El mandatario sugirió que su consumo debería ser regulado al igual que el alcohol para desmantelar su producción y comercialización clandestina
Por: Redacción COSAS
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, encendió la polémica al proponer la legalización de la cocaína como solución para combatir el crimen organizado y la violencia vinculada al narcotráfico. Durante un consejo de ministros transmitido en vivo el pasado martes 4 de febrero, el mandatario hizo una declaración que rápidamente se convirtió en el centro del debate nacional e internacional, al afirmar que «la cocaína no es más mala que el whisky«.

En su intervención, Gustavo Petro sugirió que la legalización de la cocaína podría ser la solución más efectiva para desmantelar las organizaciones criminales que operan alrededor del narcotráfico.
«El negocio se podría desmantelar fácilmente si se legaliza la cocaína en el mundo. Se vendería como los vinos«, expresó el presidente, quien además planteó que los recursos generados por esta legalización podrían ser destinados a programas preventivos para reducir el consumo entre menores de edad. Esta declaración fue recibida con sorpresa por parte de muchos, ya que representa un giro radical en las políticas tradicionales de lucha contra las drogas.
Petro también aprovechó para destacar los avances de Colombia en la reducción del consumo de alcohol y tabaco, especialmente entre los jóvenes. Según él, estas políticas podrían ser replicadas con otras sustancias si se implementaran estrategias similares. Sin embargo, su propuesta de legalizar la cocaína fue vista como un reto a las políticas internacionales de control de drogas, especialmente por países como Estados Unidos, que históricamente ha apoyado la lucha antidrogas en América Latina.
Comparaciones polémicas: cocaína vs. whisky
La frase «la cocaína no es más mala que el whisky«, que Petro pronunció en vivo, fue uno de los puntos más criticados. En ella, el presidente de Colombia cuestionó la ilegalidad de la cocaína al compararla con una bebida alcohólica legal como el whisky, que a pesar de su consumo masivo, no genera el mismo tipo de estigmatización ni enfrenta las restricciones que impone la lucha contra las drogas.

Petro argumentó que la ilegalidad de la cocaína no se debe a sus efectos nocivos, sino a factores geopolíticos relacionados con su origen en América Latina.
«Eso los científicos lo analizan«, afirmó el presidente, sugiriendo que la percepción sobre la cocaína está influenciada más por cuestiones políticas que por su impacto real en la salud pública. Esta postura, aunque novedosa, fue vista como una simplificación del problema, lo que provocó la crítica de sectores políticos y sociales que consideran inapropiada la comparación entre una droga tan peligrosa como la cocaína y una bebida alcohólica legal.
El impacto del fentanilo
Otro de los temas abordados por Gustavo Petro fue la crisis del fentanilo, una droga sintética que tuvo efectos devastadores en países como Estados Unidos. Según el presidente, el fentanilo no se produce en Colombia, pero está causando miles de muertes en Norteamérica. Petro apuntó que este opioide fue desarrollado originalmente por compañías farmacéuticas estadounidenses, lo que sugiere que la crisis en ese país tiene más que ver con las dinámicas internas de consumo y políticas de salud pública, que con el narcotráfico en América Latina.
«Usan el fentanilo para tirarse a México. Y el fentanilo apareció siendo una droga de farmacia de las multinacionales norteamericanas, que le empezaron a entregar para hacer negocio», expresó el mandatario colombiano. Esta afirmación resalta el papel de los intereses comerciales en la proliferación de ciertas drogas, contrastando con la narrativa común que señala a los países productores como los principales responsables de la crisis del narcotráfico.

Las declaraciones de Petro generaron reacciones diversas tanto en Colombia como a nivel internacional.
En el país, varios políticos, especialmente de la oposición, criticaron sus palabras. Andrés Forero, representante a la Cámara, cuestionó la comparación entre la cocaína y el whisky. En su cuenta de X, Forero escribió: “La cocaína no es más mala que el whisky” dice @petrogustavo tras decirle a Trump que le aceptaría un whisky a pesar de su ‘gastritis’«.
A nivel internacional, las declaraciones de Petro también pusieron en duda las relaciones de Colombia con Estados Unidos, un aliado clave en la lucha contra el narcotráfico. Las políticas del presidente colombiano sobre la legalización de drogas y su crítica a la guerra contra las drogas podrían dificultar la cooperación entre ambos países en este ámbito.
Críticas internas y tensiones dentro del gobierno
El consejo de ministros del 4 de febrero también fue un espacio para tensiones internas dentro del gobierno de Petro. La presencia de Armando Benedetti como jefe de gabinete generó malestar entre varios sectores del ejecutivo, incluyendo a figuras clave como Susana Muhamad y Francia Márquez, lo que provocó un ambiente tenso durante la transmisión en vivo del evento. Estos momentos de confrontación añadieron más drama a las ya polémicas declaraciones del presidente.
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