Tres décadas de historia educativa se reflejan hoy en una comunidad en constante evolución. La propuesta de la institución impulsa a cada estudiante a descubrir sus fortalezas y acompañar ese proceso más allá de la etapa escolar.

Por Redacción COSAS

El Colegio Altair celebra este 2025 tres décadas de vida institucional con la convicción de mantener una formación integral, donde la conexión con sus exalumnos se ha convertido en parte esencial de su identidad. Desde sus inicios, el colegio ha promovido un modelo que combina exigencia académica, innovación pedagógica y cercanía con las familias.

“Estamos creciendo de acuerdo a lo esperado, pero manteniendo la esencia. Mantenemos un vínculo cercano con nuestros exalumnos, pues creemos que ellos son parte fundamental de la historia del colegio”, explica Yolanda Meneses, coordinadora del programa de Diploma del Bachillerato Internacional, quien ha acompañado a varias promociones durante casi dos décadas.

La celebración de este aniversario reúne una semana de actividades en las que los estudiantes de todos los grados participan activamente. “El día central tendremos un desfile en el que cada grado representa un aspecto del lema de este año: ‘Reaching for the stars’. Con estas actividades, celebramos treinta años comprometidos con una educación de vanguardia”.

“No creemos en moldes”, afirma Yolanda Meneses.

Exalumnos que inspiran

Nuestros exestudiantes nunca dejan de ser parte de la comunidad. “Cuando egresan, seguimos en contacto para celebrar sus logros y que los compartan con la comunidad del colegio”, comenta Meneses.

Esa cercanía se refleja en trayectorias que hoy inspiran. Una de ellas es Sophia Lerner, diseñadora de modas que debutó en el LIFWeek con apenas 25 años y ganó el reconocimiento a mejor diseñadora de la edición Primavera-Verano 19-20. Su propuesta, basada en la reinvención del denim, combina creatividad y sostenibilidad, con procesos y materiales trabajados desde la conciencia ambiental.

Otro exalumno destacado es Diego Torres Estrada, ingeniero industrial y cofundador de Trii, una app que democratiza el acceso a la inversión bursátil en Latinoamérica. Tras su paso por el ecosistema emprendedor colombiano, desarrolló una herramienta digital que acerca a miles de personas a las finanzas.

La tercera historia es la de Vania Rivero, fundadora de Price Lab, startup que utiliza inteligencia artificial para optimizar estrategias comerciales en supermercados y tiendas de la región. Con solo 26 años, creó una solución que ahorra tiempo, reduce el uso de papel y genera crecimiento en las ventas de sus clientes. En 2024, levantó una ronda presemilla de US$360.000 para expandirse en América Latina.

Tanto Diego como Vania fueron reconocidos por “Forbes” como parte de la lista 30 under 30, que destaca a jóvenes innovadores desde una temprana edad. “Nos enfocamos en cuáles son las fortalezas de nuestros alumnos y trabajamos sobre ellas; eso es lo que distingue a nuestro colegio”.

El colegio está equipado con el STEAM Hub y sala de realidad aumentada.

El campus cuenta con instalaciones que brindan a los estudiantes las mejores oportunidades de aprendizaje

Educación sin moldes

La base de estos logros está en el modelo educativo. “Contamos con tres de los cuatro programas del Bachillerato Internacional: Programa de Educación Primaria, Programa de Años Intermedios y Programa de Diploma. Es un currículo exigente, y nuestros estudiantes obtienen resultados por encima del promedio mundial.

También fomentamos actividades extracurriculares: tenemos deportistas de alto rendimiento, algunos exalumnos olímpicos como Daniela Macías y Jean Paul de Trazegnies, este último con laureles olímpicos. Por otro lado, tenemos alumnos que impulsan proyectos sociales y otros que se lucen en actividades académicas”. El centro educativo promueve una forma de pensar orientada a la acción.

El ILS sigue la filosofía Reggio Emilia, integrando el entorno como parte del proceso educativo

Infraestructura y visión global

La propuesta académica se complementa con infraestructura moderna y la pertenencia a una red internacional de aprendizaje. El colegio forma parte de Inspired, lo que asegura una actualización constante.

Entre sus espacios sobresale el STEAM Hub, con una sala de realidad aumentada y un estudio audiovisual. También destaca su renovado laboratorio de ciencias de casi 100 m². También cuenta con el nuevo campus ELS, concebido bajo la filosofía Reggio Emilia, para acompañar el crecimiento de los niños y convertir el entorno en un recurso de enseñanza.

A través de eventos de House y sesiones cocurriculares, los estudiantes expresan su individualidad, socializan con sus compañeros y desarrollan sus talentos.

Si bien la historia del Colegio Altair empezó en 1995, el compromiso por brindar una educación internacional llevó a que en 2004 se adoptara la currícula del Bachillerato Internacional, comenzando con el Programa de Años Intermedios. Gracias a ello, hoy los exalumnos estudian en universidades de Europa, Norteamérica, Latinoamérica, Asia y Oceanía. Este año se gradúa la promoción número 20, y “esperamos que nuestros estudiantes vean que pueden estudiar en el Perú o en cualquier lugar del mundo que ellos elijan”.

La vida escolar se enriquece con programas como el Modelo de Naciones Unidas y Debate, que forman parte del currículo y fomentan la participación a nivel nacional e internacional. A esto se suma una comunidad sólida que trasciende generaciones: los exalumnos regresan, comparten sus logros y muchos ya confían la educación de sus hijos a Altair. Así, cada historia reafirma la vigencia de un proyecto educativo que, después de treinta años, sigue formando talentos que trascienden.

 

 

Suscríbase aquí a la edición impresa y sea parte de Club COSAS.