A horas de la Nochebuena, fieles y seguidores del Sumo Pontífice en la ciudad norteña recuerdan las Navidades que Robert Francis Prevost vivió como obispo de Chiclayo, marcadas por la cercanía pastoral y el encuentro con la comunidad.
Por Daniel Crespo Pizarro
Mientras el Papa León XIV celebra por primera vez la Navidad en el Vaticano, en Chiclayo el recuerdo se activa de inmediato. Allí, en la conocida Ciudad de la Amistad, Robert Francis Prevost vivió nueve Navidades como obispo de la diócesis, integrándose a la vida de la ciudad y haciendo de estas fechas un momento de reflexión y ahora de gratos recuerdos.
Durante esos años, la Navidad en Chiclayo tuvo una dinámica constante. Monseñor Prevost presidía la santa misa en la iglesia Santa María, Catedral de Chiclayo, saludaba de manera especial a los fieles y luego compartía la mesa fraterna con los sacerdotes que vivían en la Casa Episcopal.
Cada Navidad incluía eucaristías, encuentros pastorales y momentos entrañables en los que ponía en el centro a Jesús, María y José como figuras de fe y familia. También ofrecía entrevistas y mensajes a los periodistas, que luego eran difundidos en distintos medios de comunicación, siempre con un tono reflexivo y cercano. Entre esos recuerdos permanece incluso aquel espontáneo “Feliz Navidad” que cantó en 2014 y que quedó grabado en la memoria de muchos fieles.
La Navidad de 2022 fue la última que celebró en Chiclayo antes de dejar el país, y quedó especialmente marcada en la memoria colectiva. En el local del comedor parroquial de la Catedral de Chiclayo se organizó una reunión con alrededor de 70 personas en situación de necesidad. Allí, monseñor Prevost compartió un mensaje navideño, entregó presentes, sirvió platos de comida—una de estas imágenes se convirtió en viral cuando Prevost fue elegido Papa— y los repartió personalmente entre los asistentes.

Imagen de Mons. Prevost en una actividad navideña en 2022. La imagen fue viral y de las más curiosas tras ser elegio Papa.
Ese mismo año participó también en una actividad realizada en la Plaza de Armas de Chiclayo, que incluyó la presentación de una banda musical de niños y una recreación del nacimiento de Jesús. Acompañó la jornada con oraciones y mensajes dirigidos a las familias reunidas en el espacio público.
Quienes compartieron su día a día recuerdan que una de las cosas que más disfrutaba de la Navidad en el Perú era la convivencia con los sacerdotes de la Casa Episcopal. Valoraba ese tiempo compartido y tenía un especial gusto por la comida peruana. La cena navideña era la usual de una familia: pavo, panetón, empanadas y leche chocolatada.

Oración del entonces Obispo de Chiclayo, en la plaza de armas de la ciudad ante cientos de personas, en 2022.
En uno de sus últimos mensajes de Navidad en el Perú, pronunciado en 2021, en un contexto aún marcado por la pandemia y las dificultades sociales y políticas, dejó una reflexión que hoy mantiene plena vigencia: “Pedir la paz no es cerrar los ojos ante tanto dolor, sino manifestar la voluntad de buscar una justicia auténtica”. Un llamado directo a trabajar unidos en medio de la adversidad.
En ese mismo mensaje recordó que Jesucristo, príncipe de la paz, hijo de Dios y amor hecho niño, quiere llegar también a los hogares y a los corazones. Deseó que esa paz traiga alegría y amor a todas las familias, cerrando con un agradecimiento y un saludo de Navidad.
Al año siguiente, emitió su último mensaje como obispo de la ciudad. «Jesucristo, que es príncipe de la paz, que es hijo de Dios, que es el amor y que nace niño, quiere llegar también a sus hogares, a sus corazones. Que el príncipe de la paz traiga mucha alegría y amor a todos ustedes. ¡Muchas gracias y feliz navidad!»

La Navidad en la Catedral de Chiclayo junto a Mons. Prevost, entonces Obispo de la ciudad.
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