Cristina Matossian de Pardo, presidenta de la Asociación Nuevo Futuro, acompañada de Sandra Galdós, miembro del Consejo Directivo, conversó con COSAS sobre la tradicional feria “El Rastrillo”, que tendrá como novedad un espectáculo sensorial a cargo de Vania Masías y Ani Álvarez Calderón.
Por: Mery Jiménez Heredia
La feria benéfica El Rastrillo cumple 31 años como la principal fuente de ingresos para los Centros de Acogida Residencial (CAR) de la Asociación de Hogares Nuevo Futuro Perú, un espacio que dirige con éxito y dedicación Cristina Matossian. “La feria siempre es para la manutención de los hogares, porque esa parte es totalmente asistencial, por ello es más difícil encontrar financiamiento para eso”, explica.
Gracias a esta labor, la asociación ha logrado que casi quinientos niños sean adoptados por familias nacionales y extranjeras, y doscientos sean reinsertados a sus familias. A la fecha, atiende a setecientos noventa y dos pequeños. Y es que “no hay nada más gratificante que dar”, asegura Cristina.

Los diseños de Ani Álvarez Calderón desfilarán en una pasarela llena de arte y música, creada especialmente para esta edición de El Rastrillo.
También comenta con entusiasmo lo mucho que ha crecido la feria con el paso de los años. Acompañada de Sandra Galdós, miembro del Consejo Directivo de Nuevo Futuro, explicó algunas novedades de esta edición, que se realizará, como ya es costumbre, en el Puericultorio Pérez Araníbar del 22 al 26 de octubre.
Una performance de alta gama
Una de las principales novedades está enmarcada en el desfile inaugural, y será la performance a cargo de Vania Masías y del comité encargado de la puesta en escena, liderado por Christian Duarte y la diseñadora Ani Álvarez Calderón.
Al respecto, Vania comentó: “Queríamos hacer algo diferente para El Rastrillo; me propusieron una performance para el desfile. Aún estamos en proceso creativo, pero yo traduzco lo que los diseñadores me van transmitiendo a través de la ropa, tanto la simetría o la estructura como los colores o las texturas, para llevarlas a un movimiento coreográfico […] Esto está muy de moda, lo hace Louis Vuitton, lo hace Chanel”.

Ani Álvarez Calderón presentará un desfile inspirado en las performances de alta gama.
Por su parte, Ani Álvarez explicó que este desfile será una experiencia sensorial. “He trabajado bastante con piezas clave que he sacado de mis colecciones desde el año 2000 hasta ahora, pero para presentarlas de una manera actual: agarro una pieza que hice hace veinte años, pero de repente era una falda y ahora la ponemos como un minivestido. Siempre he querido crear ropa que dure eternamente, ropa con propósito”, señala.
Ambas se mostraron entusiasmadas de formar parte de un proyecto lleno de energía y con modelos jóvenes y voluntarios dispuestos a dar su tiempo para hacer de la feria todo un éxito.

Vania Masías ha preparado coreografías que reinterpretan y acompañan las colecciones.
Arte, música y gastronomía
El desfile irá de la mano con la inauguración del Cuarto de Ofertas y la Galería de Arte Comparte. “Este año hemos aumentado un cuarto más grande a la galería. Habrá tanto cuadros como grabados, fotografía, esculturas, un poco de todo”, mencionó Cristina.
Asimismo, Andrea Galdós explicó que se ha habilitado un nuevo comedor para que las empresas puedan comprar durante un día completo, además de eventos como una peña criolla al día siguiente de la inauguración, venta de productos gourmet o un after office programado para el viernes 24 de octubre. También se ha ampliado la zona de niños. “Es un evento muy familiar; entonces, quieres que todos disfruten”, comentó.

Para este año, la feria propone que el desfile inaugural, con prendas de Ani Álvarez y otros diseñadores, sea más inmersivo.
Un evento con propósito
Para Cristina, el éxito de la feria se ve reflejado en las historias de quienes pasaron por sus instalaciones. “Al principio, la adopción era toda internacional, porque la adopción nacional no existía cuando empezamos. Entonces, hoy en día nos vienen a visitar muchos chicos de fuera. Hace poco vino un chico peruano que sabía que había sido adoptado aquí, pero nunca había venido, y le gustó tanto que hoy está de voluntario todos los sábados y jaló a su hermana, que también es adoptada”, relata.
Reconoce que la labor no es fácil, ya que los casos de abandono y violencia familiar son recurrentes; pese a ello, se mostró entusiasmada por la mejora que existe en el proceso de adopción en el Perú y reflexionó sobre este trabajo de largo aliento. “La institución es maravillosa, aún falta la parte de captación de fondos, ahí todavía estamos dando batalla, pero hoy en día hay gente fantástica, muy dedicada”, afirma. Aseguró, entre risas, que planea continuar al frente de la asociación: “Si hay salud y me aguantan, ahí sigo”.

Nuevo Futuro Perú continúa su labor social con el apoyo de voluntarios y aliados comprometidos.
Finalmente, mencionó: “Ver cómo estos chicos vuelven, verlos crecer felices, es lo más gratificante que puede haber, para eso luchamos y eso es lo principal. Hay muchas historias de éxito, nos mandan fotos, muchos padres no tienen la obligación, pero seguimos en contacto, eso nos llena, haber podido contribuir con un granito de arena a la felicidad de estos enanos te cambia la vida. Y para eso es El Rastrillo, sin eso no podríamos hacer nada de lo que hacemos”.
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