Marius Borg Høiby sigue sumido en la controversia y viola nuevamente una orden de alejamiento, agravando su situación legal
Por: Redacción COSAS
Marius Borg Høiby, el hijo de la princesa heredera Mette-Marit, volvió a ser el centro de atención en Noruega debido a sus recientes actos. Tras haber sido detenido en agosto y haber pasado por prisión preventiva, ingresó en una clínica de rehabilitación en Londres para tratar sus problemas de drogadicción. Sin embargo, su estancia en el centro fue breve y terminó con una fuga.
El hijastro del príncipe Haakon fue arrestado por primera vez el pasado 4 de agosto bajo la acusación de presunta implicación en tres violaciones, a raíz del material encontrado en su teléfono móvil. El tribunal había decretado prisión preventiva para poder continuar con la investigación.
Sin embargo, tras cumplir una semana de reclusión, el joven ingresó en un centro de rehabilitación en Londres, aunque su tiempo allí fue muy corto. «El hijo de Mette-Marit huyó de él y abandonado así el tratamiento», publicaba el medio noruego Se og Hør.
La huida de Marius no fue su único desliz. Según el mismo medio, el hijo de la princesa heredera también habría violado una orden de alejamiento que le había impuesto una de sus exparejas. Tras escapar de la clínica, se puso en contacto con una de las mujeres denunciante, lo que podría agravar aún más su situación legal. Por el momento, se desconoce si Marius fue detenido nuevamente por este motivo.
La familia real de Noruega sigue lidiando con las consecuencias de los actos de Marius. El príncipe Haakon, preocupado por el bienestar de su hijastro, canceló su agenda oficial para acompañarlo a Londres, donde visitaron la clínica de rehabilitación antes de su tercer arresto. Mette-Marit, por su parte, viajó horas después a la capital británica y fue vista con Marius en un centro comercial local. Sin embargo, poco después, el joven fue detenido nuevamente en Oslo.
El príncipe Haakon, quien se encontraba de visita oficial en Jamaica, se vio obligado a pronunciarse sobre la situación de Marius. Durante su visita con la ONU, explicó: «A nosotros, como familia y padres, nos preocupaba que Marius recibiera ayuda y hemos trabajado durante mucho tiempo para llegar a un lugar donde obtener más ayuda para la rehabilitación y el tratamiento». Además, expresó su deseo de haber estado junto a su esposa en esos momentos difíciles, ya que Mette-Marit estaba lidiando con la situación de su hijo en un contexto de serias acusaciones en su contra.
Los medios de comunicación noruegos dieron una cobertura extensa a las acusaciones contra el hijo de Mette-Marit, y varios políticos han solicitado que la familia real ofrezca una explicación pública sobre los hechos. La situación es tan crítica que incluso se ha propuesto que el príncipe Haakon y la princesa heredera den cuentas en el Parlamento. Sin embargo, hasta ahora no han ofrecido respuestas.
El pasado fin de semana, los príncipes herederos fueron vistos en la final de la Copa en Oslo, donde una pancarta que leía «Encierren a Høiby» apareció en las gradas, aunque la policía actuó rápidamente para retirarla. Además, el abogado de una de las víctimas de Marius Borg solicitó que Mette-Marit comparezca ante las autoridades para dar explicaciones sobre el comportamiento de su hijo. Aunque no se sabe si esta solicitud llegará a ser atendida, la presión sobre la familia real parece aumentar con cada nuevo capítulo de la historia.
En medio de este escándalo, la situación de salud de Mette-Marit también efectó su capacidad para cumplir con sus compromisos oficiales. La princesa heredera padece fibrosis pulmonar crónica desde 2018, y los efectos secundarios del tratamiento la obligaron a cancelar varios de sus actos.
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