El aspirante a la Presidencia, Carlos Espá, plantea un ambicioso plan basado en la lucha frontal contra la corrupción, la simplificación del Estado, la reducción de impuestos y la creación de cinco millones de empleos formales a través de zonas económicas especiales en fronteras. Además, propone una política de seguridad con penales de máxima seguridad para cabecillas criminales y el uso de inteligencia para desarticular el crimen organizado transnacional.
Por: Redacción COSAS
El precandidato presidencial por SíCreo, Carlos Espá, anunció en una reciente entrevista para un medio local sus principales motivaciones para postular y detalló propuestas clave en materia de seguridad, lucha contra la corrupción, formalización laboral y reformas del Estado. Espá enfatiza la necesidad de un cambio real en el Perú, manifestando el «clamor de la inmensa mayoría de los peruanos» cansados de 25 años de lo que denomina «chorreo, piloto automático» y un Estado que privilegia a una «burocracia dorada» y a «congresistas apandillados» acostumbrados a vivir del esfuerzo ajeno.
Eliminar impuestos y construcción de penales
La principal bandera de Espá es secar el pozo de la corrupción a través de la eliminación de impuestos antitécnicos y la simplificación administrativa. El precandidato propone eliminar impuestos y bajar impuestos para «devolverle la plata a la gente» y «poner el dinero en el bolsillo de las personas», argumentando que una ama de casa gasta mejor que el Estado. Para lograr esto, plantea eliminar la cantidad de trámites, autorizaciones, permisos, licencias, privilegios y exoneraciones generadas en los últimos 25 años.
En cuanto a seguridad ciudadana, el plan de gobierno incluye la construcción de seis penales de máxima seguridad, pequeños, con capacidad para 200 personas, exclusivos para cabecillas de organizaciones criminales. Estos se ubicarían en lugares inhóspitos y no tendrían privilegios de visitas ni beneficios penitenciarios. Adicionalmente, se plantea la privatización de la videovigilancia de las cámaras de seguridad en estos penales, a cargo de empresas internacionales, para vigilar tanto a los cabecillas como al personal del INPE.
Respecto a los problemas en el Vraem y las fronteras contra el narcotráfico, terrorismo y minería ilegal, Espá se centrará en la inteligencia y la creación de una fuerza de tarea con los mejores elementos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, dedicada exclusivamente a la lucha contra el crimen organizado y sus cabecillas, que, según él, han penetrado el Estado. Subraya que la corrupción es el principal problema del Perú y que las organizaciones criminales transnacionales tienen diferentes unidades de negocio (tráfico de drogas, minería ilegal, trata de personas), por lo que se debe atacar a los líderes identificados, no a los eslabones menores. También propone revalorar a la Policía y a las Fuerzas Armadas, dándoles capacidad operativa y presupuesto, a la par de luchar contra la corrupción interna.

Carlos Espá detalló propuestas clave en materia de seguridad.
Creación de puestos de trabajo formales
En materia económica, se propone la creación de cinco millones de puestos de trabajo formales mediante el establecimiento de zonas económicas especiales en zonas de frontera (Tumbes, Chancay, Arequipa, Puno) con 0 % de IGV y 0 % de impuesto a la renta. La meta es atraer inversión extranjera y privada nacional para generar industrias de exportación. Para impulsar la formalización laboral, se propone eliminar las barreras y trámites impuestos por el Estado que impiden la formalización, indicando que el país se está informalizando (casi 80 % de la PEA en la informalidad) debido a que formalizarse se ha convertido en un «castigo».
Finalmente, en política migratoria, Espá señala que la política exterior debe ser un instrumento para defender la integridad del mar territorial y enfrentar problemas internos como la migración ilegal y el crimen organizado. En cuanto a reformas políticas, se opone al sistema parlamentarista de facto y busca regresar a un presidencialismo estable. Propone eliminar el financiamiento público a partidos, la exoneración de impuestos y la franja electoral obligatoria. La valla electoral debe subirse al 20 % para reducir la fragmentación. Espá precisó que su campaña se financia con aportes modestos de afiliados, bancarizados y fiscalizados por la ONPE.
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