Frente a la ola delictiva que deja el gobierno de Dina Boluarte, el precandidato cambia el guion, de la sátira política al desafío presidencial. En conversación con COSAS, comparte sus ideas y propuestas, confiesa fobias, habla de los sueños que imagina para el país y de la pesadilla que supone la inseguridad ciudadana.
Por Isabel Miró Quesada
En medio de su gira proselitista por todo el Perú, Carlos Álvarez ha hecho una pausa para con versar con COSAS sobre política, economía y, sobre todo, seguridad ciudadana. El cómico se ha fotografiado con varios cambios de ropa para la sesión, evocando a los personajes que suele caracterizar: expresidentes, ministros, alcaldes y fiscales. Pero su mayor reto será, sin duda, ponerse en los zapatos del candidato presidencial del partido País para Todos. Y para ello no necesita prótesis ni disfraces. Al contrario: hoy deja los camerinos, se quita el maquillaje, se remanga la camisa y habla seriamente como el ciudadano preocupado que es, ubicado entre los primeros lugares de todas las encuestas confiables del país. Un peruano indignado, dispuesto a dejarlo todo por lanzarse a las agitadas aguas de la política, y tratar de no ser revolcado por esa marejada.
Ha perdido el tercer puesto y lo tiene ahora Mario Vizcarra, si bien el 71% de los encuestados lo confunde con su hermano Martín. ¿Esta confusión enturbia el proceso electoral?
Yo no soy un creyente de las encuestas ni de los ratings, no comprendo cómo candidatos y partidos que el Perú dice odiar estén ahí. Hay una contradicción entre lo que piensan y dicen los peruanos, ¿quién miente?

Sobre la pena de muerte: “Si Dios quiere perdonar a los sicarios, a los extorsionadores, a los asesinos, es cosa de Dios. El trabajo del Estado es enviárselos”.
Hay candidatos que quieren presentarse como extremistas o antisistema. ¿Le preocupa esta narrativa?
Es peligroso, pero yo me defino como un ciudadano y ahora precandidato antisistema. Antisistema del sistema que estamos viviendo actual mente, donde nuestro país no está pacificado, con una delincuencia lumpen, con sujetos lacra que han venido de otros países, que se han unido a la delincuencia peruana y han convertido a nuestro país en un baño de sangre. Soy un antisistema cuando el sistema es corrupto y da la espalda a los ciudadanos que necesitan salud, educación y trabajo con dignidad. Si queremos un cambio, tenemos que cambiar también nosotros a la hora de elegir. Me acuerdo que el señor Gregorio Santos estaba en prisión y salió electo. Se liberó hace días a Vizcarra, y en las últimas encuestas de Ipsos vimos que Mario Vizcarra, el hermano, ya tiene 7%. No creo mucho en el endose de votos en la política peruana, pero obviamente el apellido del hermano tiene alguna significación. Él ha presentado una denuncia internacional, y vamos a ver qué pasa ahí, pero creo que el Perú es un país soberano, no es una republiqueta.
Usted ya se lanza como candidato a la presidencia. ¿Cuáles son los puntos fuertes que va a proponer?
Estoy como precandidato del partido País para Todos, un partido nuevo. Faltan las elecciones internas, y los militantes darán su voz, la cual yo respeto. Hay gente que ya se autoproclama candidato con bombos y platillos. Ahora, nuestra bandera, desde hace muchos años, es la inseguridad. Todo el mundo habla de la violencia criminal, pero nosotros lo venimos diciendo hace más de cuatro años, cuando Pedro Castillo era presidente de la República, y ahí comenzó esta cruzada. Nunca la llamé campaña: es una cruzada humana, social.
Además, tiene una relación con la Policía desde hace muchos años.
Es una institución sagrada, pero también, lamentablemente, hay que reformarla. Tenemos que ver el tema de la reforma del Ministerio Público y del Poder Judicial, pero con una junta de notables y académicos, que puede estar integrada por exmiembros del TC. Nuestra lucha no ha sido solamente contra la delincuencia, sino para una nueva forma de hacer política. Yo entiendo que la campaña tiene sus cosas. Hasta firman pactos de ética por gusto, porque nadie los respeta, usan esta campaña de cloaca, de letrina, para atacarse unos a otros.
“Estamos frente a una clase política que ha perdido toda credibilidad. A muchos les importa un pepino lo que vive la gente en la calle. Por eso insisto: necesitamos recuperar la dignidad del Estado”

“No es solo mano dura, sino un cambio de actitud: menos indiferencia y más carácter”, insiste Álvarez.
Encuentra la entrevista completa a Carlos Álvarez, en la edición impresa de COSAS 752, ya a la venta.
Fotografía: Paolo Rally Dirección Creativa y Producción: Adriana Hidalgo
Estudio de Fotografía: Foco Studio
Carloz Álvarez viste Atelier Yorgo Stratouris
Agradecimientos: D’Sala Caffè y Ubaldo Carranza Calvo.
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