Vestido de negro hasta el final, el “Príncipe de las Tinieblas” fallece a los 76 años, dejando un legado inmortal en el rock

Por Fiorella Ramírez

El legendario líder de Black Sabbath y uno de los pilares del heavy metal, Ozzy Osbourne, murió a los sus 76 años, «pacíficamente» y en compañía de sus seres queridos, según comunicó su familia.

Su partida llega apenas dos semanas después de su espectáculo despedida, celebrado el 5 de julio bajo el título “Back to the Beginning” en Villa Park, Birmingham. En ese gran evento, Osbourne se presentó junto a los tres miembros originales de Black Sabbath, y, debido a su avanzado estado de Parkinson, interpretó sentado sobre un trono.

El concierto, catalogado como benéfico, recaudó más de £140 millones destinados a organizaciones como Cure Parkinson’s Trust, Birmingham Children’s Hospital y Acorns Children’s Hospice. Fue un evento épico, transmitido globalmente, que marcó el adiós oficial de este ícono musical.

El compromiso de su hija

Durante los backstage del evento, su hija Kelly Osbourne fue sorprendida con una propuesta de matrimonio por parte del DJ Sid Wilson, integrante de Slipknot. El instante fue captado por los presentes y compartido en redes sociales.

En medio de la emoción, Ozzy intervino con humor ácido: “¡Vete a la mierda, no te casarás con mi hija!”, mencionó provocando carcajadas en todos los asistentes, incluida su esposa Sharon.

Kelly, de 40 años, está embarcada en una relación de más de tres años con Wilson y comparte con él un hijo, Sidney, nacido en noviembre de 2022.

Una vida de excesos, talento y redención

Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, Osbourne encarnó el alma y la furia del heavy metal con Black Sabbath desde 1968, revolucionando el rock con discos como Paranoid y Master of Reality. Tras su salida de la banda en 1979 por problemas de adicción, inició una gran carrera solista, produciendo himnos como «Crazy Train», «No More Tears» y «Blizzard of Ozz».

Conocido por su actitud legendaria —como morder un murciélago en vivo— también enfrentó numerosos escándalos, adicciones y un grave accidente en 2003. En 2020 fue diagnosticado con Parkinson, lo que la familia mantuvo en reserva hasta que su salud comenzó a deteriorarse notablemente.

Su popularidad trascendió el ámbito musical gracias al reality The Osbournes (2002–2005), donde mostró un lado humano, familiar y muy cotidiano. 

Fue introducido al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2006 como miembro de Black Sabbath, y en 2023 fue incluido nuevamente por su carrera como solista, convirtiéndose en uno de los pocos artistas en lograrlo dos veces.

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