Cada vez más niños y adolescentes en Perú eligen el fútbol formativo como camino para competir, estudiar con becas deportivas y desarrollarse integralmente. Academias, camps internacionales y padres comprometidos impulsan a jóvenes talentos como Fernando Lasanta y Alessio Sarmiento, reflejando un crecimiento histórico en el deporte base.

Por Kike La Hoz

A sus 16 años, Fernando Lasanta puede decir que se hizo futbolista como jugando. Desde pequeño, su entusiasmo por el balón no conoció límites y su dedicación fue evidente para sus padres, Nayda Velarde y Rodrigo Lasanta, testigos de cada paso de su desarrollo. Lo que comenzó como un simple pasatiempo en los pasillos y patios del Newton College se transformó en una vocación que, con disciplina y constancia, lo ha llevado a trascender fronteras: desde setiembre, es parte del club Vélez Sarsfield de Argentina.

Su historia es el reflejo de un fenómeno cada vez más creciente para niños y adolescentes peruanos: el fútbol ya no es visto únicamente como un juego, sino como una alternativa que combina formación, disciplina y crecimiento personal. En el caso de Fernando Lasanta, el camino lo llevó, poco a poco, a convertirse en seleccionado sub-15 y sub-17, pero en algún momento el fútbol fue un espacio de desarrollo personal y de proyección académica: muchas puertas podían abrírsele en el extranjero como deportista calificado.

De defensa a arquero: su talento bajo los tres palos lo llevó de los patios del Newton College a la selección sub17.

De defensa a arquero: el talento de Fernando Lasanta bajo los tres palos lo ha llevado de los patios del Newton College a la selección sub17.

El recorrido de Fernando hacia Vélez Sarsfield empezó muchos años antes sin que sus padres lo advirtieran. Primero, jugando como defensa en su colegio, aunque luego su buena talla lo llevaría a descubrir su verdadera vocación: el arco. En la Academia Cantolao y luego en la Universidad de San Martín, su talento no pasó desapercibido: preparadores de arqueros organizaron programas personalizados y lo incluyeron en torneos competitivos, donde alternaba entre su categoría y entrenamientos avanzados. Pero sería su participación en La Liga Camp, como futbolista destacado, el verdadero punto de quiebre.

“Mamá, esto es lo que quiero para mi vida”, recuerda su madre, Nayda Velarde, que le dijo al volver de España. Hasta entonces, junto a otras mamás del colegio Newton y del club San Martín, se encargaba de asistir a prácticas, viajar a intercambios y monitorear el crecimiento de su hijo. El caso de Fernando no es aislado. Diversos estudiantes de colegios de Lima apuestan por el fútbol como una catapulta para acceder a programas de formación integral que les permitan jugar (a nivel profesional o no) sin descuidar la educación.

Con solo 16 años, Fernando Lasanta ya entrena en las divisiones juveniles de Vélez Sarsfield en Argentina.

Con solo 16 años, Fernando ya entrena en las divisiones juveniles de Vélez Sarsfield en Argentina.

La existencia de academias especializadas, camps internacionales y torneos federativos como la Copa Federación ha creado un ecosistema donde el fútbol sirve como herramienta para la formación integral, el desarrollo de valores y, en muchos casos, la posibilidad de optar por becas universitarias en el Perú o en el extranjero. “Nuestra visión cambió cuando vimos que el fútbol lo hacía feliz”, reconoce Nayda Velarde. “Desde siempre, con mi esposo, hemos tenido claro que lo más importante es la felicidad de nuestros hijos. No se trata de nuestros sueños, sino de los de ellos”, dice, para explicar el cambio de perspectiva.

Un nuevo ecosistema futbolero

El crecimiento del fenómeno del fútbol formativo, con proyección integral, también ha sido observado por los representantes de las principales academias del país. Jair Toledo, director deportivo de la Escuela de Fútbol Boca Juniors de ZSports, señala que hoy existe un cambio generacional importante: “Cada vez más chicos apuestan por el fútbol como medio para salir adelante, y esto no necesariamente implica que se vuelvan profesionales, sino que pueden acceder a becas universitarias y oportunidades internacionales”.

