Inicia el reloj electoral. Cuatro miradas especializadas evalúan a un país que se prepara para votar: su estabilidad política, la desconfianza ciudadana y el rol de José Jerí, el joven presidente.
Por: Redacción COSAS
Urpi Torrado: “El peruano ya no confía en nadie, solo en su entorno más cercano”.

Urpi Torrado, CEO de Datum.
CEO de Datum analiza cómo la desconfianza, el desencanto político y la búsqueda de “mano dura” perfilan un escenario electoral incierto y emocionalmente agotado.
Hay una sensación de que la población reacciona tarde, que tolera abusos hasta que se vuelve insostenible. ¿Por qué el peruano demora tanto en indignarse?
La prioridad está en llevar comida a su mesa, resolver el día a día. En un país donde más del 70% vive de la economía informal, la gente no puede darse el lujo de salir a protestar. Lo vimos en la pandemia: cuando el desborde llegó, fue porque ya no podían sostener su situación económica. La indignación llega cuando la supervivencia está en riesgo.
Las encuestas revelan que el 84% no confía en los posibles candidatos presidenciales. ¿Qué refleja ese nivel de desconfianza?
Estamos ante una ciudadanía desencantada y más exigente. Hoy se desconfía de los políticos, del gobierno y de todas las instituciones. Esa desconfianza se ha generalizado tanto que la gente solo confía en su familia inmediata. El ciudadano ya no tiene expectativas ni luna de miel con ningún gobierno: parte pensando que le mentirán. Por eso es más pragmático e inmediatista; exige resultados inmediatos o rechaza.
¿Es posible el surgimiento de un outsider o seguiremos con los mismos nombres de siempre?
No se puede descartar. Aunque hoy no hay indicios, el descontento y la percepción de que “siempre son los mismos” persisten. La gente busca un candidato con experiencia, pero sin vínculo con la política reciente. Alguien que inspire esperanza y simbolice cambio. Si aparece una figura que calce con ese perfil, puede crecer rápido.
¿El país podría inclinarse hacia un liderazgo autoritario, tipo Bukele?
Sí. Hemos comprobado según nuestros estudios que muchos peruanos admiran a líderes como Trump, Bukele, Xi Jinping, Milei o Putin, todos con perfiles de mano dura. Existe una demanda de orden. Seguramente más de un candidato intentará proyectar esa imagen, pero solo conectará quien sea auténtico. No se puede fingir autoridad.
¿Cómo interpretas la irrupción del hermano de Martín Vizcarra? Está en los primeros lugares de las encuestas presidenciales.
Hay un sector que siente que no dejaron gobernar a Vizcarra y aún lo valora. Esa percepción favorece a su hermano, sobre todo porque muchas denuncias no tuvieron tanta difusión y la gente ya no sabe en quién creer.
¿Y qué pasa con las clases altas? ¿Se han desconectado?
Sí. En los niveles A y B, y en Lima, hay hartazgo y desafección. Son los más informados, pero también los más saturados: filtran lo que consumen, se alejan de las noticias y, en muchos casos, ya ni votan.
José Cevasco: “La cuerda delgada entre el Congreso y el presidente es el Presupuesto General de la República”.

José Cevasco, ex oficial mayor del Congreso de la República.
El ex oficial mayor del Congreso de la República por cuatro periodos advierte que el Legislativo respaldará a José Jerí mientras mantenga control fiscal y orden interno frente a presiones políticas y electorales.
Cree que Jerí tiene asegurado el respaldo del Congreso en su trayecto al 2026. ¿Algún talón de Aquiles que pueda perjudicarlo?
Creo que sí, en el sentido de que el Congreso no le propiciará una vacancia. Y si tuviéramos que encontrar algunas razones para que ese respaldo disminuya, me enfocaría en dos aspectos. El primero, relacionado con que la seguridad ciudadana se desborde, haciendo que el país sea ingobernable en cuanto a la tranquilidad social. El segundo, el abuso que el Congreso podría cometer mediante las acciones de control político de cara al proceso electoral, ya que algunos congresistas podrían pensar que “pegándole al gobierno” obtendrán votos para su reelección. Ello podría generarle al señor Jerí un clima de inestabilidad, no fatal, pero sí permanente.
El Congreso va a ser definitivamente el aliado más fuerte de Jerí para gobernar. ¿Cuál cree que puede ser la cuerda delgada en esa relación ?
Creo que la cuerda delgada se llama Presupuesto General de la República, en el que muchos parlamentarios querrán incorporar obras para sus regiones. Ante una negativa del gobierno para hacerlo, podría generarse un quiebre en el apoyo político del Congreso. No olvidemos que, en campaña electoral, los congresistas que buscan la reelección intentarán usar todos los recursos posibles para beneficiarse políticamente, y el presupuesto es su mejor herramienta. Sin embargo, aquí veremos de qué está hecho el señor Jerí, al enfrentar las presiones de políticos electoreros y mantener una postura firme y responsable para no excederse en un gasto fiscal que ya roza niveles de alarma.
