Este 25 de noviembre, el Tribunal Superior de Los Ángeles realizará un sorteo para asignar las 16 entradas disponibles para el juicio
Por: Redacción COSAS
El juicio de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes en 1989 asesinaron a sus padres en Beverly Hills, ha vuelto a ser un tema de alto interés mediático. El Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles decidió organizar un sorteo público para asignar las 16 plazas disponibles a quienes deseen presenciar la audiencia que se celebrará el próximo 25 de noviembre.
Este evento sigue la estela de otros juicios que capturaron la atención mundial, como el de O.J. Simpson, y la expectativa es tan alta que el mismo Tribunal decidió implementar un sistema similar al utilizado en otros juicios de gran trascendencia.
El revuelo sobre el caso se vio alimentado por la reciente emisión de la serie Monstruos: La historia de los Menéndez, que revivió el interés en el caso al presentar una nueva visión sobre la tragedia familiar de los hermanos. El fenómeno cultural generado por la serie, que cuenta con la participación de Javier Bardem, permitió a la audiencia sumergirse nuevamente en la compleja historia.
El sorteo para asistir al juicio está diseñado para garantizar que el acceso sea justo, dada la alta demanda y la limitada capacidad del Tribunal. Según las instrucciones dadas por la corte, los interesados podrán registrarse entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana del lunes 25 de noviembre en la corte de Van Nuys, Los Ángeles.
A las 9:30 a. m. se anunciarán los ganadores, quienes recibirán identificaciones intransferibles que deberán portar durante toda la sesión, que comenzará a las 10:30 a. m. Además de las 16 plazas principales, se asignarán dos boletos de reserva, los cuales solo podrán utilizarse si hay espacio disponible en la sala.
“Este tipo de sorteos, poco comunes, ya se han implementado en otros juicios de gran impacto mediático, como el caso de O.J. Simpson o el proceso civil relacionado con la muerte de Michael Jackson”, comentó un portavoz del Tribunal.
En su juicio de 1996, Lyle y Erik Menéndez fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su residencia de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989. Los hermanos admitieron haber cometido los homicidios, pero alegaron que actuaron en defensa propia después de años de abuso físico, psicológico y sexual por parte de su padre.
Sin embargo, la fiscalía argumentó que el motivo del crimen fue por la codicia, sugiriendo que los hermanos habrían buscado asegurar la herencia familiar, que ascendía a casi 14 millones de dólares. Desde entonces, los defensores de los Menéndez lucharon por revertir la condena, argumentando que no se tomó en cuenta la evidencia de abuso de manera adecuada durante el juicio.
Cambios en la Fiscalía y nueva audiencia clave
El caso tomó un giro inesperado con la reciente transición en la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles. El fiscal saliente, George Gascón, había mostrado su apoyo a la posibilidad de una re-sentencia para los hermanos Menéndez. Sin embargo, Nathan Hochman, quien asumirá el cargo el 3 de diciembre, aseguró que revisará el caso antes de tomar cualquier decisión definitiva.
La audiencia del 25 de noviembre tiene como objetivo revisar nueva evidencia que podría alterar el curso de la historia. Según los abogados de los Menéndez, “las denuncias de abuso fueron subestimadas o ignoradas durante el segundo juicio”. Esta declaración añadió más controversia a un caso que sigue dividiendo a la opinión pública y a los expertos legales.
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