El histórico encuentro en Roma marca la primera oración pública compartida entre un monarca británico y un pontífice católico desde la Reforma
Por: Redacción COSAS
Roma fue testigo de un momento sin precedentes cuando el rey Charles III y el Papa León XIV se unieron en oración dentro de la Capilla Sixtina. El evento, que simboliza el fin de casi cinco siglos de separación entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Católica, reunió a líderes religiosos y monárquicos en un acto profundamente simbólico. La ceremonia se desarrolló en el marco de la visita de estado del monarca británico al Vaticano, coincidiendo con el Jubileo Papal, una celebración que tiene lugar cada 25 años.
La ceremonia, que incluyó música de coros reales y la presencia de la reina Camila, refuerza lazos ecuménicos y diplomáticos mientras el Jubileo Papal se celebra en la Ciudad del Vaticano.
Su Majestad «se ha convertido en el primer soberano británico en 500 años en unirse a un Papa católico en oración, durante un servicio profundamente simbólico dentro de la Capilla Sixtina», informó The News Digital. Durante la ceremonia, el rey Charles III y el Papa León XIV marcaron «la unión de manos en la Capilla Sixtina», sellando un gesto cargado de simbolismo ecuménico.
«Oremos», pronunció el Papa León XIV, sus palabras resonando mientras siglos de división religiosa daban paso a la unidad. Según el Palacio de Buckingham: «El rey y la reina, acompañados por el Papa León, han asistido a un servicio especial en la Capilla Sixtina, que marca la unión de manos entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra, en una celebración del ecumenismo».
Encuentro previo y protocolo diplomático
Antes del servicio, Charles y Camila mantuvieron una audiencia privada con el Papa, lo que marcó la primera vez que se encontraban desde la elección del Papa León en mayo, tras la muerte del Papa Francisco en abril. El encuentro incluyó un intercambio de regalos y permitió establecer un diálogo directo entre las delegaciones del Vaticano y la monarquía británica.
El rey Carlos III y la reina Camila durante su audiencia privada con el Papa León XIV en el Vaticano, antes de participar en la histórica oración conjunta en la Capilla Sixtina.
la primera reunión desde la elección del pontífice en mayo, antes de la histórica oración que une a la Iglesia Católica y a la Iglesia de Inglaterra, de la cual Carlos es Gobernador Supremo, tras casi 500 años de separación.
El Palacio británico destacó que los monarcas fueron recibidos en el Vaticano horas después de llegar a Roma para comenzar su visita de estado de dos días, que coincide con el Jubileo Papal, reforzando la importancia de la ocasión tanto desde el plano religioso como diplomático.
Música y ceremonia
Durante el servicio, la Capilla Sixtina se llenó de música interpretada por los Niños del Coro de la Capilla Real y el Coro de la Capilla de San Jorge, Windsor, quienes actuaron junto al Coro de la Capilla Sixtina. La combinación de voces y arquitectura histórica intensificó la solemnidad del momento y ofreció un espectáculo visual y sonoro que reflejó la unión simbólica de tradiciones distintas.
El Papa León XIV clausuró la ceremonia con una oración: «Dios, Padre nuestro, tú creaste el cielo y la tierra. Nos hiciste a tu imagen…», cerrando el acto con un mensaje de unidad y espiritualidad compartida.
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Este encuentro histórico se produce en un contexto delicado para la monarquía británica, donde el Palacio ha buscado asegurar que la visita real no quede opacada por controversias recientes, como las que rodean al príncipe Andrew, según apuntó The News Digital.
Tras la ceremonia, se espera que el rey Charles reciba el título de Cofrade Real de San Pablo en la Basílica de San Pablo Extramuros, un reconocimiento que simboliza la continuidad de los lazos históricos entre la Corona británica y la Iglesia Católica. Este acto confirma la apuesta del monarca por el diálogo interreligioso y su papel como Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra, fortaleciendo la proyección internacional de la monarquía y la apertura hacia un acercamiento ecuménico tangible después de siglos de separación.
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