Madeleine Peralta, fundadora de FRAMA Fútbol, academia con más de veinte años de existencia, coincide en que la mentalidad de los padres ha cambiado:
“Antes, muchos veían el fútbol únicamente como algo para distraerse; hoy entienden que también forma carácter, disciplina, trabajo en equipo y salud. Apoyan a sus hijos en espacios deportivos bien estructurados, no solo pensando en que sean futbolistas profesionales, sino en que desarrollen valores y habilidades para la vida”.

El joven arquero peruano combina entrenamientos de alto nivel con formación académica integral.

El joven arquero peruano combina entrenamientos de alto nivel con formación académica integral.

Por su parte, Roberto Duffoó, exfutbolista profesional y fundador de One Soccer, una de las escuelas más novedosas en el mercado, destaca que este enfoque combina la ambición deportiva con la preparación académica: “Veo que muchos chicos utilizan su talento como herramienta para obtener becas universitarias. No todos quieren ser futbolistas profesionales; el enfoque de sus familias es que aprendan valores, comunicación, empatía y liderazgo, mientras aprovechan el fútbol como oportunidad de crecimiento integral”.

Este boom de academias y programas especializados refleja un cambio en la manera en que se concibe el fútbol en el Perú. Los padres ya no ven el deporte solo como entretenimiento; lo perciben como una inversión en la formación de sus hijos, combinando disciplina, alta competencia y oportunidades académicas. “Además, están identificando que hacerlos practicar fútbol en una academia o en el colegio es un estilo de vida sano que puede ayudar a sus hijos adolescentes”, explica Jair Toledo, desde su experiencia al frente de más de cuatrocientos niños de entre 5 y 13 años de edad.

Niños de la academia One Soccer viven el fútbol con disciplina, aprendizaje y diversión, f

Niños de la academia One Soccer viven el fútbol con disciplina, aprendizaje y diversión, f

La importancia de tener un “plan B”

El caso de Fernando Lasanta evidencia también el esfuerzo familiar detrás de cada joven talento. Sus padres han sido un soporte constante, acompañándolo a entrenamientos, organizando viajes a competencias y asegurando que su desarrollo académico no se descuide en ningún momento. “Ahora, a diferencia de antes, se exige mucho que los chicos estudien. Algo que nos gustó de Vélez, por ejemplo, es que tienen implementado el método DAR, que viene de River Plate y garantiza que la formación educativa se adapte a las necesidades de cada estudiante”, explica Nayda Velarde.

En el panorama inmediato, Fernando, instalado en la pensión de Vélez Sarsfield en Buenos Aires, solo tiene en la cabeza una cosa: debutar en el fútbol argentino.
Su inscripción en los torneos juveniles de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) se concretará recién en octubre. Más adelante, sueña con emigrar a un club europeo y, luego, quién sabe, ser convocado a la selección peruana absoluta. Aunque sus metas parecen bien delineadas, sus padres también han contemplado un plan B académico, a partir de haber recibido una formación integral gracias al nuevo enfoque en el fútbol formativo.

Con 16 años, Alessio Sarmiento es delantero del club La Franja. En los últimos meses, ha participado en los microcliclos de la selección peruana sub17.

Con 16 años, Alessio Sarmiento es delantero del club La Franja. En los últimos meses, ha participado en los microcliclos de la selección peruana sub17.

“Hemos visto programas como Edu Explora, que ofrece becas universitarias en EE. UU. vinculadas a la MLS. Esa sería nuestra opción si pasara algo”, aclara Nayda Velarde, consciente de que la carrera de muchos futbolistas suele truncarse por factores externos: lesiones, falta de oportunidades y alta competitividad. Con estudios en inglés y francés (en camino), está convencida de que su hijo podría sacarle provecho al fútbol de otra manera si se diera el caso.
“Puede estudiar una carrera como alumno becado. Está interesado en Administración de Empresas y también en Nutrición”, comenta.