¿Hasta qué punto podrá sostenerse Fernando Rospigliosi en la presidencia del Congreso y cuánto afecta su función en ese cargo a Fuerza Popular y a la eventual candidatura de Keiko Fujimori?
Cualquier grupo político que tenga la presidencia del Parlamento sufre un desgaste natural, pero en épocas electorales este podría duplicarse. Sin embargo, con una adecuada conducción y reformas internas, la percepción ciudadana podría mejorar de forma positiva. Por ejemplo, sería recomendable que el señor Fernando Rospigliosi impulse normas que impidan el uso de recursos públicos del Congreso en las campañas de reelección congresal, así como una ley que transparente las ayudas económicas y logísticas que reciban los parlamentarios reeleccionistas, evitando que dineros de la minería informal u otras fuentes dudosas se infiltren en dichas campañas. Por otro lado, debería promover un concurso público abierto para cubrir las plazas del Servicio Parlamentario y poner fin al copamiento de puestos en el Congreso por militantes de partidos políticos. El ejercicio de la presidencia del Congreso podría ser, además, una gran oportunidad para el fujimorismo, si este retorna a sus raíces técnicas de los años noventa, que le dieron réditos políticos y podrían beneficiar la eventual candidatura de la señora Fujimori.
¿Cree que para una mejor y más fina relación entre Ejecutivo y Legislativo, debería existir un órgano de enlace debidamente institucionalizado?
Creo que sí, y para ello debería incorporarse en la estructura orgánica del Despacho Presidencial una oficina encargada de las relaciones del Gobierno con el Congreso. La coordinación parlamentaria, tal como la conocemos hoy, es un modelo desfasado, ya que cada ministerio asume esa tarea de manera individual y no con una visión estratégica de gobierno. Ahora que ingresamos a la bicameralidad, las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo deben ser más precisas y orientadas a la estabilidad política. Para lograrlo, se requieren acciones estratégicas con una mirada global, no fragmentada. Este órgano debería depender del Despacho Presidencial y liderar la coordinación parlamentaria desde una perspectiva integral de gobierno, contribuyendo así a la estabilidad política con el Congreso.
Óscar Urviola Hani: “La juventud de José Jerí y el dinamismo de sus primeras acciones permiten darle el beneficio de la duda”.

Óscar Urviola Hani, expresidente del Tribunal Constitucional.
El expresidente del Tribunal Constitucional plantea que la reforma judicial integral debe postergarse hasta el nuevo gobierno, ante la urgencia del crimen y la corrupción.
¿Con qué Estado de derecho inobjetable marchamos hacia el 2026?
El Perú, por mandato constitucional e histórico, es una república unitaria, democrática, social, independiente y soberana; su gobierno se basa en el sistema representativo y descentralizado, bajo el principio de separación de poderes. La sola existencia de una Constitución, de un ordenamiento legal y de instituciones que la apliquen no son suficientes para garantizar la plena vigencia del Estado de derecho, será necesario la participación activa y responsable de la ciudadanía, como autoridades o como simples ciudadanos, en los diferentes roles que la sociedad ofrece, para asegurar la convivencia pacífica, el desarrollo del país y el bienestar de la población. En 2026, con las elecciones presidenciales y legislativas, el retorno al sistema bicameral, con la elección de senadores y diputados, la proliferación de organizaciones políticas y la inestabilidad que genera un gobierno transitorio, sumado a la inseguridad urbana y las frecuentes protestas sociales, exigen un comportamiento transparente e imparcial y oportuno de las autoridades, así como la participación responsable e informada de la ciudadanía para ejercer el derecho al voto, que al mismo tiempo es un deber.
Si es que el tiempo da para una reforma del sistema de justicia, habida cuenta de que sin ella no podremos derrotar al crimen organizado.
La crisis institucional que vive el país, que afecta a diferentes sectores de la administración pública, exige reformas urgentes y una de ellas es la reforma del sistema de justicia, que no solo involucra al Poder Judicial, en todas sus instancias, sino que comprende al Ministerio Público, la Policía Nacional, la Junta Nacional de Justicia y hasta el Tribunal Constitucional. Si bien la situación actual de la seguridad ciudadana, amenazada por el incremento del crimen organizado y la corrupción en todos los sectores, exigen medidas urgentes e inmediatas, las reformas de fondo, muchas de ellas a nivel de reforma constitucional y leyes orgánicas, no se podrán concretar por razones de tiempo y porque las propuestas de reforma deben ser debatidas en la campaña electoral que se avecina e implementadas bajo el nuevo gobierno que se instale el 28 de julio de 2026.
¿Ve en Jerí la capacidad de Jefe de Estado para ponerse por encima de la organización política del país?
