La monumental producción reunió a más de 150 artistas y 7,800 asistentes en la Plaza de Toros de Acho. Bajo la dirección de Gian Paolo Martelli, el montaje rompió récords y consolidó a Lima como un nuevo escenario para la ópera en la región.

Por: Alessia Carboni

El pasado 30 de octubre, la Plaza de Toros de Acho se transformó en un escenario lírico sin precedentes con la monumental puesta en escena de “Carmen en Acho”, una versión especial de la ópera de Georges Bizet dirigida por Gian Paolo Martelli y producida por Merlín Producciones Perú. La función, que celebró los 150 años del estreno original, reunió a más de 150 artistas y 7,800 asistentes, marcando un antes y un después para la ópera en Latinoamérica.

“Nunca se ha hecho algo así en América del Sur. Es la primera vez que Carmen se presenta completa en una plaza de toros; con Carmen en la Plaza de Acho registramos varios récords históricos, ni siquiera en Francia o España existe un registro de eso”, afirma el director artístico, Gian Paolo Martelli.

CARMEN en Acho

Paola Rosenberg, Luis Martín Bogdanovich y Cuco Morales.

El proyecto, concebido por Martelli junto al productor Carlos Ugaz y con el apoyo de Guido Fernández, buscó revalorizar el Rímac y devolver protagonismo cultural a la histórica Plaza de Acho.

Para el director artístico, la experiencia de adaptar el espacio fue desafiante y profundamente simbólica.“La primera vez que entré a Acho sentí su magnitud histórica. Una plaza de toros impone, pero verla transformada para “Carmen en Acho” fue emocionante”, recuerda.

CARMEN en Acho

Galo Yepez, Raúl Barrios, Begoña García-Serrano, Michele Controni, Pablo Goza y Guillermo López-Cediel.

El montaje exigió un esfuerzo logístico considerable. “Todo se puede mejorar, pero en general el trabajo se aprobó con éxito. Se diseñó una logística pensada para un recinto que está adecuado para otra cosa, y al final funcionó”. La esencia del evento —llevar arte de alto nivel a un espacio histórico— se cumplió plenamente.

El director subraya que el resultado fue fruto de un trabajo en equipo entre técnicos, artistas y productores de Perú y Chile, que lograron adaptar el espacio a las necesidades de una producción operística a gran escala. “El equipo funcionó perfectamente por ambas partes, tanto por Chile como por Perú”, añade Martelli.

CARMEN en Acho

Alberto Rivera, Alberto Caisedo, Carlos Ugaz, Guillermo Leguia y Jaime Barco.

La demanda de entradas superó todas las expectativas. Dos semanas antes del estreno, la producción decidió detener la publicidad, ya que se habían vendido más de 7,000 boletos. El día del evento, el lleno total confirmó el entusiasmo del público.“Ver cómo la gente respondía, cómo consumía cultura, fue emocionante”, cuenta Martelli.

La producción reunió un elenco de primer nivel. La mezzosoprano brasileña Luciana Bueno interpretó a Carmen, mientras que el tenor italiano Fabio Armiliato dio vida a Don José. Ambos cuentan con extensas trayectorias y ya habían trabajado junto a Martelli en otras producciones exitosas. “Fuimos a la segura con dos artistas que conocemos bien y que ya habían hecho Carmen antes. No hay una mejor Carmen en Latinoamérica que Luciana Bueno”, asegura el director.

Armiliato, por su parte, posee una carrera de más de tres décadas y ha compartido escena con figuras como Woody Allen y Penélope Cruz. “Fabio tiene una carrera impresionante; es un tenor de los grandes, con una fuerza escénica única”, añade Martelli.

CARMEN en Acho

Diego Uceda, Alcalde de La Molina.

El reparto se completó con cantantes peruanos seleccionados a través del Teatro Municipal de Lima. “Era importante sumar talento local. Muchos de ellos acababan de interpretar esta misma ópera, así que llegaban frescos y listos para el reto”.

La batuta estuvo a cargo del maestro Michelangelo Mazza, figura destacada del repertorio operístico internacional, quien dirige en los festivales de Puccini y Verdi, y es uno de los directores oficiales de la soprano Anna Netrebko, considerada la mejor cantante de ópera del mundo.“Tenerlo en Lima fue un lujo absoluto; es un director de las grandes ligas”, destaca Martelli.

 

Carmen en Acho

Roberto Dañino, María Laura Hernandez de Aguero, Carlos Ugaz, Fiorella Ramírez Menacho e Isabel Miró Quesada.

CARMEN en Acho

Claudia Duffoó, Felipe Díaz, Guillermo Benavides y Alexandra Fernández.

Uno de los grandes logros del espectáculo fue la calidad acústica conseguida en un espacio abierto. El equipo técnico, encabezado por el ingeniero de sonido chileno Rodrigo Ramírez, trabajó junto a profesionales peruanos para lograr una amplificación fiel y envolvente.“Había que generar una sensación acústica parecida a la que se tendría en una plaza cubierta. Se logró y funcionó muy bien. El sonido fue impecable”.

El proyecto se gestó en tiempo récord,“Todo comenzó en un viaje a España, donde conocí a Carlos Ugaz”, recuerda Martelli. “Siempre soñé con hacer Carmen en la Plaza de Acho, y cuando se lo mencioné a Carlos entendimos que podía hacerse realidad. Él me presentó a Guido Fernández, quien comprendió de inmediato el potencial cultural que tenía abrir Acho a nuevas formas de arte. Y la gente respondió increíblemente bien.”

CARMEN en Acho

Elizabeth Dulanto de Miró Quesada, Jerome Poussielgue, Ximena Monteverde, Monseñor Paolo Rocco e Isabel Hurtado.

Más allá de los récords y de la magnitud del evento, Martelli rescata el valor simbólico de haber hecho ópera en un lugar tan cargado de historia. “En una plaza como Acho estábamos tocando historia pura de Latinoamérica, y esa noche la ópera se fundió con esa historia.”

Carmen en Acho no solo marcó un hito artístico para el Perú, sino que demostró que Lima puede albergar producciones de gran formato y que el público está dispuesto a vivir experiencias culturales distintas.

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