El éxito más allá de las canchas

Alessio Sarmiento (16) es otro ejemplo de joven futbolista que combina talento en el campo con compromiso en los estudios. Desde sus primeros años en academias formativas como Cosmos y Regatas Lima, hasta llegar al club La Franja, ha mostrado disciplina y pasión por el fútbol, siempre con el respaldo de sus padres para crecer de manera integral. Este enfoque le ha permitido destacar en torneos intercolegiales y en la Copa Federación, categoría Oro, abriendo puertas para su desarrollo deportivo y académico.

“Yo creo que sí voy a estudiar una carrera. Es algo que pienso hacer, pero igual ahorita mi enfoque está en el fútbol, y mis papás me están apoyando porque están viendo frutos y confían en mí”, comenta Alessio. Desde su convocatoria a los microciclos de la selección peruana sub-17, sus expectativas se han centrado mucho más en el fútbol profesional, aunque su madre, Lizbeth Quispe, no pierde de vista que la pelota también podría abrirle otras puertas: “Sabemos que le va a dar facilidades para ingresar a una universidad de una forma más sencilla. Incluso algunas universidades ya nos han llamado justamente por el simple hecho de que Alessio es un futbolista destacado”.

Universidades ya lo tienen en la mira gracias a su desempeño deportivo y proyección académica.

Universidades ya lo tienen en la mira gracias a su desempeño deportivo y proyección académica.

Como Nayda, Lizbeth también está convencida de que la familia debe guiar la formación de un joven talento sin presiones. Lo que más le preocupa es que su hijo disfrute de sus amigos, crezca como persona y tenga pilares firmes para el futuro. “Veo la entrega que tiene en cada partido, la dedicación y la responsabilidad que demuestra, y las ganas que tiene cada fin de semana de obtener la victoria con su club. Y como siempre le digo, yo siempre te voy a apoyar en lo que a ti más te gusta hacer. Y si ahora, en tu presente, eso es lo que quieres hacer, pues vamos con todo”, cuenta.

El ejemplo de Fernando y Alessio demuestra que cada vez más jóvenes con acceso a programas deportivos de calidad encuentran en el fútbol una posibilidad de desarrollo a partir de la competencia permanente. Siguiendo los pasos de figuras consolidadas como Aldo Corzo o Luis Abraham, quienes también surgieron de colegios privados, estos chicos muestran que el talento, la disciplina y el acompañamiento familiar pueden abrir diversos caminos. En la actualidad, varias promesas ya se encuentran en selecciones menores, como Dejan Kojakovic Terzi (sub-15) y Joaquín de los Heros Miró Quesada (sub-16), lo que evidencia la efectividad de estos programas formativos.

Gracias a su talento, Alessio se ha convertido en referente en su categoría de la Copa Federación.

Gracias a su talento, Alessio se ha convertido en referente en su categoría de la Copa Federación.

Sin embargo, no todos llegarán a ser profesionales como Fernando o Alessio, y eso no disminuye el valor del fútbol en sus vidas. Roberto Duffoó, fundador de One Soccer, está convencido del valor pedagógico del fútbol: “Hoy que estoy en el mundo del fútbol de menores, veo mucho más de este tipo de escuelas, este tipo de servicios, este tipo de empresas que se dedican a gestionar el camino de las becas universitarias, y los chicos cada vez los veo más enfocados en eso”, asegura el exdefensa central.

El fútbol se presenta no solo como una aspiración profesional, sino también como una herramienta de formación integral, que enseña disciplina, trabajo en equipo y valores, y al mismo tiempo abre puertas a la educación y a oportunidades de desarrollo personal.

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