La historia de nuestro país nos presenta, con frecuencia, sorpresas y sobresaltos en lo político que, felizmente, en los últimos años, se han superado dentro del orden constitucional. La vacancia de la señora Dina Boluarte ha catapultado al congresista Jerí a la Presidencia de la República, en cumplimiento de una sucesión prevista en la Constitución. No conozco mucho de su trayectoria y preparación, pero su juventud y el dinamismo de sus primeras acciones nos permiten darle el beneficio de la duda, deseando que en este mandato transitorio se ocupe de la seguridad ciudadana, la estabilidad económica y fiscal, así como las garantías para un exitoso y transparente proceso electoral.
¿La anulación del proceso a Keiko Fujimori y demás implicados dispuesta por el TC, además de hacer justicia, atenuará la polarización política en el país o la profundizará?
El fallo del TC solo enmienda una flagrante violación del principio de legalidad en la ley penal, consagrado en la Constitución, cometida por fiscales y jueces. Pone en evidencia que la administración de justicia no debe ni puede ejercer sus funciones con criterio político. Cuando actúan así, alientan polarizaciones y enfrentamientos que no conducen a nada y que, por el contrario, impiden la concertación y el diálogo para la solución de los problemas que aquejan al país.
Víctor García Toma: “Ojalá que el síndrome de confundir una contienda electoral con una guerra fratricida no nos alcance”.

Víctor García Toma, exministro de Justicia y expresidente del Tribunal Constitucional.
Exministro de Justicia y expresidente del Tribunal Constitucional. Exige neutralidad al presidente y alerta contra convertir la contienda electoral en un escenario de confrontación política.
Algunas encuestadoras han incluido a Mario Vizcarra en un segundo puesto, generando la percepción de que recibe el supuesto endose de votos de Martín Vizcarra. ¿Cómo ve este comportamiento?
Me suscitó recelo que algunas encuestadoras pidieran a sus entrevistados opinar sobre las preferencias electorales respecto a Martín Vizcarra, quien está inhabilitado para participar en los próximos comicios. Ello motivó la intervención del Jurado Nacional de Elecciones, que prohibió su inclusión en las encuestas por ser ilegal y fomentar desinformación, falsas expectativas y una afectación material del proceso electoral. Evidentemente, fue algo consciente y deliberado. Luego se volvió a consultar a la ciudadanía incluyendo como candidato a un tal M. Vizcarra, sin aclarar que era el hermano del expresidente. Desde Perú Primero nunca se había planteado tal posibilidad. Creo que los expertos llaman a eso posicionamiento. Cabe entonces preguntarse: ¿es papel de las encuestadoras “ubicar” a una persona en el partidor electoral? En lo que a mí respecta, el vertiginoso ascenso de un candidato sin pasado político ni presencia en el tejido social busca entronizarlo como líder electoral, pese a carecer de seguidores, ideas e identidad ideológica. Por ahora, solo arrastra carpetas fiscales.
¿Cómo prevé el comportamiento de las autoridades del sistema electoral a la luz de que no se repitan las irregularidades impunes de 2021?
A diferencia de su predecesor, la presidencia del Jurado a cargo de Roberto Burneo Bermejo actúa con prudencia y ajeno a conductas autoritarias. Su trayectoria está libre de compromisos partidarios y goza del crédito de que, bajo su gestión, la justicia electoral mostrará transparencia e imparcialidad.
Los titulares de los demás organismos electorales, designados por la cuestionada anterior Junta Nacional de Justicia, generaron observaciones y desconfianza ciudadana. Son funcionarios conocidos, aunque aún no legitimados. Se espera que en los próximos comicios demuestren su idoneidad.
¿Cree que las elecciones internas en los partidos garantizan la democratización real y efectiva de los partidos, como el APRA, por ejemplo?
De las organizaciones políticas en campaña, la enorme mayoría de ellas son expresiones de empresas políticas de responsabilidad limitada. El negocio consiste en subastar postulaciones y, en algunos casos, acumular poder al servicio de los intereses del propietario. Podemos afirmar que los comicios internos ya se resolvieron a puerta cerrada, donde se selló el acuerdo comercial-electoral. La decisión del APRA de realizar elecciones abiertas evidencia su voluntad de seguir siendo un partido de masas con prácticas democráticas. Habrá cierto jaleo, pero al final prevalecerá la libre decisión de los afiliados. Buena práctica que debería replicarse.
¿Cuál debería ser el papel garante del presidente Jerí en el proceso electoral, de modo que no se confunda con el JNE?
El presidente Jerí deberá entender que su breve gestión gubernamental está dirigida, en lo esencial, a salvaguardar el orden público; y, en ese contexto, garantizar el normal desarrollo de las actividades de campaña. Ello significa controlar desde la Constitución los conocidos núcleos de violencia, así como salvaguardar la vida e integridad de los candidatos. No debe ceder a la tentación de hacer política que afecte el proceso electoral. La neutralidad y la acción limitada propias de un gobierno de transición deben guiar una conducta leal a sus deberes. Los partidos, por su parte, deben evitar el lenguaje y la confrontación desmesurada, pues donde hay buenas razones sobran los golpes y las piedras. Ojalá que el síndrome de confundir una contienda electoral con una guerra fratricida no nos alcance y deje heridas que después no se pueda curar.
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