Mientras Isabel Preysler opta por unas discretas vacaciones en Miami, el verano de Tamara Falcó no podría ser más distinto.
Por Redacción Cosas
Isabel Preysler, conocida como la «reina de corazones», ha optado por un perfil bajo este verano. Mientras su hija, Tamara Falcó, disfruta de unas lujosas vacaciones por las islas Seychelles junto a su esposo, Íñigo Onieva, la socialité ha decidido alejarse del foco mediático. Su última aparición pública se remonta al 15 de mayo, cuando asistió a la inauguración de Casa Salesas, un restaurante en Madrid del cual su yerno es socio. En esa ocasión, llegó alrededor de las once de la noche, compartió un refresco con Tamara y Carolina Molas, madre de Íñigo, y abandonó el local poco después.
Paraíso secreto en Miami
A partir de ello, Isabel ha mantenido un perfil bajo. A excepción de una breve aparición en «Hermanos a la obra», un programa de televisión presentado por sus hijos Chábeli y Julio Iglesias Jr., no se ha visto mucho de ella en público. Según fuentes del diario La Razón, Preysler estaría vacacionando en Miami, en la compañía de sus hijos, Chábeli y Enrique Iglesias, y sus nietos. Dichos familiares residen en una zona lujosa y exclusiva de Miama, llamada Indian Creek. Ahí, la señora de 73 años disfruta de una privacidad absoluta, lejos de los paparazzi y del bullicio mediático. En esta zona, Enrique Iglesias vive con su pareja, Anna Kournikova, y sus tres hijos. Su hermana también reside en Miami junto a su familia, Christian Altaba y Sofía.
Sin embargo, esta estancia en Miami ha distanciado a la socialité de sus grandes amigas, como Cari Lapique, que están pasando por un momento difícil. La semana pasada, el esposo de Cari falleció, quien también era amigo cercano de Isabel. Al funeral asistieron muchas personalidades, entre ellas Nuria González, Ana Botella, Pedro Trapote y Álvaro Falcó, junto a Isabelle Junot.
El verano de Tamara Falcó: de París a Seychelles
Por otro lado, Tamara Falcó está disfrutando de un verano lleno de lujo y romanticismo. A mediados de julio, la marquesa de Griñón y su esposo, Íñigo Onieva, viajaron a París para celebrar su primer aniversario de boda. Íñigo sorprendió a su pareja con una escapada romántica a la capital francesa, donde se alojaron en el exclusivo hotel Le Bristol. Durante su estancia, disfrutaron de desayunos con champán y macarons con vistas a la Torre Eiffel, paseos por el barrio de Le Marais, y una cena en el restaurante Le Voltiare, conocido por sus exquisitos profiteroles con chocolate.
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Tras unos días en París, la pareja puso rumbo a las islas Seychelles, donde están disfrutando sus vacaciones en las playas paradisíacas, sol y actividades locales. Una vez llegaron, el matrimonio gozó de un curso rápido de cocina criolla y han visitado una zona llena de tortugas, aprovechando al máximo cada momento de su estancia en este paraíso tropical. Todo esto ha sido minuciosamente documentado en la cuenta de Instagram de la Marquesa de Griñón.
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