Donald Trump cumple hoy 71 años. El presidente de Estados Unidos llega a su primer cumpleaños como mandatario de la Casa Blanca en medio de críticas y con un 60% de desaprobación sobre su desempeño en las encuestas. A pesar de eso, ¿lo celebrará?
Trump tiene un historial de lujosas fiestas en las mansiones y edificios que posee. Por sus celebraciones han pasado desde un imitador de Frank Sinatra hasta videos de saludos hechos por Elton John. Asimismo, su relación tensa con la prensa no es de ahora, sino de hace mucho. Para su cumpleaños 44, Trump prohibió la entrada de un reportero que lo había criticado por más de una década. El reportero intentó entrar como sea a la fiesta y terminó arrestado. Y ni hablar de los periodistas de televisión. El magnate a menudo decide desde qué ángulos, qué cosas grabar y a menudo los posiciona en lugares donde tendrán poca o nula visibilidad del evento.
¿De qué otras formas celebraban los presidentes de Estados Unidos sus fiestas? En esta nota hacemos un repaso.
John F. Kennedy
El 19 de mayo de 1962, el Madison Square Garden de Nueva York se paralizó. Y no fue por John F. Kennedy, que ese día celebraba su cumpleaños 45, sino por lo que sucedió después. El presidente número 35 de Estados Unidos llegó al centro de convenciones para recibir el saludo de 15,000 personas allí reunidas por su onomástico.
De pronto, un presentador la anunció: Marilyn Monroe. La rubia demoró en aparecer y el maestro de ceremonia tuvo que llamarla nuevamente. Y ahí estaba ella, encantadora en su vestido color piel cubierto por pedrería que resaltaba su belleza sin par. Con voz dulce y nerviosa, Monroe, de 35 años, le cantó el Happy Birthday a Kennedy. El público, enardecido, tenía ante sí una prueba más del rumor que los apuntaba como amantes.
Barack Obama
Para Barack Obama, las fiestas de cumpleaños cada 4 de agosto eran la oportunidad perfecta para celebrar con su familia y amigos, que en muchos casos son celebridades. Por eso en su último aniversario en la Casa Blanca, un verdadero grupo de estrellas asistió al evento. Entre ellas estaban los cantantes Paul McCartney, Nick Jonas, Usher y Stevie Wonder, que esa noche dio un show en vivo; la ex estrella de la NBA, Magic Johnson; el creador de Star Wars, George Lucas; la conductora Ellen DeGeneres, entre otros.
Obama ha pasado desde los 48 hasta los 55 años como presidente de los Estados Unidos. En todo ese tiempo, celebró sus fiestas, según cuenta The New York Times, con su cóctel favorito en mano: un extra Dry Martini.
Bill Clinton
Si hay alguien que disfruta de las fiestas tanto o más que Barack Obama, ese es Bill Clinton. Cuando fue presidente de Estados Unidos, Clinton se rodeó, como Obama, de artistas, deportistas y celebridades del medio. Los Clinton tenían poco más de 500 invitados en cada ceremonia (las que no se detuvieron ni siquiera cuando el mandatario afrontaba un proceso de destitución por el caso Lewinsky).
En los últimos años, el ex presidente ha seguido celebrando a lo grande, pero con fines caritativos. Sus fiestas son glamorosas y asisten los amigos millonarios de la pareja que desean colaborar con la fundación que los poseen. Cuando cumplió 60 años, el ticket de entrada costaba US$ 60,000 y el paquete VIP, US$ 500,000, que incluía una entrada a un concierto de los Rolling Stones.
Hace poco, el pasado 19 de agosto, en su 70 aniversario, volvió a repetir el plato. Los tickets para la cena y fiesta costaban como mínimo US$ 50,000 y llegaban a los US$ 250,000.
Los Bush, padre e hijo
Si hay algo que asemejaba a George Bush padre e hijo, era su gusto por la música country. Los ex presidentes de Estados Unidos disfrutaban con espectáculos en vivo donde invitaban a estrellas de ese género durante sus cumpleaños. Después de eso, no se parecían en nada.
George H.W Bush, el padre, tomaba cada ceremonia como una oportunidad ponerse un traje elegante y salir a generar vínculos con autoridades, empresarios y representantes de organizaciones. De otro lado, su hijo, George W. Bush, prefería ropa cómoda y disfrutar de su rancho en Texas. Durante su mandato, solo tuvo 11 state dinners y rara vez se le vio bailar con su esposa, Laura Bush.