Con tan solo 18 años, Paris Jackson es dueña de una vida intensa. Acaba de firmar un contrato con IMG Models, la agencia que tiene en su planilla a influyentes celebridades como Gigi y Bella Hadid, Gisele Bündchen y Kate Moss. Hace unos meses, además, la hija del Michael Jackson, protagonizó una sesión fotográfica en la capital francesa nada menos que para Chanel.
Pero no siempre la vida de la hija de Michael Jackson fue así. La muerte de su padre, en el 2009, desencadenó una serie de pequeñas tragedias, una tras otra, en la joven modelo. Varios intentos de suicidio, olas de ciberacoso y una temporada en un centro de rehabilitación por consumo de alcohol y drogas son las marcas que dejó la fama (o la de su papá) en su corta existencia.
Los años perdidos
Durante su vida, Michael Jackson nunca quiso que la fama alcanzara a sus tres hijos: Prince, Michael Jr. y Paris. Las pocas veces que salían de su rancho de Neverland, donde los pequeños vivían junto a él, aparecían en la prensa ocultos bajo máscaras que impedían ver cómo eran físicamente.
Una de las primeras imágenes que vimos de Paris fue durante el funeral del ex Rey del Pop. En ella, tenía 11 años. Apareció con el rostro descubierto, pero marcado por la insondable tristeza del duelo. “Desde que nací, papá ha sido el mejor padre que uno pueda imaginar. Y sólo quiero decirle: Te quiero… mucho”, balbuceó entre lágrimas. Acto seguido, se refugió en los brazos de su tía Janet Jackson.
A partir de ese momento, comenzó la etapa oscura de Paris. En el colegio fue víctima de bullying y se dice que no tenía amigos. A los 15 años, fue trasladada de urgencia a una clínica por haber tomado un frasco entero de somníferos y haberse hecho cortes en el brazo con un cuchillo. Los médicos dijeron luego que no era la primera vez que Paris intentaba acabar con su vida.
El acoso que sufrió en el colegio se trasladó a las redes sociales. En Instagram, donde ahora tiene 1,1 millón de seguidores, era constantemente insultada por los cibernautas. Llegó incluso a colgar un video en el que aparece llorando por los insultos que le dedicaban.
El refugio que encontró la actual modelo fueron el alcohol y las drogas. Por sus redes también nos enteramos de que pasó una temporada en un centro de rehabilitación para tratar su dependencia y su depresión. Fue el mismo donde su padre trataba sus adicciones a los fármacos. Sin embargo, Paris no quiso utilizar medicamentos para superar sus problemas. Afortunadamente, lo logró y hoy mantiene su cuenta de Instagram.
Un nuevo comienzo
Este año ha empezado bien para la celebrity. Se convirtió en el rostro de Chanel y ha estado presente en las pasarelas más importantes del mundo. El contrato que acaba de firmar con IMG Models no hace más que confirmar el buen momento de la modelo.