Por Isabel Miró Quesada | Fotos: Ana Yacs
En exclusiva, conversamos con Roberto Chiabra, primer candidato en pactar una alianza —va con el PPC, pero desde entonces va también va con el fiscal Tomas Gálvez y Zósimo Cárdenas Muje, el gobernador regional de Junín—, y que propone reducir el gabinete a 14 ministerios, centralizando funciones en nuevas carteras como la de Infraestructura, que estaría a cargo de Carlos Neuhaus.
El general en retiro tiene clara su propuesta de reforma en seguridad y el rol que deben asumir las Fuerzas Armadas. Plantea reforzar las fronteras frente al crimen y combatir la corrupción con el ejemplo: “Si el presidente no agarra, no agarra nadie”.
¿Vio alguna propuesta relevante en el discurso de 28 de julio?
Nada. Dijo que desde hace dos años están implementando el Plan País Seguro. Pero empecemos por lo básico: ¿ha cerrado las fronteras? Si no cierra las fronteras, no está combatiendo ni la minería ilegal, ni el narcotráfico, ni la violencia, ni la migración ilegal masiva. Hoy la criminalidad es transnacional.
¿Y cómo cerraría usted la frontera norte?
Se requiere una brigada del Ejército en forma permanente. El campamento tiene que estar instalado como hicieron en el sur. No basta con cerrar un solo puente como Zarumilla, por ahí no cruzan los ilegales. Necesitamos presencia militar sostenida. Esa frontera es el principal canal de ingreso de la delincuencia que genera violencia, extorsión y caos.
La presidenta dijo que se han hecho un millón de operativos.
Vamos, con un millón de operativos, ¿no deberíamos ya haber reducido la violencia? A las combis les disparan con pasajeros dentro, a plena luz del día. Los negocios cierran, los peruanos emigran porque no pueden seguir trabajando. No se ha capturado a nadie. No hemos desarticulado a las bandas. ¿Dónde están los cabecillas? Si yo fuera presidente y me vienen con ese cuento, saco a todos por incompetentes o por mentirosos.
¿Y los delincuentes que se han venido soltando en los últimos años?
Es inaceptable. Soltamos al jefe de los Pulpos aplicando el 2×1 por buena conducta. ¿Dónde trabajó, si en Challapalca no hay talleres? Y el 6×1 no lo quieren aplicar porque fue posterior. ¿Y qué hace el juez, qué hace el INPE? Dicen que están investigando. No puede ser que no se den cuenta que están liberando al cabecilla de una banda que ha generado años de violencia en Trujillo.

Chriaba señala que el Estado facilitó la expansión de la minería informal al extender el Reinfo: “Nos roban el oro en camiones”.
¿Cree que propuestas como la pena de muerte o convenios con El Salvador sean la salida?
Son populismo. ¿Vamos a firmar un convenio con El Salvador? ¿Qué sigue, que vengan los policías de Estados Unidos y nosotros no hagamos nada? Con la pena de muerte, igual. Hay países donde la sentencia tarda 50 años. ¿Qué quieren acá? ¿Fusilamientos al mediodía? Eso no es una política pública, es una farsa para encandilar al votante. La gente cree que es la solución porque suena fuerte, pero no combate las causas de la delincuencia.
¿Y cuáles son esas causas?
La falta de prevención. Los niños están siendo captados por redes sociales, hay deserción escolar por problemas familiares, los jóvenes sin oportunidades se vuelven vulnerables. Por eso tenemos sicarios niños. La trata de personas ha pasado de ser un problema social a ser un crimen organizado. Las chicas que no pagan cupo son asesinadas. Y no hemos capturado a ninguno de los explotadores.
Plantea reducir el gabinete a solo 14 ministerios, con una nueva cartera de Infraestructura que fusione Construcción, Transportes y Vivienda.
¿Sería partidario de reintroducir algo como la Policía de Investigaciones (PIP)?
No. Sería un retroceso. Ya hay suficiente fragmentación dentro de la policía. Lo que se necesita es una línea de carrera desde la formación. Que desde la escuela te preparen para ser investigador. Pero ¿cómo lograrlo si la escuela de oficiales de Chorrillos no funciona hace siete años? Y encima hay 27 escuelas de formación en el país, muchas sin infraestructura ni equipo. Yo propuse que haya cinco bien implementadas: Piura, Arequipa, Ucayali, Lima y una más por región. Pero en el Congreso todos querían una en su distrito. Así no se construye institución.
¿Cómo ve el hecho de haber sido congresista en un Parlamento tan desprestigiado?
Le puede jugar en contra. En el Perú generalizamos. Entonces todos los congresistas estamos mal vistos. Yo intento distinguirme por mis votaciones, por mi participación, por mantener principios. Desde el inicio mi bancada me dio libertad para opinar y votar. Lo que digo es lo que hago.
¿Cuál debería ser el rol de las Fuerzas Armadas en la seguridad ciudadana?
Lo que hay ahora es un mal empleo. Si declaras un estado de emergencia, la Constitución dice que las Fuerzas Armadas asumen el control del orden interno. No es “apoyo”. Y además, yo propongo formar brigadas de policía militar dentro de las FFAA, como en los años 70. Entrenadas, con tareas puntuales. También propongo el servicio policial voluntario.
¿En qué consistiría?
Jóvenes de 18 a 50 años, dentro de su propio distrito, pueden hacer turnos de ocho horas como guardias de calle, con una remuneración equivalente al sueldo mínimo. Eso le quita recursos humanos a la delincuencia y da oportunidades a jóvenes que estudian o trabajan. Es presencia. Lo que la gente pide es ver policías, serenazgos. No cifras ni excusas.

Como estrategia dual de seguridad y empleo, promueve un servicio policial voluntario con sueldo mínimo para jóvenes de cada distrito.
¿El servicio militar obligatorio podría disuadir a jóvenes del pandillaje o la minería ilegal?
Yo creo en el servicio voluntario. Cuando fui ministro, me pedían volver al obligatorio. Es mentira: había muchas deserciones. El voluntario bien remunerado, con formación y con salida laboral, sí funciona. El Estado forma a ese joven dos años, lo capacita, le da un sueldo. Luego puede ingresar al INPE, serenazgo, o a la policía. Pero si le pagan 256 soles, como ahora, lo están usando como carne de cañón. Hacen el mismo trabajo que un soldado con sueldo, pero con propina.
¿No hay contradicción entre eso y las compras millonarias de aviones?
Son cosas distintas. Nadie imaginaba una guerra entre dos estados en 2025. Y mire Rusia y Ucrania. La guerra sigue tres años después. Ninguno puede retroceder. El Perú necesita fuerza militar disuasiva.
¿Qué haría en sus primeros 100 días de gobierno?
Integrar físicamente el territorio. Hay zonas de frontera sin médicos ni profesores porque nadie quiere ir ahí. Con 2 o 3 km de carretera esa población puede salir, hacer comercio, tener servicios. Y mejorar la infraestructura educativa. No filosofemos sobre la desigualdad: basta ver un colegio sin luz ni carpetas. Eleva el nivel de ese colegio. Que todos los chicos estudien en su distrito, como en Estados Unidos. ¿Por qué van a otro lugar? Porque no hay vacantes o porque no hay calidad. El cambio empieza por ahí.
El tema de la infraestructura es recurrente en cada elección. ¿Cómo lo haría usted? ¿Y qué piensa de los trenes, por ejemplo?
Soy partidario de un tren Tumbes–Tacna. En Perú pensamos en chiquito. ¿Por qué Moquegua sí y Lima–Tacna no? ¿Por qué solo Lima–Ica? ¿Y Moquegua no quiere tren? Un tren Tumbes–Tacna sería clave para el turismo, para el movimiento de nuestra gente, como en las épocas antiguas con el ferrocarril. Pero para eso necesitas planeamiento estratégico. Un tren puede demorar dos, tres, cinco años en construirse. Pero si no tienes planeamiento con continuidad, no sirve. El Perú necesita un planeamiento de largo plazo.
¿Qué implicaría esa continuidad?
Que el ministro se puede ir, pero el plan sigue. Sale uno, entra otro, cambia el ritmo, pero no el proyecto. No tenemos eso. Mire Chancay: hace más de siete años sabíamos del megapuerto. ¿Dónde está el plan de desarrollo? ¿La conectividad? El otro día el chino se junta con el brasileño y dicen: hagamos un tren. Y el Perú responde: “A mí no me han consultado”. Así no se puede.
¿Qué haría usted?
Esto es lo que haría: sentarme con ellos y decirles “¿Por dónde quieren que pase el tren?, ¿quién lo costea?, ¿qué carga traen y qué puedo ofrecer yo para que no regrese vacío?”. Todo eso debe quedar claro en un contrato. Los chinos no quieren fracasar y los brasileños van a ahorrar 10 o 15 días; el Perú tiene que ver en qué gana. Y para eso necesitamos un Ministerio de Infraestructura que fusione Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, con alguien como Carlos Neuhaus. Así cada área cumple su función. Hoy le das a un director de UGEL un millón de soles para reparar colegios y te dice: “No tengo carpintero, ni gasfitero, ni pintor”.

“Alberto Fujimori me pasó a retiro a fines del 98. Justo el año que se firmaba el acuerdo con Ecuador, tras ganar la guerra del Cenepa», recuerda Chiabra.
¿También propone un Ministerio de Turismo?
Sí. Turismo y cultura. El Perú tiene cuatro fortalezas: agricultura, minería, pesca y turismo. Colombia tiene seis millones de turistas, nosotros apenas dos. El turismo en Perú es solo Machu Picchu. Un turista llega y dice: “Tengo cuatro días, ¿me voy a la selva o a Arequipa?”. Pero tiene que haber una estrategia.
¿Cree que su perfil encaja con las demandas actuales?
Si el problema fuera económico, buscaríamos un economista. Pero si es de seguridad, necesitas un estratega. Y yo tengo toda la estrategia y condiciones para aplicarla. Sé que me arriesgo. A mí me han dicho: “¿Lo has pensado bien? ¿Lo consultaste con tu familia? Mira cómo acabaron los anteriores”. Pero yo lo asumo.
¿Cómo atacaría a la minería ilegal?
Aquí no es solo combatir con policías y militares. Hay que trabajar también en formalización, en trazabilidad, en contratos justos. Yo siempre he dicho: hay que trabajar cuatro ejes: formalización de la pequeña minería, eliminación de la ilegal, impulso a la minería responsable y combate al crimen organizado.
¿Y el otro tema es la compra del oro, no? ¿Qué piensa de que se venda en Bolivia o en el extranjero?
Antes lo compraba el Banco Minero. ¿Por qué no lo puede hacer de nuevo? En época del narcotráfico, el Banco de la Nación abría agencias donde se necesitaba. Si el país comprara el oro, ese 40% que hoy se va, se quedaría acá. Pero no controlamos ni el mercurio, ni los combustibles, ni los explosivos. No fiscalizamos.
¿Y por qué no fiscalizamos? ¿Porque el Congreso lo bloquea?
El Congreso no, todos. El Congreso hace lo de siempre: patea el Reinfo. Y el Reinfo es como un brevete: lo usas para atropellar, pero no pasa nada. Los que deben fiscalizar son la SUNAT, la UIF, SUCAMEC. Recién ahora han puesto tres puestos de control. Pero yo he hablado con la gente de Poderosa, y me dicen: “Nos roban el oro en camiones”. ¡Camiones enteros! Y nadie los detiene.
¿Y esos camiones están afiliados a partidos? Salió en Cuarto Poder el vínculo con APP.
Sí. Dicen que los choferes están inscritos en el partido de Acuña. Pero no solo es Acuña: también Renovación, Podemos, el fujimorismo. Revisa la votación por la ampliación del Reinfo. ¿Cuántos votamos en contra? Solo doce. Y ahí estoy yo.
¿Eso implica que va a haber mucho financiamiento ilegal en esta campaña?
Por supuesto. Porque los empresarios formales ya tienen miedo, por los problemas que han tenido. Entonces el financiamiento vendrá de la minería ilegal. ¿Por qué cree que los afilian? ¿Porque quieren resolver la minería? No. Es por votos. Está clarísimo.
¿Cree que al candidato que se enfrente de verdad a ese sector lo podrían matar, como ha pasado en Ecuador?
Creo que sí. Por eso siempre me preguntan si estoy loco. Cuando uno dice: “Voy a combatir la minería ilegal”, la gente dice: “¿Quién lo dice? ¿Él lo dice? Entonces él sí lo hace”. Ese es el problema. Es un riesgo real. Sé en lo que me estoy metiendo. Y lo hago sabiendo que me arriesgo yo y mi familia. Pero lo hago porque el Perú lo necesita.
El 2% de peruanos dice que le importa compartir las ideas del próximo presidente. ¿Qué opina de eso?
Eso demuestra que a la gente ya no le importa lo que piensa el candidato. Quiere resultados. Por eso, si la campaña es para descalificar al rival, no voy a tener puntos. Si es para prometer lo imposible, tampoco. ¿Pena de muerte? ¿Tanques en las calles? No. En la misma encuesta preguntan: ¿Qué tipo de presidente necesita usted? Y responden: uno fuerte que ponga orden, uno que conozca la realidad y tenga experiencia. ¡Casi ponen mi nombre! (Ríe). Aunque salgo en “otros”, todo lo que dicen me describe.
¿Y en el plano internacional? Se habla mucho de la hegemonía china en el Pacífico. ¿Le preocupa que haya más proyectos con China y no con Estados Unidos?
Yo siempre he dicho que Corío debería ser para Estados Unidos. Pero EE. UU. no puede entrar como país, China sí. China manda a sus empresas. EE. UU. nos ha abandonado. Si los chinos no hubieran hecho Chancay, seguiría siendo un terreno vacío. Nos ha caído del cielo.
¿Qué ve en el panorama político?
Hemos espantado a los decentes de la política. Todos los decentes que hablan conmigo me dicen: “Roberto, yo te apoyo, pero no me metas en nada porque mi familia no quiere”. ¿Quién te queda? Lo que tú ves. Y eso pasa porque cuando el presidente agarra, todos agarran. Pero si el presidente no agarra, no agarra nadie, porque saben que el presidente te corta la mano. Todo empieza por la cabeza.

Propone la creación de un tren Tumbes– Tacna como eje de integración nacional. “Sería clave para el turismo.
¿Qué hay que cortar entonces?
Eso, precisamente. Se puede cortar. Por ejemplo, los programas sociales están en los edificios más caros. Junta todos esos alquileres y haces otro programa social. ¿Por qué no los mudas a un buen edificio del Estado? Petroperú, por ejemplo, hace rato que dijeron que debería irse a Talara. Que se vaya a Talara, y ahí instalas un ministerio.
¿Y qué haría usted con Petroperú?
Ese es un problema que nadie ha podido solucionar, pero yo digo: búscale un socio privado que quiera asumir la responsabilidad. Que tenga el 49% y Petroperú el 51%. Se dijo que habría austeridad, reorganización… no se ha hecho nada. Al contrario: altos sueldos. ¿Cómo puede ser que una empresa quebrada pague sueldos como si estuviera en bonanza?
¿Cuál es el verdadero problema con las empresas públicas?
No es la empresa en sí, es a quién pones. En Chile, Boric le decía a una señora encargada del tema: “Usted puede cambiar el directorio, pero cumpla con los perfiles”. Si pones gente con experiencia, limpia, con trayectoria, eso funciona. Pero acá ponen al amiguito, a la amiguita, al pariente.
¿Usted es más de la idea de un Estado grande o de un Estado pequeño?
Yo quisiera tener un gabinete de 14 ministerios. Tenemos demasiados. Por ejemplo, podrías juntar Producción, Agricultura, Pesca y Manufactura en uno solo. También Justicia con Trabajo, Turismo, y crear un Ministerio de Infraestructura. Este ministerio tendría equipos propios para hacer expedientes técnicos, así no se puede meter la mano porque todo está a la vista.
¿Y qué haría con el Palacio de Gobierno?
Lo reestructuraría completamente. Cuando fui decano del presidente Belaúnde, en el 83, no había nadie en Palacio. Solo entraban los ministros a horas fijas. Nada de asesores, adjuntos, ni secretarios. Hoy ves cientos de personas. Mira la oficina que ha puesto Santivañez. Por eso los gastos en comida. Lo primero es limpiar el Palacio. Solo deben entrar a ver al presidente, y se acabaron los problemas de corrupción.
¿Y la reforma de la justicia? ¿Siente que está politizada?
Lo peor que podemos hacer es negar que hay un problema. Yo creo que el Ministerio Público y el Poder Judicial deben reorganizarse solos. Antes, el fiscal de la Nación era el más antiguo. Ahora, al votarse internamente, empieza el “tú me apoyas, yo te apoyo”. Terminan todos siendo fiscales de la Nación en algún momento. ¿Dónde está la renovación? Yo propuse que el fiscal de la Nación se quede tres años y luego se vaya. Me agarraron a patadas. Pero ¿por qué se quedan? El sistema está politizado, y eso genera desconfianza. Ellos mismos deberían decir: “Tenemos un problema, vamos a cambiar”.
¿Su yerno, Aníbal Quiroga, sería su asesor si llega al poder?
No. Él tiene libertad para escoger a sus clientes, y no le puedo decir: “ese cliente no”.
Sobre las alianzas, se habló del Grupo Cuatro, con Javier Bedoya y otros… ¿Cómo va eso?
Ya hay dos más casi confirmados. Uno es el partido de Tomás Gálvez, que ahora tiene como secretario general a Pedro López, exalcalde de La Perla. El otro es un partido del centro del país, de Junín, cuyo presidente es el actual gobernador. Él no postulará, pero su partido sí se suma a nosotros. Seríamos cuatro. Y en la fórmula presidencial iría Javier Bedoya como vicepresidente, aunque eso lo define cada partido.
Finalmente, ¿qué opina del tren de Rafael López Aliaga y su conflicto con el ministro de Transportes?
Lo peor que le puede pasar al país es que las autoridades se estén peleando. Es un problema de tres: el alcalde, el ministerio y el operador. Todos deberían ponerse de acuerdo. Ojalá lo hagan, por el bien de la gente de Chosica. Cuando es un beneficio, todos deberíamos sumar.
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