¿Puede una película ser determinante para que alguien deje de consumir carne? Si no lo es, Okja puede estar bastante cerca. Más aún teniendo en cuenta que su propio director, el talentoso surcoreano Bong Joon-ho, decidió asumir una dieta vegana cuando se encontraba en la etapa de producción.

El filme, que se estrenó en la plataforma de Netflix el miércoles 28 de junio y que estuvo presente en la última edición del Festival de Cannes, lleva el nombre de una peculiar mascota. Okja se llama la «súper cerda» que ha crecido en unas aisladas colinas de Corea del Sur. Llegó hasta ahí luego de la compañía Mirando decidiera repartir veintiséis especímenes de su raza, ella incluida, entre los diez mejores ganaderos del mundo. Durante una década ellos han tenido que criar a su respectivo animal de la mejor manera para, finalmente, ser parte de un concurso en el que elegirían al mejor del grupo. ¿Para qué? Para ser luego comercializado. En distintos tipos de cortes y embutidos, claro.

Lo que detona la trama es que Mija, la niña junto a la que creció Okja (y que es interpretada por Ahn Seo-hyun), se rehúsa a perder a su amiga. Por eso la persigue y cruza medio mundo para poder rescatarla. Al estar ambientado en la actualidad, aparecen arquetipos inevitables en un tema como este. Vemos a una gran corporación (con Tilda Swinton dándole rostro), un grupo de animalistas (liderado por el siempre solvente Paul Dano), e incluso a un científico lleno de conflictos (interpretado por un sorpresivo e irreconocible Jake Gyllenhaal). Y también vemos escenarios tan crudos como recurrentes: negociaciones, protestas y, por supuesto, mataderos.

¿Es en verdad una película pro-vegetariana? Joon-ho ha confesado que ha tenido como inspiración Babe, de George Miller, que sí fue concebida como un filme que aboga por los derechos animales. Pero también es claro al momento de definir Okja: critica más el capitalismo que el consumo de carne. Un detalle para tener en cuenta: el plato favorito de Mija, la gran heroína de la historia, es el estofado de pollo. Es más, el mismo director solo mantuvo su dieta vegana durante dos meses. «No fue una declaración política o filosófica, fue algo instintivo, una reacción física que tuve al visitar los mataderos», confesó en una entrevista. «Lo que me parece problemático es cómo los humanos incluimos a los animales en este sistema de producción masiva de la era capitalista».

Contra lo que muchos dice, Okja no es la primera gran película de Netflix, puesto que la cadena ya estuvo detrás de la potente Beasts of No Nation. Tampoco es un filme que busca a convertir en vegetariano a todo el que la vea. Pero sí es una experiencia del que prácticamente ninguno podrá salir intacto.

Por Omar Mejía Yóplac