Petroperú sigue generando pérdidas, mientras mantiene una planilla de S/ 495 millones al año y recibe un nuevo préstamo garantizado por el Tesoro Público.

Por Daniel Crespo Pizarro

Petroperú cerró el 2024 con pérdidas por US$ 774 millones y, según anunció su presidente Alejandro Narváez hace menos de una semana, se proyecta un nuevo saldo negativo de US$ 223 millones para el 2025. A pesar del escenario crítico y las cifras ya reconocidas por la propia gestión, el gobierno plantea un nuevo respaldo financiero que implicaría un préstamo con garantía estatal.

Desde 2017, la empresa ha recibido más de US$ 5,000 millones en aportes y préstamos del Estado. De acuerdo a un reportaje de Cuarto Poder, solo en transferencias directas, sumó US$ 2,825 millones, a los que se agregan US$ 2,300 millones más en préstamos. Diferentes gobiernos autorizaron estos desembolsos: PPK otorgó US$ 325 millones, Pedro Castillo US$ 1,000 millones y la actual gestión de Dina Boluarte aprobó otros US$ 1,550 millones en 2024.

Alejandro Narváez, presidente de Petroperú, ya anunció más pérdidas millonarias para este 2025.

La compañía estatal continúa operando con un alto déficit, y ahora el Ejecutivo prepara una nueva operación financiera que trasladaría el riesgo al Estado. El préstamo se haría vía el Banco de la Nación, con respaldo fiscal.

Planilla millonaria en medio del colapso financiero

Petroperú mantiene una planilla de 2,629 trabajadores que cuesta S/ 495 millones anuales. El presidente del directorio recibe S/ 29,000 al mes, los gerentes hasta S/ 26,000, y los analistas o supervisores más de S/ 10,000. Todo esto en una empresa cuyo valor accionario es negativo: -US$ 2,122 millones.

Según información oficial, el gasto en personal representa uno de los mayores componentes del presupuesto operativo de la empresa. A esto se suma el mantenimiento de oficinas administrativas y beneficios laborales que, en muchos casos, superan los estándares del sector privado. Este esquema se ha mantenido a pesar de las advertencias técnicas y los informes internos que aconsejan una reestructuración profunda.

La producción de la refinería de Talara es menor de lo proyectado, lo que agrava el estado financiero de Petroperú.

Talara: más inversión, más pérdidas

La refinería de Talara, que costó más de US$ 6,000 millones —cuatro veces lo proyectado inicialmente— sigue sin dar resultados. Su unidad clave, la planta Flexicoking, ha presentado fallas técnicas y opera actualmente a 16,000 barriles diarios, lejos de los 23,000 previstos. Según expertos, produce a un costo mayor al precio de venta.

Diversos analistas coinciden en que la inversión en Talara ha sido mal ejecutada y que la apuesta tecnológica no fue acompañada de un modelo de gestión eficiente. Mientras se esperaba que el proyecto fuera la base para sanear las finanzas de Petroperú, terminó sumándose a la carga financiera y profundizando la brecha entre lo invertido y lo recuperado.

El gobierno evita hablar de “salvataje” y lo presenta como una “reestructuración financiera”. Pero para los expresidentes de Petroperú Carlos Paredes y César Gutiérrez, se trata de un préstamo respaldado por el Estado que elimina todo riesgo para la empresa, trasladándolo directamente a las arcas públicas.

A la fecha, Petroperú arrastra un déficit operativo de US$ 2,275 millones. Aunque Narváez reconoce las pérdidas, también ha anunciado un plan de expansión hacia 2030 sin detallar cómo se financiará ni cómo revertirá los resultados actuales.

Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS.