Sharma Oli tuvo que ser evacuado de su residencia en helicóptero, mientras los manifestantes rechazaban la prohibición de redes como WhatsApp, Facebook, Instagram y YouTube.
Por Redacción COSAS
Nepal atraviesa una dura crisis política y social. Desde el último lunes, una serie de protestas lideradas por jóvenes de la llamada Generación Z estalló en todo el país, en rechazo a la prohibición de 26 redes sociales, que incluía servicios como WhatsApp, Facebook, Instagram y YouTube, por no cumplir con una nueva ley local.
El martes 9 de septiembre, el primer ministro K.P. Sharma Oli, presentó su renuncia. En un comunicado, afirmó: «Renuncio al cargo de primer ministro con efecto a partir de hoy (…), a fin de adoptar nuevas medidas hacia una solución política y la resolución de los problemas de conformidad con la Constitución, teniendo en cuenta la situación extraordinaria que prevalece actualmente en el país».
Lejos de calmar la situación, se desataron nuevos hechos de violencia al punto que la autoridad tuvo que ser evacuada en helicóptero ante la violencia que rodeaba su vivienda.
Las protestas se intensificaron en la capital, Katmandú, donde miles de manifestantes, jóvenes nepalíes de entre 15 y 28 años, salieron a las calles con pancartas y carteles. La situación se tornó violenta y dejó 19 muertos y más de400 heridos. Médicos confirmaron que muchas lesiones fueron causadas por munición real, mientras las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.

Así escapó el primer ministro al sentirse amenazado en su casa.

Las protestas son protagonizadas por jóvenes de entre 15 y 28 años, que han utilizado las redes sociales como principal canal de organización y crítica al Gobierno.
Más renuncias y un país a la deriva
Además de la renuncia del primer ministro, el ministro del Interior, Ramesh Lekhak, dimitió por motivos morales tras las muertes durante las manifestaciones, según informó The Kathmandu Post.
Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, exigieron una «investigación exhaustiva, independiente e imparcial» sobre las muertes, alertando que se habría utilizado munición real contra los manifestantes.

Cerca de 400 personas están hospitalizadas, varias de ellas en estado crítico, de acuerdo al Centro Nacional de Traumatología.

Los manifestantes llevan carteles con las frases «Generación Z», «No a la corrupción», «Nepo Babies» y «Niños Nepo».
El trasfondo del estado de violencia fue la frustración frente a la corrupción generalizada. En las semanas previas, videos virales en TikTok mostraban el contraste entre la vida lujosa de los hijos de los políticos y las dificultades de la población nepalí promedio.
A esto se sumó que la administración de Oli bloqueó el acceso a las redes sociales que no se habían registrado ante el Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información del país, alegando la necesidad de cumplir regulaciones y combatir el discurso de odio. Para los manifestantes, la medida fue un intento de limitar la libertad de expresión y evidencia del descontento generalizado hacia el gobierno.
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