La catástrofe continúa devastando ecosistemas. Hasta el momento, el fuego ha destruido 3,300 hectáreas y cobró la vida de más de 200 animales. Brigadistas y autoridades luchan para controlar la situación

Por: Redacción COSAS

En un devastador episodio que está dejando huellas profundas en el ecosistema nacional, los incendios forestales en la Amazonía peruana han arrasado más de 3,300 hectáreas de bosques y cultivos en diversas regiones del país. Con al menos siete víctimas mortales y miles de damnificados, la situación escaló a una crisis humanitaria y ambiental. 

Hasta el momento, los incendios se han extendido a más de 20 regiones en el país.

La magnitud de la tragedia

El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) de Perú reportó la detección de 87 incendios forestales en 20 regiones del país, desde el 20 de agosto hasta la fecha. De estos, 49 siguen activos y 18 han sido extinguidos, según informó el Ministerio de Defensa este viernes. El informe oficial también señala que 20 de los incendios están bajo control, aunque las cifras están en constante actualización.

Las regiones afectadas incluyen La Libertad, Tumbes, Áncash, San Martín, Cajamarca, Apurímac, Piura, Madre de Dios, Ayacucho, Amazonas, Pasco, Huánuco, Puno, Cuzco, Huancavelica y Ucayali, abarcando casi todo el territorio peruano. Sin embargo, en San Martín y Puno, todas las emergencias han sido extinguidas y controladas, respectivamente, según el ministerio.

La Fuerza Aérea del Perú (FAP) utilizó helicópteros MI-17 y aviones C-27J Spartan para combatir diversos incendios desde el aire en regiones como Tumbes, San Martín, Ayacucho, Amazonas, Cuzco, Cajamarca y Piura, entre otras áreas donde se logró controlar la emergencia.

Los incendios forestales están dejando pérdidas irremediables.

El impacto no solo se mide en hectáreas quemadas, sino también en la pérdida de vidas. Las autoridades han confirmado que siete personas fallecieron. La situación sigue siendo crítica a medida que se reportan nuevos focos de fuego en diferentes regiones.

La alarma de los especialistas

Edson Ramírez Henostroza, un experto en conservación, señaló que la magnitud de los incendios en el Huascarán es alarmante. Solo en el incendio activo entre la laguna de Auquiscocha y la quebrada Ulta, se han reportado daños que superan las 1,000 hectáreas. Este fenómeno no es nuevo, pero la intensidad y la frecuencia de los incendios han aumentado de manera preocupante en los últimos años. En el 2023, se registraron cerca de 7,000 incendios forestales en todo el país, y hasta la fecha, el Ministerio del Ambiente contabilizó 2,164 incendios en 2024, siendo Áncash la región más afectada con 238 casos.

Ramírez también advirtió que la temporada seca, que tradicionalmente termina en noviembre, podría extenderse hasta enero, lo que aumentaría el riesgo de incendios. Esta prolongación de la sequía es resultado del cambio climático, que transformó patrones meteorológicos en la región. La falta de lluvias y el aumento de temperaturas han creado condiciones propicias para la propagación del fuego, dejando a los ecosistemas en un estado vulnerable.

Bosques y cultivos fueron arrasados por los incendios registrados en la sierra de La Libertad.

Comunidades indígenas en la línea de fuego

Las comunidades indígenas, que a menudo habitan en las áreas más vulnerables, son las más afectadas por esta crisis. En Lambayeque, los habitantes evacuaron y se solicitó la intervención de la Fuerza Aérea para combatir el fuego. La falta de recursos y la dificultad de acceso a algunas zonas han complicado los esfuerzos de extinción, lo que llevó a que el fuego se propague rápidamente.

El alcalde de Luya, Amílcar Díaz Mendoza, denunció que los incendios han calcinado importantes hallazgos arqueológicos, incluyendo sarcófagos de Léngate, lo que representa una pérdida cultural irreparable. La situación es aún más alarmante considerando que la temporada de incendios en Perú se intensifica entre septiembre y octubre, lo que sugiere que los peores efectos aún podrían estar por venir.

La comunidad internacional y las organizaciones no gubernamentales han comenzado a alzar la voz en apoyo a las comunidades afectadas, pidiendo una respuesta coordinada que incluya no solo la extinción de los incendios, sino también la rehabilitación de las áreas afectadas y el apoyo a las familias damnificadas. Es crucial que se movilicen recursos para establecer un plan de intervención efectivo que priorice la protección de las comunidades y la biodiversidad del país.

 

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Las redes sociales también han jugado un papel importante en la difusión de información sobre la crisis, aunque se detectó desinformación que complica la comprensión de la magnitud del problema. Es fundamental que la población reciba información veraz y actualizada para poder colaborar en la mitigación de los efectos de los incendios.

Respuesta institucional y necesidades urgentes

Durante una sesión extraordinaria de la Plataforma Regional de Defensa Civil, Ramírez solicitó una declaración de emergencia para movilizar recursos y personal necesarios para combatir los incendios. “No tenemos gente, hasta el mismo jefe estuvo apagando el incendio. La situación es crítica, no tenemos personal, necesitamos que, por ahora, se haga una declaración de emergencia para poder reaccionar, antes de que esto vaya a más“, declaró, enfatizando la necesidad urgente de apoyo gubernamental y recursos adicionales para enfrentar la crisis.

Aún siguen los esfuerzos por mitigar los incendios en distintas partes del Perú.

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) trabaja en la contención de los incendios, pero la falta de personal y equipamiento limita su capacidad de respuesta. Wilder Canales, coordinador del Sernanp, informó que actualmente hay 32 incendios activos en áreas naturales protegidas, y que se requiere un esfuerzo coordinado entre diferentes instituciones para abordar esta problemática de manera efectiva.

Aunque la Fuerza Aérea ha realizado vuelos de reconocimiento tanto el 12 como el 13 de septiembre, la situación no ha mejorado y el fuego sigue sin controlarse. Añadido a esto, los bomberos anunciaron que no podrán atender nuevas emergencias relacionadas a los incendios forestales, debido al excesivo trabajo de los últimos días. Los incendios y el cansancio han afectado la salud tanto de los bomberos como de los brigadistas.

Debido a la crítica situación de Áncash, el Gobierno Regional anunció que están preparando un informe técnico y así solicitar la declaración de Estado de Emergencia por parte del Gobierno Nacional en aras de controlar la crisis.

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