autobiografía de Brett Whiteley, un músico australiano. Me gustan mucho las biografías, pero también leo ficción. Leo lo que sea mientras esté bien escrito. Suelo regresar a A sangre fría, Matar a un ruiseñor o El señor de las moscas. En música estoy con Angel Olsen, Joni Mitchel, y Leonard Cohen.
Para terminar, y solo porque eres australiana, ¿Cate Blanchett es buena actriz o es solamente alta?
(Risas) No tienes idea la cantidad de veces que mis amigos y yo tenemos esta conversación. Es muy buena, ha hecho cosas geniales. La amé en Blue Jasmine, Carol y en Little Fish. No es solo la altura
Courtney Barnett estará el 10 de noviembre en el CC de Barranco.
Por Alejandra Nieto