Tras salir de prisión en libertad condicional, el exconvicto rehace su vida sentimental con una mujer inquietante similar a su fallecida novia, Reeva Steenkamp
Por Redacción COSAS
La vida de Oscar Pistorius, el exatleta paralímpico sudafricano conocido como «Blade Runner», nuevamente genera controversia al conocerse su nueva relación sentimental, tras su liberación bajo libertad condicional en enero de 2024. Pistorius, de 38 años, cumplió nueve años de prisión por el asesinato de su entonces pareja, Reeva Steenkamp, una modelo y abogada de 29 años, en un caso que conmocionó al mundo. Ahora, su vida amorosa vuelve a generar polémica.
Según el medio sudafricano Netwerk24, Pistorius mantiene una relación con Rita Greyling, una consultora de gestión empresarial de 33 años y amiga cercana de la familia. La noticia ha causado indignación en distintos sectores, especialmente entre los allegados de Steenkamp, quienes consideran alarmante que un condenado por feminicidio pueda reintegrarse a la sociedad con tal rapidez y establecer una nueva relación sentimental.
La madre de Reeva, June Steenkamp, expresó su preocupación ante los medios, señalando que Pistorius aún representa un peligro potencial para las mujeres debido a problemas de control de la ira que, según ella, no ha resuelto completamente. Estas declaraciones refuerzan la idea de que permitirle reconstruir su vida amorosa podría enviar un mensaje erróneo sobre la gravedad de los actos que cometió.
Por otro lado, la similitud física entre Rita Greyling y Reeva Steenkamp ha sido otro punto de polémica. Allegados a la familia Steenkamp, como Simone Cowburn, hermana de Reeva, han cuestionado las motivaciones de Pistorius al involucrarse con alguien que comparte rasgos físicos con su víctima, calificando esta relación como «perturbadora» y «una señal de que el pasado aún lo persigue».
El caso ha reavivado el debate sobre la reintegración social de individuos condenados por delitos graves, especialmente en casos de feminicidio. Para muchos, la relación de Pistorius simboliza una desconexión con las secuelas emocionales que enfrentan las familias de las víctimas. Mientras tanto, el exatleta vive bajo las condiciones de su libertad condicional en la residencia de su tío en Pretoria, donde también participa en programas de terapia y actividades comunitarias, como parte de su proceso de rehabilitación.
La relación entre Pistorius y Greyling, aunque mantenida con perfil bajo, ha reabierto heridas y preguntas sobre si es posible separar la vida personal de un condenado de su historial criminal. Para algunos, este es un recordatorio de que las cicatrices del pasado no se borran fácilmente, mientras que, para otros, es un ejemplo de que la reintegración puede ser un camino complejo y lleno de dilemas éticos.
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